Los líderes de la UE lanzan en Granada el debate de la ampliación europea

Desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, diera la orden hace 20 meses de invadir Ucrania e instalar la guerra en el corazón del continente europeo, la ampliación de la Unión Europea ha dejado de verse en condicional para convertirse en un "cuándo" y en un "cómo". Tras años de parálisis y dos décadas después de que la UE confirmara -en la cumbre de Tesalónica- que el futuro de los Balcanes occidentales está en el club, los líderes europeos han aparcado sus dudas y empiezan a percibir la adhesión como un paso "inevitable", un "activo" para mejorar la prosperidad del club y garantizar la seguridad y la estabilidad perdida por la guerra rusa. Una ampliación que requerirá reformas en los nuevos países y un proceso de reflexión interna a nivel europeo que arranca esta semana en Granada, durante una cumbre informal de líderes europeos bajo presidencia española de la UE.

El borrador de declaración al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO empieza con un compromiso firme de los Veintisiete: "Nos hemos reunido en Granada para marcar el inicio del proceso para definir las direcciones y prioridades políticas generales de la Unión para los próximos años". Nadie duda de que no será fácil. Pocas decisiones a 27 lo son. Pero si la UE quiere llevar a buen puerto un proceso de ampliación que los líderes definen en el texto de conclusiones como "una inversión geoestratégica en paz, seguridad, estabilidady prosperidad", una reforma interna se presenta como algo imprescindible. 

"Es vital que que examinemos las futuras dinámicas de nuestra Unión, nuestras políticas y la toma de decisiones, entre otras cosas, para asegurar el éxito continuado de la UE" y en particular, responder "a preguntas críticas como ¿qué hacemos juntos?, ¿cómo decidimos? ¿Cómo combinamos nuestros medios y nuestras ambiciones", sostiene el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su carta de invitación a una cita europea llamada a fijar el "rumbo" que deberá seguir la UE en los próximos años para pasar de 27 a 35 e incluso a 37 Estados miembros. 

Pistoletazo de salida

Esta reflexión, a la que los líderes darán el pistoletazo de salida en la ciudad andaluza, se integrará en los próximos meses en la nueva agenda estratégica 2024-2029. "Granada es el momento de mirar atrás y evaluar críticamente los avances, identificando nuestros logros así como las áreas que aún requieren nuestra acción política. También es el momento de mirar hacia adelante, identificar los desafíos futuros que tendremos que afrontar y definir nuestra estrategia para aprovechar todas las oportunidades (...) en este entorno geopolítico cambiante", explica el ex primer ministro belga en vísperas de un encuentro que arranca ya este jueves con la tercera reunión de la Comunidad Política Europea, la plataforma de diálogo inaugurada el año pasado en Praga para promover la cooperación en el continente y que sienta en su mesa a medio centenar de dirigentes europeos.

Pero para pasar de 27 a 35 países -para integrar a los países de los Balcanes occidentales, Ucrania, Moldavia y Georgia- la Unión Europea tendrá antes que hacer sus deberes y preparar el terreno tanto a nivel político, institucional como presupuestario porque tal y como constataba hace unas semanas un grupo de expertos convocados por Francia y Alemania para dar su opinión, "la UE no está lista todavía para dar la bienvenida a nuevos miembros, ni institucionalmente ni políticamente". Una conclusión compartida por los gobiernos europeos que son conscientes de que antes de pasar a la acción hay que saber "qué queremos hacer juntos", "cómo lo hacemos" y "cómo lo pagamos".

Nueva arquitectura

Esto significa, en primer lugar, modificar la toma de decisiones para dejar de lado la unanimidad y apostar porque las decisiones se adopten por mayoría cualificada, de forma que el proceso sea mucho más ágil y un solo país o unos pocos no puedan bloquear una decisión ni mantener en vilo a todo un continente como ha ocurrido en los últimos años con Hungría. Un cambio que demandan desde hace meses una decena de países, incluida España. También serán necesarias adaptaciones a nivel institucional porque nuevos países supondrán más comisarios, más ministros en las reuniones del Consejo y más eurodiputados en un hemiciclo que cuenta con 751 miembros. Solo Ucrania podría aspirar a entre 50 y 60 eurodiputados, según las reglas actuales.

Una nueva arquitectura institucional que deberá llegar acompañada de cambios presupuestarios profundos. La Política Agrícola Común se lleva actualmente unos 370.000 millones de euros o el 30% del presupuesto. La incorporación de Ucrania a la ecuación, con una superficie cultivable del tamaño de Italia, le convertiría en el principal receptor de fondos agrarios por delante de Francia. Un vuelco que tendría un profundo impacto también en la política de cohesión y que convertiría a muchos de los Estados miembros receptores de fondos en contribuyentes netos. Según un estudio interno del Consejo mencionado por el 'Financial Times', la incorporación de Ucrania a la UE, según las condiciones actuales, daría acceso a Kiev a un presupuesto de 186.000 millones en siete años y convertiría a muchos Estados miembros por primera vez en pagadores netos.

Otro de los temas que está previsto que se aborde en Granada es el Pacto de Asilo e Inmigración, después de que este miércoles los Veintisiete llegaran a un acuerdo político sobre el reglamento de crisis, la última pieza que les quedaba por consensuar y que debe regular las medidas a tomar en situaciones de llegadas masivas de migrantes, como las registradas recientemente en la isla italiana de Lampedusa. Los líderes tendrán ahora que lanzar las negociaciones interinstitucionales con el Parlamento Europeo con vistas a cerrar el acuerdo antes de finales de año.

Comunidad política europea

Antes de entrar en materia interna este viernes, los 27 líderes de la UE tendrán ocasión este jueves de reunirse de nuevo, por tercera vez, con los países de la Comunidad Política Europea, una plataforma de debate creada con otros países europeos para mantener la cooperación en un momento "tectónico" para Europa. El formato de la reunión será similar al de las dos reuniones anteriores, celebradas en Praga (República Checa) y Chisinau (Moldavia). Arrancará con una reunión plenaria a la que seguirán cuatro mesas de trabajo -dos sobre multilateralismo, otra sobre energía y medio ambiente y una cuarta sobre digitalización e inteligencia artificial- y tiempo para encuentro bilaterales. 

Uno de esos esperados encuentros bilaterales, cara a cara, era el previsto entre el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, para tratar de avanzar hacia un tratado de paz por el enclave del Alto Karabaj. Sin embargo, este miércoles Aliyev echó un jarro de agua fría al cancelar su viaje a Granada. La agencia de noticias APA apuntó que la decisión del presidente azerbaiyano obedece a discrepancias con París y Berlín, que supuestamente se habrían opuesto a la participación en el encuentro del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Momentos después de conocerse la baja de Aliyev, Erdogan también canceló su asistencia a la reunión de Granada "por motivos de agenda".