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El co-presidente de dLocal responde todo: acusaciones, investigación en Argentina, futuro de la empresa y más

Señaló que desde la compañía "se percibe una oportunidad gigantesca".

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Sergio Fogel
Sammael

dLocal es una plataforma global para que las empresas que realizan e-commerce (tanto en sus mercados locales como entregando sus productos fuera de fronteras) puedan cobrar sus ventas online. Co-fundada en 2016 por dos uruguayos, Sergio Fogel y Andrés Bzurovski, la empresa se volvió global en poco tiempo y logró sentar bases en América Latina, África, Medio Oriente y Asia. Además, es la única empresa local en cotizar en Wall Street, generando desde el comienzo números astronómicos. Sin embargo, desde noviembre del 2022 la empresa ha pasado por situaciones turbulentas. Muddy Waters, una empresa de research e inversión de Estados Unidos, la llegó a acusar por irregularidades en las cuentas de la empresa, sumado a que ahora la Justicia Argentina también la investiga por presuntas maniobras indebidas en el mercado cambiario y giros al exterior realizados con el propósito de fugar divisas. Esto generó que la acción del “unicornio uruguayo” cerrara en su mínimo histórico días atrás. De esto y más, Fogel, que recientemente asumió como co-presidente y director de estrategia de la firma, habló con El País. Lo que sigue es un resumen de la entrevista.

—¿Cómo se vive el presente de la empresa?

—Con enorme orgullo y muchísimo optimismo. Hace dos años salimos a la bolsa y la empresa creció por lo menos por tres en todas las dimensiones. También multiplicamos el volumen procesado por cuatro, la facturación por más de tres y las ganancias ajustadas por gastos de única vez también se multiplicaron por tres. Además, en el mes de mayo procesamos pagos para cuarenta millones de consumidores. Al mismo tiempo estamos atendiendo países que tienen una población conjunta de más de 4.000 millones de consumidores, por lo que estamos llegando al 1% de la población relevante. Si mirás los flujos en la otra dirección, nosotros procesamos lo que llamamos payouts, o sea, pagos a proveedores de servicio, freelancers, conductores de autos y más. Ahí mandamos pagos a tres millones y medio de personas, de nuevo, un número del que nos sentimos orgullosos, porque son tres millones y medio de personas que dependen de nuestro servicio para recibir sus ingresos, sus sueldos, el alquiler de propiedades y distintos tipos de servicios que prestan.

—¿Qué sintieron en la empresa cuando Muddy Waters los señaló como “un fraude” ante diferencias en su volumen total de pagos y cuentas por cobrar?

—Impotencia, porque la realidad es que las reglas te limitan mucho en lo que vos podés hablar y sentís que el otro lado puede decir todas las falsedades que quiera y pueden salir totalmente impunes. Tenemos una total confianza en las cosas que estamos haciendo, ya que nos regimos por las normas más estrictas que te puedas imaginar. Estamos monitoreados en múltiples jurisdicciones y estamos auditados, tanto por la auditoría interna de la empresa como por auditores externos, así que tenemos mucha confianza de que estamos haciendo todo según las normas. Es un poco frustrante las limitaciones que te impone ser una empresa pública (al cotizar en bolsa) en lo que implica responder.

—En su momento Carson Block (director general de Muddy Waters) también los trató a los accionistas de “poco serios” al vender US$ 1.000 millones en acciones en los primeros cinco meses de la salida a la bolsa de la empresa. ¿Qué opinión te merece ese señalamiento?

—No lo conozco y no creo que se merezca una respuesta. Pero sí, vendimos una cantidad importante de acciones, eso es algo habitual y no tiene nada de malo.

—En esa ocasión también ocurrió que el precio de la acción se desplomó hasta el 50% y desde entonces no han logrado recuperar su valor, pero Muddy Waters resultó beneficiado. ¿Crees que eso fue pensado para que sucediera así?

—Totalmente. Es más, ellos lo anunciaron. Esa es la manera de trabajar de estas empresas. Actúan con la clara intención de hacer bajar la acción, porque tienen lo que se llama una posición en corto, es decir, que apuestan a la baja del precio de la acción. Es una práctica que está siendo investigada por la Securities and Exchange Commission de Estados Unidos, para saber si es una práctica legal o no. Nosotros nos preocupamos de nuestra empresa y de crear valor a largo plazo. Cuando salimos a la bolsa, teníamos proyecciones que compartimos con los analistas. El valor económico que habíamos proyectado dos años atrás lo superamos en entre un 30% y un 40%, por lo que claramente estamos por el camino correcto y estamos confiados en que tarde o temprano el mercado va a reconocer el valor económico que estamos generando.

—Con todos los problemas que hubo en ese entonces (tanto con Muddy Waters y con la caída de la acción) ¿se arrepienten de haber empezado a cotizar en bolsa en 2021?

—No, de ninguna manera. Cotizar en bolsa implica una carga muy grande sobre las solicitudes de la empresa. Implica un costo muy alto en auditorías, (tanto internas como externas), y compliance, pero eso nos da un nivel de credibilidad muy grande que hace que las mayores empresas del planeta confíen en nosotros para procesar sus pagos.

—En ese entonces tampoco dieron una respuesta contundente como para que la acción se recuperara, ya que su comunicado decía que el señalamiento de Muddy Waters “contiene declaraciones inexactas, afirmaciones sin fundamento y especulaciones”. Con el diario del lunes, ¿crees que debieron hacer un descargo diferente?

—Es un capítulo que queremos cerrar, no queremos hablar demasiado sobre ese tema. De todos modos, hay limitaciones legales sobre lo que uno puede o no puede decir, y hasta que no terminamos una auditoría muy a fondo que hicimos, sobre todo para dejar tranquilos a nuestros clientes, no pudimos publicar información más detallada. Luego, cuando sí tuvimos la información, publicamos todos los datos. Las pruebas están de que todos los clientes siguen trabajando con nosotros.

