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Del abismo del covid a ganar más que nunca: así han dado la vuelta al negocio las aerolíneas
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Recuperación de la demanda

Del abismo del covid a ganar más que nunca: así han dado la vuelta al negocio las aerolíneas

Aunque la situación financiera les sonríe, no van a abaratar los precios. Tras superar el escollo de la pandemia, ahora toca empezar a cumplir con los objetivos de sostenibilidad

Foto: Avión de Air France en el aeropuerto de Ámsterdam. (EFE/Ramon Van Flymen)
Avión de Air France en el aeropuerto de Ámsterdam. (EFE/Ramon Van Flymen)
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El primer semestre del año fue especialmente bueno para las aerolíneas. Quien le iba a decir a sus principales directivos en 2020, cuando la pandemia obligó a paralizar el tráfico aéreo en todo el mundo, que en solo tres años iban a estar celebrando resultados financieros de récord. El trayecto ha sido duro, registrando pérdidas en casi todos los trimestres, pero ahora están consiguiendo volar más alto que nunca, económicamente hablando, gracias a una receta empleada por todo el sector: subir el precio de los billetes a medida que se recupera la demanda.

Diversos estudios ratifican que los billetes de avión son, a día de hoy, más caros que antes de que estallase la pandemia del coronavirus. Por ejemplo, Statista, una empresa alemana de estadísticas, asegura que los precios han subido un 34% respecto a lo que se observaba en 2019. Las aerolíneas justifican este incremento por la inflación devenida de la guerra de Ucrania, aunque, a tenor de la mayoría de los resultados financieros que se presentaron a finales de julio, el incremento de los costes se ha compensado de forma notoria. La explicación es que el precio de los combustibles, que suponen su mayor partida de gasto, ya no es tan alto como cuando se inició el conflicto bélico hace un año y medio.

En cualquier caso, aunque los pasajeros reconocen que viajar en avión está caro, se niegan a renunciar a esas vacaciones en el extranjero que no pudieron disfrutar por las restricciones del coronavirus. De hecho, la demanda se encuentra ya por encima de los niveles previos a la pandemia. Las cifras de Aena, el gestor aeroportuario español, recogen un dato histórico para nuestro país durante el primer semestre de 2023, contabilizando 129,4 millones de pasajeros en los aeródromos nacionales, lo que supone un alza del 1,2% respecto al mismo periodo de 2019 y un 23,4% más que en 2022. Y eso que la actividad en Barajas y El Prat, sus dos principales aeropuertos, aún no se ha recuperado por completo.

La situación es prácticamente la misma en casi todos los países. Así lo demuestran los datos que ofrece la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que informó de que, durante el primer semestre de 2023, el tráfico aéreo de pasajeros "se recuperó más allá de los niveles previos a la pandemia en todas las regiones, mientras que el internacional sigue recuperándose, pero a un ritmo acelerado impulsado por la demanda acumulada".

Foto: (Foto: Unsplash/Jesshoots.com)

Este escenario, con tarifas más caras y cada vez más pasajeros, ha disparado las ganancias de las compañías aéreas. IAG, el conglomerado que agrupa a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus, obtuvo en el primer semestre un beneficio récord antes de partidas extraordinarias de 1.260 millones de euros. En el caso de su competidor francés, Air France-KLM, la magnitud a destacar en su tabla de resultados es el margen operativo, que se situó en el 9,6% en el segundo trimestre, la mejor cifra de su historia.

Las principales aerolíneas low cost, que habitualmente ofrecen billetes más baratos, también alcanzaron cifras récord. EasyJet registró el mayor beneficio antes de impuestos de su historia en el tercer trimestre fiscal (de abril a junio), mientras que Ryanair va camino de mejorar este año su mejor marca, ya que en su primer trimestre fiscal ha multiplicado por cuatro las ganancias obtenidas en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando ya estuvo a punto de alcanzar cifras récord.

Los billetes serán todavía más caros

Aunque la situación financiera les sonríe, no van a bajar el precio de los billetes. Tras superar el escollo de la pandemia, ahora toca empezar a cumplir con los objetivos de sostenibilidad. "Se prevé que el coste que supondrá para las aerolíneas reducir las emisiones de carbono provocará un aumento significativo del precio de los billetes a partir de 2026", apuntan los expertos de Bain & Company. Aunque algunas compañías aéreas no van a esperar hasta entonces y van ya a aplicar incrementos en sus tarifas, como anunció Ryanair a finales de julio.

