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Opinión - Noticias que no interesan. Por Esther Palomera

Solo 400.000 autónomos han cambiado su cuota de la Seguridad Social con el nuevo sistema según los ingresos

Un puesto de venta de alimentos en un mercado, imagen de archivo.

Laura Olías

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En enero de este año se inició el nuevo sistema de cotización de los autónomos, por el que los trabajadores deben cotizar en función de sus ganancias. Se ponía así fin al sistema electivo, que permitía a los autónomos cotizar lo que desearan, lo que llevaba a la inmensa mayoría a contribuir lo mínimo posible y, en consecuencia, a recibir las prestaciones sociales más bajas. De momento, solo una minoría de los trabajadores por cuenta propia han modificado su cuota, el 12% del total, según una consulta realizada por elDiario.es. Con datos hasta julio, “400.000 autónomos han cambiado de base de cotización”, responde la Seguridad Social a este medio.

Las 400.000 adaptaciones alcanzan a un 12% del total de más de 3,3 millones de trabajadores autónomos que hay en la actualidad. En el Ministerio de la Seguridad Social añaden que hay otros “230.000 nuevos autónomos” que se han incorporado con el nuevo sistema de cotización ya en marcha y que, por tanto, también están pagando según su previsión de rendimientos.

La Seguridad Social valora positivamente la implantación del nuevo sistema, que destaca que se está aplicando “de una manera absolutamente silenciosa, sin incidencias”. El sistema está ya operativo “para todos los autónomos”, precisan en el Ministerio de José Luis Escrivá, en el sentido de que está en vigor y los trabajadores van a cotizar este año completo en función de sus ganancias, desde enero.

Si los trabajadores no han adaptado su cuota durante el año, para lo que tienen hasta seis oportunidades para modificarla, posteriormente se regularizará su cotización cuando se crucen los datos con Hacienda en 2024.

“400.000 autónomos que han cambiado de base de cotización no es una cuestión menor y lo importante es que están todos dentro del sistema. Previsiblemente, a medida que nos vayamos acercando a final de año, estos movimientos se intensificarán”, afirman fuentes de la Seguridad Social.

Tras dejar atrás varios plazos para modificar la cuota, la última en 2023 tendrá lugar el próximo 31 de octubre. La siguiente, del 1 de noviembre, está prevista para elegir la base de cotización de 2024, como figura en el vídeo explicativo del tuit de la Seguridad Social.

Además, en la Seguridad Social recuerdan que quienes viniesen pagando voluntariamente por una cuota superior a sus ganancias pueden mantenerla con el nuevo sistema sin cambios. Así se acordó con las organizaciones de autónomos para no perjudicar a personas que estaban aportando más de cara a su jubilación, explica Celia Ferrero, vicepresidenta ejecutiva de ATA. “Hay que tener en cuenta que más de la mitad de autónomos está en edades que contabilizan para el cálculo de la pensión”, afirma. 

“Dos tercios” han aumentado su cuota

Aunque no facilita información por tramos de ingresos, la Seguridad Social responde a elDiario.es que “dos tercios” de los 400.000 trabajadores autónomos que han cambiado su base de cotización “han incrementado su cuota”, mientras que “otro tercio la ha rebajado”.

La reforma de los autónomos, pactada con todas las organizaciones más representativas (ATA, UPTA y UATAE), creó 15 tramos de rendimientos netos en los que los trabajadores se pueden ubicar en función de su previsión de ganancias y cotizar en función de estas. Tres de estos tramos permiten una cuota más baja respecto a la mínima existente hasta 2023, alrededor de los 300 euros mensuales, para los trabajadores que ganen menos de 1.166 euros al mes.



En la organización de autónomos UATAE sostienen que las personas con más urgencia para cambiar de cuota han sido aquellas que ganaban menos y les suponía un gran esfuerzo pagar la anterior cuota mínima. “Luego hay muchos colectivos que no se han adaptado al nuevo sistema todavía porque se permite poder postergar esa decisión a la regularización. Sobre todo, las rentas altas que saben que tendrán que pagar al año que viene, pero mientras tanto prefieren tener dinero en la cuenta por una cuestión de tesorería”, explica Antonio García, técnico de UATAE.

Desde ATA confirman que “muchos trabajadores han optado por ir a la regularización” al año que viene, manteniendo su cuota hasta ahora, aunque también creen que habrá un aumento en las modificaciones de las cuantías a finales de 2023, cuando los autónomos tengan una imagen más clara de cómo les ha ido el año.

Según la Seguridad Social, “los ingresos del RETA están un poco por encima del resultado del año pasado, incluso por encima de las estimaciones del Presupuesto, hay una evolución positiva”. El Ministerio de José Luis Escrivá estimó que dos tercios de los autónomos se mantendrían con cuotas similares o inferiores, mientras que otro tercio cotizaría más a la Seguridad Social.

Las regularizaciones que vienen en 2024

En cualquier caso, se haya modificado o no la cuota, la Seguridad Social revisará la aportación de los trabajadores con sus rendimientos netos reales, una vez cruce datos con Hacienda en 2024. Si se ha pagado más cotización y al final los rendimientos son inferiores de lo previsto por el trabajador, la Tesorería General de la Seguridad Social procederá de oficio a devolver la diferencia. En cambio, si se ha pagado menos cuota de lo que correspondería en función de las ganancias finales, el trabajador tendrá que pagar a la Seguridad Social.

Aunque exista la opción de regularizar las cuotas a posteriori, en UATAE y ATA destacan que lo recomendable es cotizar desde el inicio según los ingresos, ya que el trabajador va generando sus derechos de protección. Celia Ferrero recuerda que las protección social puede ser “a futuro”, como las pensiones de jubilación, pero también “de presente”, como las bajas por enfermedad, la pensión por una incapacidad sobrevenida o los permisos de maternidad, por ejemplo, donde influye lo que se haya estado cotizando en los últimos meses.

“Nosotros lo que hemos defendido siempre es que no hay grupos beneficiados y perjudicados por la reforma. Si pagas más, cuando necesites las prestaciones, lo verás en sus cuantías”, dice Antonio García. “La protección social pública es una renta sustitutoria. Cuando cotizas por la mínima, mucho menos de lo que ganas, esa renta no hace esa función de sustitución, anulas la naturaleza del sistema”, añade el técnico de UATAE.

Además, ir pagando poco a poco evita posteriores “sustos” en la regularización, dice Celia Ferrero, cuando la Seguridad Social exija todo el dinero adeudado en cuotas del ejercicio completo. En UATAE consideran que las regularizaciones no serán “traumáticas” dado el sistema “tan paulatino” que se acordó con el Gobierno, por el que la cotización por ingresos reales se va desplegando poco a poco en los próximos años. “La diferencia no va a ser notoria y quien deba pagar más habrá tenido rendimientos para ello”, sostiene Antonio García.

En el mismo sentido se expresan en la Seguridad Social, donde recuerdan que los tramos suponen incrementos pequeños en 2023 y la cuota más elevada, de 510 euros mensuales, alcanza a autónomos con beneficios muy elevados, de más de 6.000 euros al mes. “Las variaciones son pequeñas ahora, cuando el sistema esté desplegado del todo pueden ser mayores”, avisan en el organismo público.

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