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Un paseo por la fábrica global del 'made in China'. Aquí compran Zara, H&M, Shein...

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Casi medio millón de personas trabajan en toda la cadena que nutre a un mercado de Zhongda, que mueve cada año 26.000 millones de euros en ventas

El Centro de Telas 
y Accesorios 
de China en Guangzhou.
El Centro de Telas y Accesorios de China en Guangzhou.

Huan está convencido de que, como ya ocurrió durante las guerras del opio con los británicos, alguna potencia extranjera introducirá pronto en el sur de China una nueva droga muy adictiva, vendida como medicina natural, que adormecerá a civiles y militares, dejándolos tan colocados que serán incapaces de repeler una invasión.

Este hombre menudo, comerciante de telas de unos 40 años, que ya ha agarrado algo de confianza después de charlar un rato de fútbol con un par de cervezas, suelta de carr

erilla su teoría de la conspiración mientras improvisa un tour por
el gigantesco mercado de Zhongda,
que cubre alrededor de cinco kilómetros cuadrados en un suburbio al oeste de la ciudad sureña de
Guangzhou
.

Es un laberinto de nueve pisos con
más de 20.000 tiendas de telas y ropa,
a lo que hay que sumar las pequeñas fábricas, talleres, almacenes y centros de logística que hay alrededor del complejo principal. Casi medio millón de personas trabajan en toda la cadena que nutre a un vasto mercado que mueve cada año en ventas, según la proyección de las autoridades locales, más de 200.000 millones de yuanes, que al cambio son
26.000 millones de euros.

Huan, para que lo ubiquemos en el mapa, dice que es uno de los 3.000 proveedores con los que
Shein
, la madre del nuevo fenómeno de la moda ultra rápida, trabaja en Guangzhou, donde esta empresa china tiene su sede y taller de confección. El almacén está en la ciudad vecina de Foshan. Allí, los empleados clasifican los pedidos y llenan miles de cajas con vestidos, blusas y jeans baratos que, tras un viaje en avión, acaban en el armario de alguna chica occidental.

OMNIPRESENTE

En China, cuna de esta marca, prácticamente nadie la conoce porque nunca se ha dirigido al mercado local. Pero
en Europa o Estados Unidos, Shein está por todas partes:
la startup ya vale más que Zara y H&M juntas, quienes también se alimentan de las telas que hay en Zhongda, al igual que otras 2.800 marcas internacionales.

Interiror del Centro Textil Internacional de Guangzhou Changjiang.
Interiror del Centro Textil Internacional de Guangzhou Changjiang.

Guangzhou
, la tercera ciudad más grande de China, una mega urbe donde viven 14 millones de personas -alrededor de cuatro millones son trabajadores migrantes de otros rincones del país-, alberga
los mercados mayoristas de ropa más grandes del gigante asiático
. Pero también acoge a 8.700 multinacionales,
desde Allianz hasta FedEx.
Centro financiero importante en la región, durante varios años ha sido elegido destino de inversión más popular del país e incluso está en el top mundial en cuanto a producción de investigación científica.

"Aquí han convertido barrios enteros en incubadoras para empresas y las propias autoridades de estos barrios organizan concursos abiertos para que los vecinos presenten ideas innovadoras, con premios de más de 50.000 euros. Se dan muchos incentivos para el desarrollo", explica
Álvaro Castells
(32 años), bioquímico y doctorado en biomedicina que lleva tres años viviendo en Guangzhou.

Castells destaca de la ciudad proyectos como una isla que cogieron en medio del río que atraviesa la ciudad y que están convirtiendo en un
campus biológico
con una superficie de casi dos kilómetros cuadrados, lleno de empresas y centros de investigación. "Guangzhou está debajo del trópico de cáncer y, aunque es muy expansiva e industrializada, está llena de zonas verdes. Literalmente puedes meterte en una montaña que está a seis kilómetros del centro de la ciudad", describe el español.

Guangzhou es el centro de negocios y capital de la provincia de Guangdong, más conocida en Occidente como Cantón.
Si fuera un país independiente, sería la décima economía más grande del mundo
(1,9 billones de dólares en 2022), justo por delante de Italia. Pero hablamos de la puerta de entrada al sur de China, una próspera región con 126 millones de habitantes que pegó el pelotazo a principios de la década de 1990 gracias a la apertura comercial que propició las reformas del líder
Deng Xiaoping
y el impulso a la manufactura de bajo valor agregado, llevando a este lugar a convertirse en la tierra del Made in China. Aunque ahora busca romper el estigma del producto chino barato y de baja calidad, con una fuerte apuesta por las empresas de alta tecnología.