Foto: Turistas esperan con su equipaje en un aeropuerto. (EFE/Khaled Elfiq)

La cuestión es que la Comisión Europea exige operar el 2% de los vuelos con combustible verde a partir de 2025, avanzando progresivamente hasta alcanzar el 70% en 2050. Dependiendo de si su origen es agrícola o sintético, el biocombustible que han empezado a emplear en los aviones para cumplir con estos objetivos es, ahora mismo, entre cuatro y seis veces más caro que el queroseno tradicional, lo que los obliga a seguir encareciendo el precio de los billetes para no operar a pérdidas. Al menos hasta que la producción aumente de tal manera que se equilibre la oferta y la demanda, permitiendo reducir los precios de este carburante para la aviación, conocido como SAF.

Para acelerar el cumplimiento de los objetivos medioambientales, también se están renovando las flotas. Los aviones nuevos contaminan algo menos y, aprovechando las ganancias de los últimos meses, han realizado enormes pedidos a Airbus y Boeing. El mayor de la historia lo anunció IndiGo Airlines a mediados de junio, con la compra de 500 aeronaves, superando el encargo de 470 unidades que había realizado su compatriota Air India en febrero. Ryanair también se sumó a la fiesta, solicitando 300 aviones. Aquí el problema está en que ambos fabricantes acumulan retrasos en las entregas desde la crisis de componentes que también provocó la pandemia.

Foto: Logo de Airbus en París. (Reuters/Benoit Tessier)

Con estos pedidos, que suponen fuertes desembolsos económicos, las aerolíneas no solo renuevan su flota, sino que también la amplían. Se atisba, por tanto, una lucha feroz en los próximos años por captar clientes, ya que los expertos estiman que la demanda no puede seguir creciendo durante mucho más tiempo. De hecho, se prevé que con el aumento del precio de los billetes, sumado a las prohibiciones de operar vuelos cortos que están empezando a imponer países como Francia, caiga el número de viajeros. Bain & Company prevé así que el aumento de los costes para disminuir las emisiones de carbono "reducirá [en 2030] la demanda en un 4,7% de media en todas las regiones en comparación a un escenario de emisiones de carbono a cero coste".

Antes de iniciar la batalla por los clientes, los grandes conglomerados de aerolíneas están reforzando sus posiciones. Los peces grandes se están comiendo a los pequeños, que están teniendo más problemas para recuperarse financieramente debido a los altos niveles de deuda que adquirieron para sobrevivir a la pandemia. Algunas compañías, incluso, tuvieron que ser rescatadas por los gobiernos de su país y ahora están en venta porque el Estado quiere recuperar su inversión. Es el caso de la portuguesa TAP, en la que están interesadas IAG, Air France y Lufthansa. Esta última, además, ya acordó con el Ejecutivo italiano la compra del 41% de Ita Airways.

Foto: Ideas como la de Hooters Air fueron un rotundo fracaso (Wikipedia/EMcCutchan)

En España, la operación corporativa del sector de la aviación está protagonizada por Iberia y Air Europa. Las negociaciones comenzaron antes de la pandemia, pero la crisis del coronavirus obligó a cancelar la fusión por los problemas económicos que asolaron a las aerolíneas. Finalmente, como adelantó El Confidencial, la familia Hidalgo cerró la venta de su compañía por un valor total de 500 millones, aunque este movimiento aún debe ser aprobado por Bruselas.

El primer semestre del año fue especialmente bueno para las aerolíneas. Quien le iba a decir a sus principales directivos en 2020, cuando la pandemia obligó a paralizar el tráfico aéreo en todo el mundo, que en solo tres años iban a estar celebrando resultados financieros de récord. El trayecto ha sido duro, registrando pérdidas en casi todos los trimestres, pero ahora están consiguiendo volar más alto que nunca, económicamente hablando, gracias a una receta empleada por todo el sector: subir el precio de los billetes a medida que se recupera la demanda.

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