Falabella vuelve a los números azules gracias a un cambio contable pero las ventas caen 12%

Falabella vuelve a los números azules gracias a un cambio contable.

La compañía reportó utilidades por US$ 61 millones entre abril y junio, dejando atrás tres trimestres de números negativos. Pero la cifra fue empujada por un cambio en el método de revalorización de sus propiedades, que generó un beneficio de US$ 108 millones. Los ingresos trimestrales sumaron US$3.354 millones, con una caída de 13% versus igual trimestre de 2022. El Ebitda se desplomó 42% y el resultado operacional, casi 80%. El segmento mejoramiento del hogar cayó 24% y las tiendas por Departamento, 17%.


Falabella divulgó sus esperados resultados financieros correspondientes al segundo trimestre de 2023. Y pese a que en la última línea consiguió números azules por primera vez en un año, tras tres trimestres de pérdidas, la salud de sus negocios no es aún la mejor: las ganancias provinieron de un nuevo modelo de revalorización para sus propiedades de inversión, algo que comunicó poco antes en un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero.

La empresa de retail obtuvo ganancias por US$61 millones en el segundo trimestre, lo que implica una caída de 50% con respecto al mismo periodo del año previo. Sin embargo, la cifra se vio impulsada por el cambio contable, que generó un ajuste positivo neto de US$ 108 millones en el período. La modificación fue decidida por el directorio de la compañía: hasta diciembre de 2022, las propiedades de inversión eran contabilizadas bajo el modelo del costo: a partir de ahora lo harán según el modelo del valor razonable.

“La sociedad considera que el modelo de valor razonable aplicable a sus propiedades de inversión refleja de mejor forma el valor patrimonial y económico de sus negocios inmobiliarios, como así también, facilita la comparabilidad de sus estados financieros con otras empresas del mercado que explotan propiedades de inversión”, explicó Falabella en el hecho esencial.

Aquello había sido adelantado hace unos meses por el exdirector, Sergio Cardone, quien en entrevista con Pulso contó que la empresa estaba estudiando hacer lo mismo que hacía la competencia: “En IFRS se pueden elegir dos maneras de valorizar los activos físicos: uno, que los dejas al valor que los compraste y no los reajustas, y los deprecias en un determinado plazo. Ese camino fue el que eligió Falabella, pues la inflación era muy baja, 3%, y no tenía mayor efecto. Nosotros no sabíamos que íbamos a tener un 13% de inflación. Los estados de resultados quedan totalmente distorsionados cuando la inflación es alta”, explicaba.

El ajuste en el segundo trimestre no permitió, sin embargo, revertir las cifras rojas del primer trimestre: Falabella anotó pérdidas por US$ 6 millones en el semestre enero a junio.

La salud del negocio sigue deteriorada. Los ingresos trimestrales ascendieron a US$3.354 millones, con una caída de 12,5% con respecto al periodo abril-junio de 2022. La caída en el consumo golpeó a los segmentos mejoramiento del hogar (-24%) y tiendas por departamento (-17%), los que explican este resultado.

El resultado operacional completo -incluyendo el negocio bancario- descendió 79%, hasta US$ 34 millones, en el segundo trimestre. Excluido el segmento bancario, según sus balances, la cifra fue negativa en el segundo trimestre en exactos US$ 10 millones. El Ebitda de Falabella descendió 42%, hasta US$ 176 millones.

“Durante el trimestre terminamos la ejecución del plan de eficiencias impulsado en octubre pasado. Lo anterior, nos ha permitió reducir los gastos consolidados en 8% durante el periodo, un 15% en términos reales, explicado principalmente por la reducción de gastos en logística, optimización de actividades de marketing y fidelidad, integración de funciones, entre otros. Sin embargo, el entorno ha sido más desafiante de lo anticipado, por lo que hemos intensificado los esfuerzos para recuperar nuestra rentabilidad, sumando nuevas iniciativas al plan”, dijo en un comunicado el gerente general de Falabella, Gaston Bottazzini.

“Nuestro panorama hacia adelante está centrado en recuperar la rentabilidad en retail, ecommerce y el negocio financiero, junto con focalizar nuestros esfuerzos para fortalecer y mejorar nuestra propuesta de valor a los clientes”, agregó.

La deuda financiera neta alcanzó los US$ 4.781 millones, cifra que equivale a 8,6 veces Ebitda. Ese indicador era de 6,3 veces en diciembre de 2022 y de 3,6 veces hace un año, en junio de 2022. La deuda financiera total consolidada se acerca a US$ 5.500 millones.

Resultados previos

Entre enero y marzo de este año, la empresa obtuvo ingresos por US$3.476 millones, lo que implica una baja interanual del 6%, explicada por una disminución de los negocios de Mejoramiento del Hogar (-22%) y Tiendas por Departamento (-20%) en Chile, lo que fue compensado en parte por un crecimiento en los negocios bancarios en la región (22%).

El Ebitda llegó a US$161 millones en los primeros tres meses de 2023, mientras que la pérdida neta del trimestre fue de US$76 millones. Esto se explica por una menor contribución de los negocios en Chile, particularmente Banco Falabella, Tiendas por Departamento y Mejoramiento del Hogar.

La empresa ligada a las familias Solari y Del Río ya había registrado pérdidas por US$ 26 millones entre octubre y diciembre de 2022. Una cifra idéntica de mermas había sufrido la compañía en el tercer trimestre de 2022, cuando comenzó el

A fines de febrero la empresa anunció un plan de inversiones por US$664 millones en el año en curso, con foco en potenciar su ecosistema físico y digital. El 60% de los recursos irán a tecnología y logística, y el 40% a aperturas y remodelaciones de tiendas, según detallaron en ese momento.

Por otro lado, y tras la junta de accionistas que se llevó a cabo a mediados de abril la empresa rompió con una tradición. Carlo Solari dejó la presidencia tras casi 10 años en el cargo y asumió Enrique Ostalé. Por primera vez tomaba el mando un profesional no vinculado a las familias controladores.

Cierre de tiendas

La empresa ha estado realizando ajustes en el último tiempo. En marzo, anunció el cierre de su tienda en Estación Central, tras 15 años de operaciones, mientras que en octubre dejará de funcionar la tienda en Mallplaza Sur en San Bernardo.

En un comunicado, la empresa indicó que esta decisión se enmarca en la continua evaluación que hace del valor estratégico de cada una de sus tiendas.

La empresa informó además que habrá renovaciones de otras tiendas en Antofagasta y Talca. En esas tiendas se aumentó los metros cuadrados de vestuario, calzado y accesorios, con el fin de responder a las necesidades de los clientes.

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