En esta región, en 2022, según el registro del ICEX, había establecidas 71 empresas españolas, como el
Grupo Antolin,
la multinacional que diseña y fabrica componentes, o
Esmalglass
, firma de Castellón dedicada a la cerámica.

La mayoría de estas compañías están en Guangzhou, que es el centro comercial de la provincia. Luego, otras como la madrileña
Goal Systems,
especializada en el desarrollo e implantación de sistemas informáticos avanzados, operan desde
Shenzhen
, el centro tecnológico, que es un caso único en el mundo: en 1984 era un pueblo de pescadores, cubierto por arrozales, donde vivían menos de 300.000 personas. Ni siquiera era consideraba una ciudad.
Ahora es una metrópolis llena de rascacielos con 13 millones de habitantes.

Con más de 8.000 empresas de alta tecnología que le brindan reputación de ser
el Sillicon Valley chino,
Shenzhen parió a gigantes tecnológicos como
Huawei
-quien ha instalado en la ciudad más estaciones de cobertura 5G que las que hay en todo el continente europo- y
Tencent
, la empresa que desarrolló WeChat, el hermano chino de WhatsApp, con más de 1.000 millones de usuarios.

CAPITAL DEL MÓVIL

Entre Shenzhen y Guangzhou se encuentra la gran fábrica de teléfonos móviles y de zapatos:
Dongguan
, otra ciudad moderna y rica desde donde salen una cuarta parte de los envíos de móviles del mundo y que produce el 65% del calzado de gama alta que se compra en el planeta.

En esta ruta cantonesa no hay que olvidarse de
Chenghai
, otro antiguo pueblo de pescadores que dio vida a
la mayor industria juguetera del mundo.
Es la capital mundial de los juguetes: 12.000 fabricantes y más de 130.000 trabajadores en un mercado valorado en 56.280 millones de dólares en 2022. China es el líder indiscutible de la fabricación y exportación de juguetes, representando alrededor del 75% del suministro global. Y solo Chenghai alberga casi el 30% de esa producción.

Fábrica de zapatos de Dongguan.
Fábrica de zapatos de Dongguan.

Antes de regresar de nuevo a Guangzhou, uno puede detenerse a 35 kilómetros de la capital, en la moderna
Foshan
(casi ocho millones de residentes), donde Shein tiene su almacén y la empresa catalana
Casa Cais
su fábrica de embutidos
. Chorizo, morcilla, butifarra... "Todo hecho en China",
explica Segismundo Nogueras, director comercial de Casa Cais, quien llegó al país asiático hace más de siete años para trabajar en la fábrica de calzado de una empresa granadina en Dongguan. "Antes, importábamos carne de cerdo desde España, pero con la pandemia se paralizó toda la logística y los suministros, con el producto varado meses en los puertos por los estrictos controles a la importación. Fue la época en la que en China empezaron a circular las teorías de que el virus llegaba a través de los productos congelados importados de otros países", explica Nogueras.

Ahora sí, de vuelta en la capital provincial, allí acaba de concluir la primera de las dos sesiones de la
Feria de Cantón,
la más grande de China y el primer gran evento comercial que se celebra desde que la segunda potencia mundial abriera sus puertas a principios de año, poniendo fin al autoaislamiento impuesto por la política de cierres bajo el Covid cero, que arrastró durante tres años la logística y la producción.

Los diarios locales, tratando de vender el gran éxito del evento, aseguran que en la feria han participado más de 30.000 expositores de cara a compradores de 229 países. Pero medios especializados como
Asia Times
destacaron que la feria, en cuanto a compradores occidentales, ha estado más apagada que en años anteriores a la pandemia porque son muchas las empresas que están virando sus pedidos a fábricas de otros países como India o Vietnam, ya que no quieren verse afectadas por la intensificación del desacoplamiento chino-estadounidense, a lo que se suma el elevado coste actual de los billetes hacia China.

"El fenómeno observado en la actual Feria de Cantón confirma lo que podemos ver en las cifras comerciales generales de China. En el primer trimestre, las exportaciones de China a la Unión Europea cayeron un 7,1% interanual, mientras que las exportaciones a EEUU cayeron un 17%", reza la publicación en base a los últimos datos de abril de la Administración General de Aduanas. Una disminución que fue compensada por el gran aumento de las exportaciones a los países del Sudeste Asiático, África y Rusia, los actuales grandes clientes de la fábrica del mundo.

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