Las cuentas de 2024

El Govern asume que la investidura de Sánchez dificultará tener nuevos presupuestos antes de final de año

Economia reclama al Gobierno una previsión de ingresos para elaborar los presupuestos

El PSC apremia al Govern a cumplir con los presupuestos tras haber ejecutado el 55%

Los Comuns urgen a Aragonès a negociar los presupuestos y a no dar "por perdida" la legislatura

El 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa, en el pleno de aprobación de los presupuestos de 2023

El 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa, en el pleno de aprobación de los presupuestos de 2023 / FERRAN NADEU

Sara González

Sara González

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Era el 20 de junio, después de las municipales y a las puertas de las generales, cuando la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, anunció que el Govern había puesto en marcha la maquinaria de los presupuestos de 2024, cuya aprobación supondría el pasaje definitivo para que Pere Aragonès pueda agotar la legislatura a pesar de su minoría parlamentaria. Pero en Palau empiezan a asumir que la investidura de Pedro Sánchez torpederá la vocación de poderlos tener antes de final de año.

"La cosa se complica porque la información que nos tiene que proporcionar el Estado llega tarde", lamentan desde el entorno del 'president'. El viernes pasado la 'consellera' de Economia, Natàlia Mas, ya apretó las tuercas al Gobierno con esta cuestión reclamando por carta cuál será la previsión de ingresos del modelo de financiación y el objetivo de déficit. Sin esos datos, aseguran, no pueden poner encima de la mesa de los grupos de la oposición una propuesta para empezar los intercambios de pareceres. En el aire está también si, fruto de las negociaciones para la investidura, habrá algún acuerdo para reducir la deuda de Catalunya con el Estado. ERC puso como una de las condiciones reducir el déficit fiscal, además de la amnistía y el traspaso de Rodalies.

El PSC y En Comú Podem, los dos actores que aprobaron los presupuestos de 2023, aseguran que, tres meses después de las palabras de Vilagrà, no se han puesto en contacto con ellos para hablar de los del año que viene. "Quizá ya cuentan con una prórroga", apuntan desde los Comuns, que señalan la relevancia que tendría pactar la reducción de la deuda con el Estado.

Sin vetos al PSC

Desde el punto de vista de ambos partidos de la oposición, es posible, si hay voluntad para ello, trabajar en base a un esbozo a la espera de los datos definitivos que aporte el Gobierno para que no se repita la demora que ya se produjo de las cuentas vigentes en estos momentos. Estas se aprobaron el pasado 10 de marzo tras un largo toma y daca entre ERC y el PSC y la cesión de los republicanos, a regañadientes, a la construcción de la Ronda Nord entre Sabadell y Terrassa.

A diferencia de entonces, el Govern da ya por normalizada la interlocución "en el ámbito presupuestario" con el grupo de Salvador Illa. Si hace un año tanto Aragonès como Oriol Junqueras sostenían que no pactarían las cuentas con el PSC en un contexto en que no preveía la salida definitiva de Junts del Executiu, ahora el 'president' incluye sin vetos a los socialistas en la ronda de contactos cuando finalice la fase técnica y arranque la política.

"Volverá a hablar con todos los grupos con los que ha negociado presupuestos en el pasado", especifican desde Presidència, que inciden en que eso incluye también a la CUP pese a que el año pasado cerraron la puerta a entrar en la ronda de conversaciones. Con Junts, con quien ERC mantiene la prioridad de acuerdo, los esfuerzos están centrados en estos momentos en una mínima coordinación para la investidura de Pedro Sánchez. Se da por descontado que los intercambios de apoyos ante las necesidades mutuas volverán a estar encima de la mesa de unas negociaciones que tomarán de nuevo una dimensión triangular: Congreso, Parlament y Ayuntamiento de Barcelona. El riesgo de una repetición de las generales sobrevolará todas las interlocuciones, así como unas elecciones catalanas que serán, como muy tarde, en febrero de 2025.

Los equilibrios del PSC

Salvador Illa no está por ahora especialmente satisfecho con el ritmo de cumplimiento de lo pactado para 2023. Tras la reunión de balance que hicieron con el Govern la semana pasada, la lectura que hacen es que "hay mucho margen de mejora" en el cumplimiento, especialmente en el ámbito de las inversiones para hacer frente a la sequía, mientras a nivel gubernamental presumen de haber ejecutado ya el 55% de lo acordado. De la comisión para valorar el aumento de la capacidad del aeropuerto del Prat no hay, por ahora, ni rastro, mientras que de la Ronda Nord se firmó el protocolo previo a principios de julio.

Los socialistas catalanes no tienen otra que contemporizar y hacer equilibrios en su estrategia de presión al Govern ante la dependencia que tiene en estos momentos Sánchez de los votos de los independentistas para continuar en la Moncloa. El PSC, que ondea la bandera de oposición "responsable" con el ojo puesto en alcanzar la Generalitat, se sitúa por ahora en un rol discreto y mantiene que no es hora de precipitar elecciones pese a que fue el partido más votado en las municipales y obtuvo más votos que los tres partidos independentistas juntos en las municipales. Pese a que es la amnistía el eje sobre el que pivotará un eventual acuerdo de investidura, el debate económico, uno de los elementos sobre los que los socialistas entienden que se cimentó el 'procés', formará también parte del pulso.

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