Tras el encuentro con Puigdemont

Yolanda Díaz trata sin éxito de reunirse con Marta Rovira en Ginebra

Yolanda Díaz y Carles Puigdemont normalizan relaciones

Jaume Asens y su vocación de ser el 'tres en uno' para la investidura

Junts pide al PSOE relegar el debate sobre la vía unilateral para facilitar un acuerdo

Archivo - La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz

Archivo - La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz / Edu Botella - Europa Press - Archivo

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La fotografía de Yolanda Díaz con Carles Puigdemont en Bruselas que contribuyó a rehabilitar al 'expresident' como interlocutor en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez levantó suspicacias en el PSOE, que se desmarcó de esa visita. Pero también azuzó dudas dentro de Sumar y de los Comuns, dispuestos a ejercer de bisagra entre socialistas e independentistas: ¿Hasta qué punto ese encuentro, que defendieron como necesario, ha servido para dar más fuerza a Junts en detrimento de ERC? Ahora, según ha podido saber EL PERIÓDICO, Díaz busca junto al partido de Ada Colau una fotografia también con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en Ginebra, una reunión pública a la que por ahora los republicanos rechazan ponerle fecha.

Fuentes de la dirección de los Comuns aseguran que hace tiempo que están en conversaciones con el partido que preside Oriol Junqueras para que pueda ser también posible como prueba de que también valoran que es un actor clave en la aritmética para que la coalición de izquierdas pueda continuar en la Moncloa. Pero, de momento, desde la calle Calàbria de Barcelona echan el freno, según los Comuns, con el argumento de que prefieren contactos discretos que ambas partes reconocen que son frecuentes. Fuentes de los republicanos exponen que ahora mismo "no hay tiempo para perder en gesticulaciones". Aún así, en una entrevista en Catalunya Ràdio, Díaz ha negado haber solicitado una reunión con Rovira, pese a que los republicanos aseguran que han recibido la petición a través de dirigentes de los Comuns.

En ERC siempre insisten en que quien tiene que quemarse las pestañas en lograr su apoyo es el PSOE y Pedro Sánchez, que es, al fin y al cabo, quien se someterá a la investidura. Justamente fue Rovira quien el pasado sábado ante el consejo nacional del partido advirtió de que las negociaciones "no van bien", además de reivindicar que si hoy se proyecta la amnistía como un logro factible es porque su partido ha desbrozado el camino apostanto por el diálogo en la pasada legislatura.

Una relación compleja desde la reforma laboral

Justamente por eso hay quien desde el espacio en Catalunya sugirió a Díaz que el gesto de Bruselas, trabajado minuciosamente por Jaume Asens como enlace, debería repetirse ahora en Suiza, donde Rovira, que sería otra de las grandes beneficiadas de una eventual amnistía, reside desde 2018. ERC tiene buenas relaciones con Podemos y su secretaria general, Ione Belarra, con quien Rovira mantiene una interlocución regular. Pero es más distante con Díaz, especialmente desde la decisión de ERC de no apoyar la reforma laboral. De hecho, la aprobación de esa reforma abrió una brecha entre Díaz y el líder republicano en Madrid, Gabriel Rufián, que aún hoy sigue abierta.

Durante la campaña electoral, fueron frecuentes los reproches de los republicanos a la líder de Sumar, sobre todo por el hecho de haber dejado fuera de las listas electorales a la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, tras un toma y daca en el que incluso los Comuns acusaron a Podemos de haber amagado con concurrir a las elecciones con ERC. En esos días hubo un gesto que simbolizó perfectamente cómo los republicanos tienen, de largo, más sintonía con Podemos que con Sumar: en plena campaña electoral, el Govern de ERC invitó a Montero a participar en un acto sobre feminismos. Paradójicamente, los Comuns sí que mantienen contactos frecuentes y fluidos con los republicanos en el Parlament.

"Que se reúna solo con Junts resta espacio a ERC, que son también necesarios. Los dos encuentros deberían haberse organizado conjuntamente", aseguran desde Podem Catalunya, los más críticos con la visita de Díaz a Puigdemont. Añaden que de esta manera "se le ha dado más fuerza negociadora" al líder de Junts, un hecho paradójico teniendo en cuenta la enemistad política entre los Comuns y los posconvergentes tanto en el Parlament como en el Ayuntamiento de Barcelona y el Congreso.

No se puede dar por descontado, avisan, ni el apoyo de los republicanos ni el de otros partidos como Bildu, el BNG y el PNV. Si lo que pretendía Díaz era liderar la interlocución con los distintos grupos, sostienen los más críticos, debería haber abierto una ronda de contactos con todos aquellos con los que hay que construir un pacto para la investidura y no solo con Puigdemont. Desde ERC no quieren polemizar ni con unos ni con otros, pero avisan que no hay fecha a la vista para un encuentro Díaz-Rovira.

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