Bruselas investigará las ayudas de China a los vehículos eléctricos

La industria del automóvil

Von der Leyen: “Inundan los mercados globales con precios artificialmente bajos”

Un coche eléctrico modelo Cyberster de la marca china MG, en el salón del automóvil de Munich, la semana pasada

Un coche eléctrico modelo Cyberster de la marca china MG, en el salón del automóvil de Munich, la semana pasada

Leonhard Simon / Getty

Bruselas se dispone a abrir una investigación masiva a China por sus presuntas ayudas de Estado en el sector del coche eléctrico, un elemento crucial de la transición verde en que se ha embarcado la Unión Europea tanto para cumplir sus objetivos climáticos como para evitar la desindustrialización del continente.

“Los mercados globales están siendo inundados con coches chinos más baratos cuyo precio se mantiene artificialmente bajo gracias a enormes subsidios públicos. Eso está distorsionando nuestro mercado”, denunció ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su discurso sobre el estado de la Unión ante el pleno de la Eurocámara. “Puedo anunciar que la Comisión va a lanzar una investigación sobre ayudas de Estado a los vehículos eléctricos procedentes de China”, reveló Von der Leyen.

“Nuestras compañías son excluidas demasiado a menudo de mercados extranjeros, son víctimas de prácticas depredadoras o se ven debilitadas por competidores que se benefician de grandes subsidios estatales. Ni las aceptamos dentro ni las aceptamos fuera”, argumentó la alemana, que recibió una sonada ovación de los eurodiputados al comunicar la decisión.

“Estamos abiertos a la competencia pero no a prácticas desleales”, advierte Dombrovskis antes de viajar a China

El sector del coche eléctrico “es crucial para la industria de la economía limpia y tiene un potencial enorme para Europa” pero “debemos tener los ojos bien abiertos ante los riesgos a los que nos enfrentamos”, argumentó Von der Leyen. Varios estados miembros –en especial, Francia- reclamaban con insistencia desde hace tiempo a Bruselas que analizara la situación de este mercado y pasara a la acción, preocupados por el impacto de las ayudas públicas chinas al sector y sus efectos sobre la competencia global. Pero la Comisión Europea actúa de oficio, no porque haya recibido una denuncia previa sobre posibles prácticas de competencia desleal, explicaron fuentes comunitarias. Los servicios comunitarios han recabado información sobre el sector y tienen sospechas de subsidios de Estado a los materiales que se utilizan para la fabricación de las baterías, un elemento determinante para el precio final de un vehículo eléctrico, y el software que utilizan los coches.

Pekín estaba al corriente de las preocupaciones de Bruselas. Von der Leyen transmitió sus preocupaciones por el tema al primer ministro chino, Li Qiang, durante la pasada cumbre del G-20 en Nueva Delhi. El tema figurará sin duda en la agenda de la reunión de alto nivel sobre comercio de la UE y China prevista para el 25 de septiembre. El vicepresidente Valdis Dombrovskis, responsable de la cartera de Competencia, confirmó ayer que viajará a China en los próximos días. “Estamos abiertos a la competencia pero no a prácticas desleales, por eso vamos a abrir una investigación a los vehículos eléctricos chinos”, tuiteó poco después del discurso de la presidenta del ejecutivo comunitario.

Bruselas sospecha que China da ayudas de Estado ilegales a los materiales utilizados para las baterías

Aunque actualmente el porcentaje de coches eléctricos fabricados en China es mínimo, su cuota de mercado está creciendo a gran velocidad y ha pasado del 0,1% en el 2019 al 2,8% en lo que va de año, de acuerdo con un reciente análisis publicado por Schmidt Automotive Research. Es un sector, además, que avanza a pasos de gigante: el 13,6% de las nuevas matriculaciones en la UE en el pasado mes de julio correspondían a coches eléctricos, frente al 9,8% del año anterior, de acuerdo con la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que registró un crecimiento del 10% en el caso de España.

La investigación sobre ayudas de Estado a China en el sector del automóvil es el mayor expediente de competencia abierto por la UE a China desde el caso de las ayudas de Estado a los paneles solares abierto en el 2012, que se saldó finalmente con un acuerdo que fijó un precio mínimo a sus exportaciones a la UE y un volumen anual máximo para el mercado europeo por varios años, para dejar espacio a la industria comunitaria para crecer y facilitar la transición verde.

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