Todo a punto para el aterrizaje histórico de la India en el polo sur de la Luna

Espacio

Hoy la misión Chandrayaan 3 podría convertirse en la primera en alunizar en la región más estratégica de nuestro satélite, en donde se ha confirmado la existencia de hielo de agua

La misión rusa Luna-25, que pretendía avanzarse y aterrizar este pasado lunes, se estrelló contra la superficie lunar

Ilustración del módulo de descenso de la nave Chandrayaan 3, que transporta un pequeño robot en su interior para explorar el polo sur de la Luna.

Ilustración del módulo de descenso de la nave Chandrayaan 3, que transporta un pequeño robot en su interior para explorar el polo sur de la Luna 

Agencia espacial de la India, ISRO

Hoy miércoles, a las 14:34 (hora peninsular), está previsto el aterrizaje de la sonda india Chandrayaan 3 en el polo sur de la Luna. Si todo sale según lo previsto, la misión pasará a la historia por partida doble: la India se convertirá en el cuarto país en tocar con éxito suelo lunar (después de los Estados Unidos, la antigua Unión Soviética y la China), y el primero en hacerlo en el polo sur de nuestro satélite, un lugar que se ha convertido en estratégico después de que se confirmase la presencia de agua helada en el interior de algunos de sus cráteres.

La expectación que ha generado esta misión se ha incrementado notablemente como consecuencia del accidente que sufrió la nave rusa Luna-25 el pasado sábado. La sonda debía aterrizar, también, cerca del polo sur de la Luna, pero la agencia espacial rusa Roscosmos perdió el contacto con ella cuando se iniciaba una maniobra de ajuste de órbita.

Unas horas después, Roscosmos confirmaba el accidente: “De acuerdo con las observaciones preliminares, la nave ha dejado de existir después de una colisión con la superficie de la Luna”. Yuri Borisov, el máximo responsable de la agencia espacial rusa, ha anunciado un análisis profundo para esclarecer la causa del incidente, que podría ser debido al funcionamiento incorrecto de uno de los motores.

El caso de la Luna-25 viene precedido por los accidentes sufridos por misiones lunares de diversas nacionalidades. El año 2019, la sonda israelí Beresheet se estrelló cuando intentaba el descenso a la Luna. El mismo año, la India perdió el alunizador de la Chandrayaan 2 después que se desviase en los instantes finales de la maniobra de aterrizaje. Y tampoco lo consiguió la nave Hakuto-R en abril de este año, una misión operada por la compañía privada japonesa ispace.

El ambicionado polo sur de la Luna

En los últimos años, se han acumulado evidencias que indican que la Luna no es un lugar tan extremadamente seco como anteriormente se creía. Las misiones Clementine y Lunar Prospector de la NASA (1994 y 1998 respectivamente) obtuvieron los primeros datos que eran compatibles con la presencia de hielo de agua en algunos de los cráteres más profundos de los polos de la Luna, sitios en donde el hielo, quizás aportado por impactos de cometas o asteroides, podría permanecer protegido de la incidencia de la luz solar.

Después que otras sondas apoyaran estas primeras informaciones, el año 2018 la NASA confirmaba definitivamente la existencia de hielo en los cráteres del polo sur de nuestro satélite, gracias a los datos recogidos siete años antes por la misión india Chandrayaan 1 desde la órbita lunar.

Localización de posibles depósitos de hielo de agua en la región del polo sur de la Luna detecados por el satélite Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA

Localización de posibles depósitos de hielo de agua en la región del polo sur de la Luna detectados por el satélite LRO 

NASA/Goddard Space Flight Center/AmericaSpace

A partir de ese instante, el polo sur de la Luna se convirtió en un objetivo prioritario para diversas agencias espaciales, ya que el agua es un activo esencial para poder alimentar futuras bases y también como fuente de combustible para naves.

