El Rey da el encargo de la investidura a Núñez Feijóo, que no cuenta con el plácet del PNV

La nueva legislatura

La Casa del Rey informa de que la decisión se ha tomado conforme a la “tradición”

El debate de investidura de Núñez Feijóo será el 26 y 27 de septiembre

El Rey da el encargo de la investidura a Núñez Feijóo, que no cuenta con el plácet del PNV
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La presidente del Congreso, Francina Armengol, poco antes de comunicar la decisión del Rey 

Dani Duch

Felipe VI propuso anoche al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, como candidato a la presidencia del gobierno, en virtud del artículo 99 de la Constitución, que concede al jefe del Estado la potestad de designar el candidato a presidente, una vez oídos los representantes de las fuerzas políticas presentes en el Congreso. La decisión no era fácil y ha sido adoptada de acuerdo con la norma consuetudinaria: la tradición.

El comunicado de la Casa del Rey informa de que la designación del candidato del Partido Popular obedece a la tradición : desde la entrada en vigor de la Constitución (1978), en todas las legislatura menos una, el primer candidato a la investidura ha sido el líder del partido con más escaños. La excepción se registró en enero del 2016, cuando Mariano Rajoy declinó el encargo del jefe del Estado, para ganar tiempo, y el primer debate de investidura de la XI legislatura tuvo como candidato a Pedro Sánchez , que perdió. (Fueron más de nueves meses de interinidad, lo nunca visto en España). Esta vez se ha apelado a la tradición: el más votado tiene prioridad. “En el procedimiento de consultas no se ha constatado, a día de hoy, la existencia de una mayoría suficiente para la investidura que, en su caso, hiciera decaer esa costumbre”, señala el comunicado. La nota de la Casa del Rey recuerda que el jefe del Estado tramitará sucesivas propuestas si el actual candidato no obtiene la investidura.

El comunicado de la Casa del Rey informa de que la designación del candidato del Partido Popular obedece a la tradición

La presidente del Congreso, Francina Armengol, poco antes de comunicar la decisión del Rey 

Dani Duch

El Partido Popular cuenta con 172 votos y aspira a la abstención del PNV... y de Junts per Catalunya

Núñez Feijóo cuenta en estos momentos con 172 votos seguros (Partido Popular, Unión del Pueblo Navarro, Vox y Coalición Canaria) y aspira a la abstención del Partido Nacionalista Vasco y Junts per Catalunya (han leído bien). El líder de los populares mantuvo ayer una conversación telefónica con Santiago Abascal, que ha exigido garantías de respeto para Vox desde la rama principal de la derecha. Hubo paz. Paz momentánea. ¿Qué significa eso? Mantener en pie todos los pactos firmados entre ambas formaciones en los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Y luego está la cuestión de Murcia. Pronto veremos si Vox entra en el gobierno regional murciano o se repiten elecciones en esa comunidad autónoma.

La tregua entre Vox y PP –la plena vigencia de la entente entre extrema derecha y derecha española afiliada al Partido Popular Europeo– hace imposible la abstención del Partido Nacionalista Vasco, ocho o nueve meses antes de la celebración de elecciones al Parlamento Vasco, con EH Bildu disputándole el primer puesto a los de Sabin Etxea. A través de su experimentado portavoz en Madrid, Aitor Esteban , el PNV ha vuelto a insistir en que no puede dar luz verde a Núñez Feijóo a causa de ese compromiso histórico de los populares con la extrema derecha. Cada vez que toman la palabra, los nacionalistas vascos ofrecen un matiz más a su posición. Ayer Esteban confirmó que el PNV se ha reconciliado con Junts, tal y como informaba La Vanguardia el pasado lunes. Las relaciones entre Sabin Etxea y Carles Puigdemont se enfriaron después de los hechos de octubre del 2017. Aitor Esteban explicó ayer que el PNV ha contribuido estos días a la interlocución entre el PSOE y Junts.

Vox mantiene el apoyo al PP después de una conversación entre Feijóo y Santiago Abascal

Fuentes del PP dicen que también aspiran a la abstención del grupo que lidera Puigdemont. Es una buena táctica para crear ambiente. Generar la sensación de que todo será posible cuando Núñez Feijóo suba a la tribuna del Congreso para explicar su programa de Gobierno. Génova ha enviado señales en morse a Waterloo estas semanas. Entre los sectores más pragmáticos de Junts, la negociación con el PP no supondría un gran inconveniente en circunstancias más relajadas. Puigdemont controla, sin embargo, su grupo parlamentario en Madrid. Este es un dato clave desde hace meses, desde que Jaume Giró retiró su candidatura a encabezar la lista de Junts al Congreso de los Diputados. Todo es posible en la política española, pero los estudios sobre las alteraciones del espacio-tiempo no están lo suficientemente avanzados como para generar un agujero de gusano , como el de la película Interestellar , que comunique directamente Prada de Conflent (agosto del 2023) con los salones del hotel Majestic (abril de 1996).

Feijóo ofrece una hipótesis corta. Sánchez trabaja con una hipótesis todavía inconclusa. El líder del Partido Popular, sin números suficientes, a menos que nos sorprenda la astrofísica. El líder socialista, con el pastel todavía en el horno.

El PNV confirma la reconciliación con Junts y señala que ha ayudado al diálogo del PSOE con Waterloo

Anteayer, el PSOE decidió facilitar la decisión del jefe del Estado, al anunciar que no considera un contratiempo la designación de Feijóo. “Lo que decida el Rey nos parecerá bien”, dijeron fuentes socialistas. Con esa declaración ganaron centralidad y tiempo. Sánchez necesita tiempo para concluir una compleja negociación con Junts y Esquerra Republicana, pero también con PNV y Bildu. Y con el BNG. Sin olvidar a Sumar, que no querrá ser convidado de piedra, puesto que los cinco diputados de Podemos (elegidos en las listas de Sumar) empiezan a emitir señales de inquietud por la amabilidad de Yolanda Díaz con Sánchez.

¿Por qué Feijóo ha mostrado tanto interés por una votación que seguramente va a perder? Quiere fijar la posición de vencedor de las elecciones ante una posible repetición de estas, o un nuevo periodo de oposición. Quiere conservar el liderazgo del PP. Quiere sembrar para el futuro. Después de las elecciones vascas (quizá en abril del 2024) y después de las elecciones europeas (junio 2024) puede haber un nuevo paisaje político. Y quiere someter a Vox a una prolongada sesión de estrés. Feijóo y su equipo creen que más adelante pueden ganar, si resisten. En España siempre se trata de resistir.

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