Una inversora en el parqué de la Bolsa de Nueva York.

Una inversora en el parqué de la Bolsa de Nueva York. Brendan McDermid Reuters

Mercados

El 'índice del miedo' vuelve a niveles de la crisis bancaria ante la escalada de la deuda y el riesgo político en EEUU

La rentabilidad de los bonos estadounidenses a 10 años se acercan al 5%, un nivel que no alcanza desde antes de la crisis financiera.

5 octubre, 2023 02:42

El índice VIX -conocido como el indicador del miedo y que mide la volatilidad del S&P 500- escaló este miércoles hasta rozar los 21 puntos, un nivel que no se veía desde finales de marzo, cuando la crisis bancaria que desató la quiebra de Silicon Valley Bank causaba estragos en el parqué neoyorquino.

A pesar de esta subida -ha pasado de 16,87 a los 20,88 puntos en cuatro sesiones, un 24% más- todavía está lejos de los máximos que se alcanzaron entonces. El VIX llegó a rozar los 31 puntos.

Aunque el índice estadounidense es la referencia general, los mercados europeos cuentan con el VDAX, que mide la volatilidad de los derivados de las acciones que cotizan en el DAX, el selectivo de la Bolsa alemana. Se sitúa por encima de los 19 puntos, algo que no ocurría desde mediados de agosto.

[El índice del miedo se relaja hasta niveles preguerra pese a la crisis de los bancos]

En la Bolsa española son dos los índices que miden la volatilidad del Ibex 35. Uno de ellos es el VIBEX, que fue lanzado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) en 2018. Este indicador se sitúa en torno a los 15 puntos y, como en el caso del alemán, ha alcanzado niveles de mediados de agosto.

La subida es más llamativa si se toman como referencia los mínimos prepandemia en los que se situaron todos estos índices en junio, cuando republicanos y demócratas alcanzaron un acuerdo sobre el techo de deuda de Estados Unidos. El VIX se redujo por debajo de los 13 puntos, un nivel que también perforaron el VDAX y el VIBEX.

Deuda

Como las caídas de las bolsas, el incremento de la volatilidad en algunos de los parqués más importantes del mundo tiene su origen en las reuniones que a mediados de septiembre celebraron los bancos centrales.

En su cita, el Banco Central Europeo (BCE) decidió elevar los tipos de interés -hasta el 4,5%- y, aunque dejó la puerta abierta al fin de las subidas, advirtió de que los tipos permanecerán altos durante un largo periodo de tiempo.

Pocos días después la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) optó por no incrementar el precio del dinero -se sitúa en la horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%-, pero redujo sus previsiones de recortes para los dos próximos años.

Las perspectivas de tipos altos durante más tiempo ha desatado importantes descensos en las bolsas, pero fuertes subidas de la rentabilidad de la deuda pública. Tanto, que en la mayoría de los casos ya ofrecen el mismo interés que hace más de una década.

[La bolsa europea retrocede a niveles de marzo ante la "competencia" que supone una deuda en máximos]

Aunque al final de la sesión del miércoles los bonos dieron una tregua -que moderó el miedo del mercado- la rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años está a punto de superar la barrera del 5% por primera vez desde 2007. El papel a 30 años, aunque momentáneamente, llegó a alcanzar dicho porcentaje.

La rentabilidad del bund, el bono alemán con vencimiento a diez años y de referencia para el resto de emisiones europeas, superó el umbral del 3% por primera vez desde mayo de 2011; mientras que la de la deuda española al mismo plazo siguió escalando por encima del 4%.

Riesgo político en EEUU

La destitución del republicano Kevin McCarthy como líder de la Cámara de Representantes estadounidense es el último elemento de incertidumbre para los mercados. El martes, la Cámara Baja aprobó por 216 votos a favor y 210 en contra la moción para revocarlo.

McCarthy se ha convertido en el presidente más breve de este hemiciclo debido a las presiones de los republicanos radicales agrupados bajo el llamado "Freedom Caucus" (El Caucus de la Libertad), también llamados republicanos MAGA.

Evitó la destitución en junio, cuando llegó a un acuerdo con el presidente Joe Biden para elevar el techo de deuda y salvar al país de un impago. Sin embargo, no le han perdonado el pacto bipartidista que ha servido para evitar un cierre de Gobierno.

Sin McCarthy en la ecuación, Estados Unidos puede verse abocado a sufrir un shutdown el próximo 17 de noviembre. Es cuando termina la prórroga de 45 días lograda por el hasta ahora líder de la Cámara de representantes.

Su salida ha generado un mayor nerviosismo en torno a la capacidad de los legisladores para poder aprobar medidas financieras, lo que a su vez ha incrementando el miedo a que los tipos de interés se mantengan elevados durante más tiempo.

Moody’s ya ha advertido de que existe el riesgo de que reduzca la nota crediticia de la primera economía del mundo si un cierre de Gobierno tiene lugar.