El honor de ser el primero

La importancia estratégica del polo sur lunar ha quedado demostrada con la coincidencia, en el calendario, de las misiones india y rusa, con alunizajes previstos con pocas horas de diferencia entre ellas.

La Chandrayaan 3, la tercera misión lunar de la India, empezó su periplo espacial el pasado 14 de julio, y el 5 de agosto entró en órbita de la Luna. En los últimos días, la nave ha realizado diversas maniobras para ajustar su trayectoria en preparación para el momento culminante, previsto para las próximas horas, en el que el módulo de aterrizaje de la misión descenderá cerca del polo sur de la Luna transportando, en su interior, un pequeño robot explorador.

Aunque todo indica que la misión se está desarrollando según el plan establecido, Nilesh M. Desai, el director del centro de aplicaciones espaciales de la agencia espacial india, declaró el lunes que “dos horas antes que Chandrayaan 3 aterrice se tomará una decisión sobre si será o no adecuado hacerlo en ese momento, en función de la salud del módulo de aterrizaje y de las condiciones en la Luna”. Y añadió que, en el caso que se detectase algún factor que pudiese poner en riesgo la operación, el aterrizaje se pospondría hasta el 27 de agosto.

Por su parte, la misión Luna-25 significaba el retorno de Rusia a la Luna después de 46 años de ausencia (la última misión exitosa fue la de la nave soviética Luna-24, el año 1977). El proyecto había sufrido diversos retrasos y contratiempos, incluida la renuncia de la agencia espacial europea a colaborar en la misión como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania (la ESA planeaba instalar y probar una cámara de navegación para el alunizaje). Finalmente, Luna-25 se lanzó al espacio el pasado 10 de agosto, y Roscosmos anunció que el aterrizaje en el cráter Boguslawsky, relativamente cercano al polo sur de la Luna, tendría lugar el día 21.

Fotografía de la superficie lunar tomada por la nave Luna-25 el 17 de agosto, en la que aparece el cráter Zeeman

Fotografía de la superficie lunar tomada por la nave Luna-25 el 17 de agosto, en la que aparece el cráter Zeeman 

Roscosmos/Reuters

El fracaso de la misión rusa representa un duro golpe para el programa espacial de este país. Tal como había declarado Roscosmos con anterioridad al accidente, Luna-25 debía demostrar que Rusia “es un estado capaz de enviar cargas útiles a la Luna” además de “garantizar el acceso del país a la superficie lunar”.

La carrera de los grandes

El polo sur también es la localización elegida por la agencia espacial de los Estados Unidos, la NASA, para el retorno humano a la Luna. La misión Artemis 3, prevista para el 2025 o el 2026, transportará cuatro astronautas a la Luna y dos de ellos bajarán a la superficie, un hecho que no sucedía desde el aterrizaje del Apollo 17 en el año 1972.

La misión Artemis 3, que significará el retorno humano a la superficie lunar, se realizará en estrecha colaboración entre la NASA y la compañía SpaceX

La misión Artemis 3, que significará el retorno humano a la superficie lunar, se realizará en estrecha colaboración entre la NASA y la compañía SpaceX 

SpaceX

Por su parte, la China comunicó, el pasado mes de mayo, su intención de enviar astronautas a la Luna hacia el año 2030, aunque no se especificó el lugar concreto de destino.

La declaración del gigante asiático viene avalada por los recientes éxitos de su programa espacial. El año 2019, la China se convirtió en el primer país en aterrizar en la cara oculta de la Luna (lo hizo con la misión Chang'e 4, transportando un robot que todavía sigue activo). Posteriormente, en diciembre de 2020, la Chang'e 5 consiguió traer a la Tierra muestras lunares, un hecho que no se producía desde 1976 (en aquel año lo realizó la misión soviética Luna-24). Y el año 2021, la China lograba colocar un robot en la superficie de Marte.

Tanto los Estados Unidos como la China (en alianza con Rusia) han anunciado planes para la instalación de bases en la Luna durante la próxima década.

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Albert Molins
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