- El BCE renuncia a estabilizar la inflación antes de 2025 para no dañar la economía
- España mantiene el diferencial positivo de inflación con la UE
La reunión en Jackson Hole celebrada hace unos días ha servido para rechazar de plano, o al menos para aplazarla hasta otros momentos, la posibilidad de que las autoridades monetarias decidieran modificar el objetivo de inflación a conseguir, elevándolo del 2% actual hasta el 3% o incluso algo más.
Quienes abogan por hacerlo sobre la base de que el control de los precios va a ser muy complicado de conseguir en las circunstancias actuales han perdido de nuevo la pelea. De manera cíclica se plantea si es posible que los bancos centrales mantengan
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