El precio del aceite de oliva empieza a tocar techo tras el récord del verano

Alimentación

El Gobierno anticipa una moderación que ya se nota en la cotización en origen

El litro de aceite virgen extra supera los once euros en algunos supermercados

El litro de aceite virgen extra supera los once euros en algunos supermercados

EFE

El precio del aceite de oliva podría empezar a tocar techo tras los máximos históricos de este verano. La cotización en origen ha arrancado en octubre con un destacado descenso, a 7,59 euros el kilo de media según el sistema Poolred, la más baja en un mes, mientras que los supermercados mantienen el tope de hasta diez euros el litro de virgen extra en la mayoría de marcas –hay excepciones por encima de los once euros–.

Una evolución que hace prever una moderación en la inflación del alimento, anticipó ayer el ministro en funciones Luis Planas. El titular de Agricultura prevé que el precio del aceite se mantenga o registre una “ligera bajada”, según afirmó desde una feria en Vigo.

La producción agroalimentaria cae casi un 9% el último año a causa de la sequía y los costes

Este alimento básico se paga ya tan caro, casi como un producto gourmet, que en el sector dudan de que los consumidores acepten subidas como las de los últimos meses, indican fuentes de la industria consultadas. Su precio aumentó un 52,5% en agosto respecto a un año atrás, con un encarecimiento mensual del 8,7%. Así que las ventas han caído un 12%. “Si no se hubiera reducido el consumo habría habido riesgo de desabastecimiento, la oferta y la demanda se han regulado con el precio”, explican desde la industria

En el sector agroalimentario esperan que la nueva campaña del aceite de oliva, que justo acaba de comenzar, no sea tan desastrosa como la última, en la que apenas se han producido 633.000 toneladas a causa de la sequía y el calor, la mitad que en los cinco años anteriores. Barajan una cifra en torno a las 750.000 toneladas en función de las lluvias del otoño, según cálculos de las cooperativas agroalimentarias. Este pequeño aumento de la producción es el que hace pensar al Gobierno en una moderación de los precios que llegue a los supermercados.

En Catalunya se esperan pérdidas de cosecha de entre el 60% y el 90%

Dependerá, eso sí, de la zona productora. El sindicato Unió de Pagesos calcula que las pérdidas medias de cosecha en Catalunya serán de entre el 60% y el 90%, con una producción que no superará las 7.000 toneladas, teniendo en cuenta que en una campaña normal se producen unas 33.000 toneladas. El año pasado, muy afectado también por la falta de lluvias, la producción fue de 16.000 toneladas.

En olivos de secano, en algunas comarcas como el Alt Camp, la Terra Alta, el norte de la Ribera d’Ebre y Les Garrigues, las pérdidas llegarán a entre el 95% y el 100% por la sequía. Mientras que en las zonas de riego de apoyo, como la del pantano de Riudecanyes, en el Baix Camp, donde la dotación puede haber sido intermitente por las restricciones de agua, también sufrirán pérdidas importantes, llegando al 30% de cosecha. La superficie de olivo de secano en Catalunya es de 80.979 hectáreas y la de regadío de 23.126, según datos del Departament de Acció Climàtica.

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La persistente sequía está comprometiendo la producción de alimentos en general y empujando al alza los precios para los consumidores. En el 2022 la falta de lluvias y los costes hicieron caer la producción agroalimentaria un 8,8% en España, indica un estudio de CaixaBank Research presentado ayer. El valor añadido bruto (VAB) del sector ha disminuido asimismo un 5,6%. En la parte positiva, el informe apunta a que la bajada de los costes de producción puede ayudar a contener los precios de los alimentos.

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