Fue uno de los temas que centró el congreso europeo sobre el tabaco, celebrado la semana pasada en Madrid: la industria tabaquera está ampliando la búsqueda de clientes no ya entre los mayores de edad, sino entre los adolescentes y adultos jóvenes a través de los llamados vapeadores (cigarrillos electrónicos). Y lo está haciendo utilizando todas los elementos disponibles para atraer a esos futuros fumadores, desde los sabores más atractivos (sandía, vainilla, plátano, fresa...) hasta con el diseño del cigarrillo: sencillos y elegantes, con forma de USB y embellecidos con colores modernos. El público diana : adolescentes y jóvenes, que se sienten “a la moda” echando bocanadas de humo (con o sin nicotina).
Desde hace unos meses, la industria ha dado un paso más en su búsqueda de nuevos nichos de clientes. Ahora, niños de nueve a once años. ¿Cómo? Poniendo en el mercado online cigarrillos electrónicos con formas que atraen, y mucho, a los niños. Vapeadores decorados con figuras de dibujos animados (Bob Esponja, por ejemplo), juguetes, chuches o bebidas infantiles.
Cigarrillos, muchos con nicotina líquida, con sabores dulces
Así lo ha denunciado Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional contra el Tabaquismo (CNPT), quien advierte de que se trata de cigarrillos electrónicos, muchos con nicotina líquida, disponibles en sabores dulces y afrutados, pensando en un consumidor infantil. “Hay que parar esta deriva que se ha iniciado y hacerlo con rotundidad”, indica.
Algunos de los vapeadores con motivos infantiles que hay en el mercado
En la misma línea se manifiesta la OMS: “Las industrias multimillonarias del tabaco y la nicotina reclutan nuevos consumidores para poder ofrecer los máximos beneficios posibles a sus inversores y mantener vivo su negocio. Cada vez más niños y adolescentes caen víctimas de la industria tabacalera y de otras relacionadas, que se dirigen directamente a ellos con tácticas publicitarias y una nueva cartera de productos peligrosos para la salud. Esas industrias actúan a gran velocidad para lanzar productos nuevos y existentes, y utilizan todos los medios posibles para ampliar su cuota de mercado antes de verse atrapados por nuevas normativas”.
Francia ha dado la voz de alarma
La voz de alarma la dio el mes pasado el Ministerio de Sanidad francés, que alertaba de que “ante el aumento de la regulación, los fabricantes de dispositivos de vapeo se han vuelto más creativos en el diseño mismo de sus dispositivos” y están lanzando al mercado productos cada vez más extravagantes y coloridos “que aprovechan la popularidad de los juguetes en miniatura, impulsada por TikTok y otras redes sociales” y que van claramente “a los jóvenes adolescentes o incluso a los preadolescentes”.
Según un artículo publicado en la revista Tobacco Control , los cigarrillos electrónicos que parecen juguetes, dulces u otros productos consumibles pueden dar la impresión de que no son peligrosos y, por lo tanto, pueden atraer a los más jóvenes a experimentar. “Muchos de estos productos contienen nicotina, una droga muy adictiva, especialmente entre los adolescentes”, advierte Zamorano.
Accesibles en internet y coleccionables
Estos productos, fácilmente accesibles en internet, están disponibles en muchos sabores dulces y afrutados a precios atractivos. Y tienen una capacidad de alrededor de 8.000 bocanadas. Eso sí, no presentan ninguna advertencia sanitaria y no se menciona ninguna prohibición de venta a menores de edad durante la compra.
Los autores del artículo señalan que convertir los dispositivos en coleccionables también puede animar a los jóvenes a comprar varios dispositivos en lugar de uno a la vez y facilitar así su entrada en la adicción. Los dispositivos de vapeo que parecen juguetes populares para niños también pueden ocultar la verdadera función del producto y facilitar que los jóvenes lo usen sigilosamente, especialmente en casa o en la escuela.
Estados Unidos advirtió de este nuevo peligro
En noviembre del año pasado, la agencia federal de los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), emitió cartas de advertencia a cinco empresas por la comercialización no autorizada de 15 cigarrillos electrónicos con forma de juguete. Ninguno de los fabricantes había presentado la solicitud previa requerida para la comercialización de estos productos. Muchos presentaban personajes juveniles familiares de programas de televisión, películas y videojuegos, como Los Simpson o los Minions.