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¿Qué hay detrás del pulso de Giorgia Meloni a la banca italiana y su nuevo impuesto al sector?

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El Ejecutivo italiano ha matizado el planteamiento del tributo tras la debacle bursátil del sector en lo que parecía una marcha atrás en toda regla

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. EFE
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. EFE

"No es un impuesto sobre un margen legítimo, sino un impuesto sobre un margen injusto". De esta contundente forma ha defendido Giorgia Meloni el polémico impuesto a la banca aprobado por su Gobierno de manera inesperada en la noche del lunes. La medida provocó el descalabro del sector en bolsa el martes -las entidades italianas se dejaron más de 9.000 millones de euros de valor- y el Ejecutivo italiano salió a matizar el planteamiento del tributo; parecía una marcha atrás en toda regla, pero nada más lejos de la realidad.

A lo largo del día de ayer, la primera ministra y su número dos en el Gobierno, Matteo Salvini, elevaron el pulso con el sector financiero del país y situaron el foco en las entidades ante el aumento de la presión que están soportando familias y empresas por el encarecimiento de las hipotecas y los créditos tras las sucesivas subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE).

En un mensaje difundido en las redes sociales, la primera ministra transalpina criticó a los bancos por elevar "los intereses pasivos" a los clientes que solicitan préstamos pero no hacer lo mismo en el caso de los "intereses activos para quienes depositan su dinero". "Es fundamental que el sistema bancario se comporte de la manera más correcta posible", señaló Meloni

Sin embargo, al mismo tiempo que exigía la implicación de los bancos, el Gobierno de Meloni ha puesto punto y final a la llamada Renta de Ciudadanía, una renta básica aprobada por sus antecesores que prometieron derogar en campaña electoral y que en las últimas semanas ha comenzado a interrumpirse a unas 169.000 familias, mayoritariamente del sur del país. Tal y como apunta Efe, las personas afectadas son aquellas en edad de trabajar, sin discapacidad ni personas dependientes a su cargo, que ahora tendrán que realizar programas de formación financiados por el Estado para fomentar su reinserción laboral.

Ruido interno

Algunos análisis apuntan que tantos cambios en las últimas horas son una muestra de fricciones internas en la coalición de Gobierno liderada por Meloni y sitúan la titularidad del impuesto sobre el viceprimer ministro, Matteo Salvini, en un intento por apaciguar las críticas de la parte más populista de la formación que él lidera.

Salvini ha sido, de hecho, el principal defensor de la nueva tasa. "El sector está obteniendo miles de millones de euros de beneficios sin mover un dedo en virtud de las decisiones de otros. Redistribuir una pequeña parte creo que es un deber económico y social", dijo ayer el fundador de la Liga Norte.

Según recoge Bloomberg, el pacto entre ambos socios para sacar adelante el impuesto se debatió en la noche del domingo durante una cena en un restaurante cerca de la costa toscana, apenas 24 horas antes de su aprobación, lo que explica la premura y la falta de detalles del tributo.

A lo largo del miércoles, después del impacto de la medida en las bolsas y mercados, el Gobierno matizó algunos de sus puntos claves. Entre otros, la norma se activará si el margen de intereses registrado en 2022 supera el valor del ejercicio 2021 en al menos un 5%, un porcentaje que se elevará al 10% si se compara 2023 con el año anterior (en el primer borrador difundido, esos porcentajes eran del 3% y del 6%).

Además, el Ministerio de Economía italiano se ha visto obligado a limitar el alcance del impuesto, que tendrá un límite que en ningún caso superará el 0,1% de los activos totales de la entidad. Los medios especializados estiman que la recaudación final puede oscilar entre 2.500 y 3.000 millones de euros para los seis mayores bancos italianos por el primer semestre de 2023.

Las entidades y patronales bancarias en el país no se han pronunciado aún, pero la rectificación sí tuvo ayer, de nuevo, consecuencias en las bolsas. Esta vez, positivas. Las acciones de los grandes bancos italianos consiguieron recuperar parte del terreno perdido con subidas que en el caso de Banco BPM rozaron el 5,5%. Unicredit avanzó un 4,4%; Monte dei Paschi, un 2,5% e Intesa Sanpaolo, un 2,3%.

El repunte se repitió también en España, donde BBVA y Banco Sabadell cerraron la sesión en el Ibex 35 algo por encima del 1%; CaixaBank subió un 0,9%; Santander, un 0,75% y Unicaja y Bankinter terminaron casi planos.

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