Europa

El rechazo a la reforma de las pensiones de Macron incendia Francia y lleva el caos a más de 200 ciudades

La tensión de estos días ha dado paso a la violencia. Los peores incidentes han ocurrido en Burdeos, donde la multitud ha incendiado el Ayuntamiento.

23 marzo, 2023 23:18
Javier Collado Enrique Lavilla

La reforma de las pensiones de Emmanuel Macron ha desatado el caos en más de 200 ciudades de Francia y más más de 450 personas han sido detenidas, con 440 agentes de policía heridos.

El presidente de la República ha conseguido sacar adelante su proyecto en la Asamblea Nacional, pero la idea de pasar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años no convence a los franceses. La tensión de los últimos días ha dado paso a la violencia en la mayoría de las calles del país y los peores incidentes han tenido lugar en Burdeos, donde la multitud ha incendiado el Ayuntamiento.

Así, en la que ha sido la novena jornada de protestas, los vándalos le han prendido fuego a la puerta principal del Palacio Rohan, un edificio reconstruido en 1784 y que es la sede del ayuntamiento desde 1837.

Según informan medios locales, hacia las 20:30 horas de este jueves los manifestantes han montado una barricada en la puerta del Consistorio y han provocado un incendio de importantes dimensiones cuyas llamas han alcanzado varios metros de altura, devorando la gran puerta de madera que ha quedado en pie aunque carbonizada.

La multitud incendia el Ayuntamiento de Burdeos en medio de las protestas contra la reforma de las pensiones de Macron.

Dos camiones de bomberos lograron sofocar las llamas minutos después, al tiempo que la Policía perseguía a los manifestantes, logrando detener a uno de ellos.

El alcalde de Burdeos, Pierre Humic, ha condenado este acto de vandalismo, asegurando que se encuentra "psicológicamente muy conmocionado, muy impresionado". "El derecho a manifestarse es un derecho constitucional, el saqueo no lo es", ha recalcado.

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Pero no sólo en Burdeos se han producido episodios de violencia. Lo mismo ha ocurrido en París o en varias ciudades de la Bretaña francesa. En la ciudad de Ruan, en el norte del país, entre 14.800 y 23.000 manifestantes salieron a protestar. Y según informan medios locales también se han producido altercados en Marsella, Lyon, Besanzón, Rennes y Arles, así como en otros pueblos y ciudades franceses.

Disturbios en todo el país

Las protestas sociales pacíficas de la tarde dieron paso a disturbios en buena parte del país con la llegada de la noche. Las autoridades parisinas registraron al menos 140 incendios en la capital, en la que los vándalos aprovecharon el mobiliario urbano o las montañas de basura acumulada en los últimos días para prender hogueras.

457 detenidos 

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha confirmado que los disturbios en todo el país han dejado 457 detenidos y 441 agentes heridos. Según la Policía, en París había aproximadamente unos 1.200 manifestantes violentos, que el ministro ha identificado en muchos casos con activistas de extrema izquierda. Al filo de la media noche seguían en las calles de la ciudad, lo que ha llevado al Ejecutivo de Macron a realizar un gran despliegue policial. "La violencia no será tolerada", han subrayado desde el Gobierno.

En la misma línea, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha condenado en su cuenta de Twitter "la violencia y degradación" que se ha producido durante la jornada de este jueves, y ha mostrado su apoyo a los cuerpos y fuerzas de seguridad.

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En Rennes la Policía tuvo que utilizar cañones de agua para dispersar a los manifestantes, pero también en Nantes, Lorient, Burdeos o Marsella se repitieron las escenas de guerrilla urbana que recordaban a las de hace cuatro años con los chalecos amarillos.

El Gobierno galo ha creado una unidad de crisis interministerial para tratar de encontrar una solución a las revueltas sociales que se vienen produciendo en las últimas semanas, y que se han agravado después de que el pasado lunes fracasaran las dos mociones de censura que podían haber paralizado la reforma de las pensiones.

El presidente francés se dirigió el miércoles a los ciudadanos en una entrevista televisiva y, aunque mostró su respeto por las manifestaciones que los principales sindicatos del país llevan meses convocando, aseguró que "no tolerará la violencia callejera" ni el bloqueo de la actividad económica.

A pesar de las protestas Macron se mostró firme y defendió "la necesidad de la reforma". Y llegó a asegurar incluso que "asume la impopularidad". "Entre los sondeos a largo plazo y el interés general del país, elijo el interés general del país. Y si eso tiene consecuencias, las acepto", dijo 24 horas antes de que las guerrillas callejeras sembraran el caos en más de 200 ciudades. El pulso acaba de empezar.