—Hace pocas semanas saltó la ya conocida denuncia desde Argentina por las presuntas maniobras indebidas y giros al exterior, llevando a que la acción caiga hasta un 17,32%. Además, el pasado lunes, tras ser finalmente imputados, la acción cerró en su mínimo histórico (US$ 9,82%) ¿Cómo impactó en la empresa y sus accionistas?

—El precio de la acción a corto plazo se mueve en base a ruidos, rumores y artículos de prensa. Nosotros estamos percibiendo una oportunidad que estimamos que es un volumen de procesamiento de US$ 1.4 billones, es decir, una oportunidad gigantesca. Todo esto son pequeñas distracciones en el camino. Nosotros estamos mirando a largo plazo y en lo que estamos construyendo. El foco de gerenciamiento de la compañía no se puede basar en que el precio de la acción en algunas semanas sube y en otras baja. Estamos yendo detrás de una oportunidad gigantesca y todas las miras están puestas en eso. Con respecto a Argentina, como declaramos en un comunicado oficial, nosotros trabajamos según reglas muy estrictas. Solamente podemos hacer giros cuando son aprobados por el Banco Central y por el departamento de cumplimiento de los bancos de primer nivel con los que trabajamos. Eso nos brinda total confianza en que hemos hecho todo en base a la regulación y seguimos trabajando para crear valor de largo plazo que es lo que nos encomiendan los accionistas.

—¿Qué medidas tomaron o piensan tomar al respecto?

—Colaborar con las autoridades, brindar todas las explicaciones y la información que se nos pida, como siempre lo hacemos. No solamente en Argentina, sino en todas las jurisdicciones.

—El pasado miércoles lo nombraron co-presidente. ¿Qué significa obtener este reconocimiento en este momento?

—Ocurrió en uno de los mejores momentos de la compañía. Estamos trabajando en 40 países, tenemos oficinas en cinco países adicionales y los números nuestros del cuarto trimestre fueron buenísimos y los del primer trimestre fueron mejores aún. Además, tenemos una proyección para el año de entre US$ 620 millones y US$ 640 millones de facturación. Yo siempre estuve muy vinculado a la compañía. El nombramiento es porque el equipo ejecutivo tiene un desafío enorme por delante, necesitan ayuda porque es absolutamente imposible manejar una compañía con una operación tan grande y al mismo tiempo estar yendo a eventos de inversores. Lo veo más como asumir un compromiso adicional con la empresa y se lo debo al equipo ejecutivo. Hay que ayudarlos en un momento que realmente no dan las manos para todo lo que hay que hacer.

—Pensando a largo plazo ¿cómo ve el futuro de la empresa?

—Lo veo color de rosa, ya que estamos recién empezando. 40 millones de personas usan nuestros servicios, es enorme el número, es 13 veces la población de Uruguay. Tenemos que seguir trabajando mucho, ejecutando, atendiendo a nuestros clientes, innovando, mejorando los productos y seguir incorporando inteligencia artificial.

Las acusaciones hacia la empresa

El 15 de noviembre de 2022 dLocal sufrió su día más difícil a partir de que su acción comenzó a negociarse en Wall Street el 3 de junio de 2021. La acción de la compañía llegó a desplomarse hasta 50,71%, perdiendo en ese entonces US$ 3.300 millones en capitalización bursátil, hasta US$ 3.155 millones. La investigación que realizó en ese momento el fondo de cobertura Muddy Waters expuso que el “unicornio uruguayo” tenía problemas contables y malas prácticas de una gran cantidad de compañías chinas.

El informe que realizaron aseguraba que “dLocal tiene revelaciones repetidas sobre su volumen total de pagos y cuentas por cobrar que se contradicen rotundamente entre sí. También existe una discrepancia contradictoria entre las cuentas por pagar y las cuentas por cobrar de dos subsidiarias clave”.

Así fue como Carson Block, su director general afirmó que encontró “luces rojas” dentro de los números de la empresa uruguaya. “Si se tratara de personas serias que realmente quisieran administrar una empresa de pagos a largo plazo, no habrían vendido US$ 1.000 millones en acciones en los primeros cinco meses de la salida a bolsa de la empresa”, cuestionó Block.

Por otro lado, días atrás se conoció que la fiscalía argentina, el Banco Central de la República Argentina, la Secretaría de Comercio, la Administración Federal de Ingresos Públicos y la Unidad de Delitos Financieros (UIF) también están investigando a la empresa por una presunta estafa que tiene un piso de US$ 400 millones (debido a la realización de operaciones de sobrefacturación de servicios digitales y contrabando de divisas). Destacan que la empresa aprovecha la brecha cambiaria en Argentina para sacar dólares al exterior con “operaciones que no tienen su reflejo en la contabilidad y luego no liquida las divisas provenientes de sus exportaciones de servicios”.

La causa quedó a cargo del fiscal argentino Ramiro González. En ese marco, según dijo el portal de noticias Infobae, el fiscal ya realizó una serie de requerimientos e investiga si las autoridades de dLocal llevaron a cabo estas maniobras relacionadas con lavado de dinero en perjuicio del Estado. En ese sentido, se le pidió desde la fiscalía argentina al Banco Central de dicho país que informe si la empresa cumple con los requisitos vigentes sobre giros al exterior con divisas entre “contrapartes vinculadas” y también que remita información lo más detallada posible sobre esos giros, informó Infobae. La empresa posteriormente realizó su descargo a las acusaciones de la justicia Argentina. Habrá que esperar cómo se dilucida.

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