La presencia en Moscú del presidente chino, Xi Jinping, vuelve a despertar esperanzas de que Rusia y Ucrania puedan al menos reanudar los contactos de paz abandonados hace casi un año. El líder chino llegó ayer a la capital rusa para reunirse con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, y es portador del plan de paz que su país dio a conocer en febrero. Pekín quiere jugar un importante papel mediador, posibilidad bien acogida por Rusia, pero vista con escepticismo por los países occidentales, dadas las buenas relaciones con Moscú. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha mostrado interés en hablar con el líder chino, lo que podría producirse después de este viaje.
Pekín aseguró la semana pasada que esta visita es un viaje “de paz y de amistad”. En él, tratará de fortalecer la relación con Moscú. Rusia intenta presentar el encuentro entre los dos presidentes como una evidencia de que cuenta con un poderoso apoyo frente a un Occidente que, según afirma, es hostil e intenta destruir Rusia.
El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, reunidos ayer en el Kremlin, con los traductores
El viaje de Xi Jinping a Moscú, su primera salida al exterior desde que fue elegido para un tercer mandato como presidente de China, servirá para fortalecer la amistad y la cooperación entre ambos países, que se sustentan en el “concepto de amistad eterna y cooperación mutuamente beneficiosa”, escribió en un artículo que ayer publicó el periódico estatal ruso Rosískaya Gazeta .
Durante la visita de Putin a los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín del 2022, semanas antes de que las tropas rusas entrasen en Ucrania, Moscú y Pekín proclamaron su amistad “sin límites”.
Pero Xi también trajo bajo el brazo a Moscú la propuesta china de 12 puntos que hizo pública el mes pasado, cuando se cumplió un año de conflicto armado.
El presidente chino, Xi Jinping, llega a Moscú, este lunes
“El documento sirve como factor constructivo para neutralizar las consecuencias de la crisis y promover una solución política”, dice Xi en Rosískaya Gazet a. En el artículo, el líder chino afirma que Pekín dedica “activos esfuerzos” para ayudar a la paz en Ucrania. Y se mostró convencido de que hallará una “salida racional a la crisis y una senda hacia una paz sólida y la seguridad global”.
China no ha apoyado explícitamente a Rusia en su intervención en Ucrania, pero sí se ha opuesto a las sanciones contra Moscú, pues “no solucionan los problemas”.
Vladímir Putin recibió ayer a su invitado en el Kremlin, donde mantuvieron un encuentro informal, cuyos preámbulos fueron emitidos por la televisión rusa. “Siempre estamos abiertos a un proceso de negociación. Sin duda discutiremos todos estos temas, incluidas sus iniciativas, que tratamos con respeto”, dijo Putin.
Sin embargo, Rusia mantiene sus posiciones maximalistas. Que haya negociaciones, subrayó Putin, depende de la disposición del Gobierno de Ucrania a aceptar las nuevas “realidades”.
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Esta posición no es nueva y Moscú la ha repetido en los últimos meses cada vez que se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de volver a una mesa de diálogo como la que Turquía brindó el año pasado. Moscú quiere básicamente que Kyiv acepte perder el Donbass (Luhansk y Donetsk, en el este) más las provincias meridionales de Jersón y Zaporiyia.
En septiembre del 2022, Putin proclamó la anexión de estos territorios, a pesar de que las tropas rusas no los controlan en su totalidad. Las autoridades prorrusas de estas regiones organizaron unos referendos calificados por Kyiv y sus socios occidentales como “farsa”. Y, por supuesto, nada de hablar de la península de Crimea, anexionada por Rusia en el 2014.
Tras el encuentro cara a cara, los dos líderes siguieron su reunión de manera incluso familiar, durante una cena. En ella, la diplomacia y la geopolítica estuvieron acompañadas de sopa de esturión y asado de ciervo, entre otras delicias rusas con las que Putin agasajó a Xi, según publicó el periodista Pável Zarubin en Telegram.
Las posiciones sobre un final diplomático al actual conflicto siguen estando encontradas y, de momento, parecen inamovibles.
Si Rusia habla de “nuevas realidades”, Ucrania, que ha seguido con cortesía el plan de paz chino, pidió ayer a Pekín que “utilice su influencia para obligar a Moscú a poner fin a su guerra de agresión ”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, citado por la agencia ucraniana Unián. La semana pasada, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitró Kuleba, habló por teléfono con su homólogo chino, Qin Gang. En esa llamada subrayó que la restauración territorial de Ucrania debe estar en el centro de los esfuerzos diplomáticos.
El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, reunidos ayer en el Kremlin, con los traductores
Igual que Xi Jinping, Vladímir Putin también escribió antes del encuentro un artículo, que apareció en el periódico oficial chino Diario del Pueblo. En él agradeció “el enfoque equilibrado de China sobre la cuestión ucraniana” y se mostró satisfecho por la voluntad de Pekín de “desempeñar un papel constructivo” en esta crisis.
Es cierto que ayer solo se vieron los preámbulos de los contactos en Moscú. La visita de Xi Jinping continúa hoy martes con reuniones de ambas delegaciones y una rueda de prensa final de los líderes. El mandatario chino dejará la capital rusa el miércoles.
Habrá que estar atentos a cualquier signo que indique que las buenas palabras han logrado mover las posiciones tanto de Moscú como de Kyiv.
Después quedarán los contactos chinos con Ucrania. Qin le dijo a Kuleba la semana pasada que China intentará ayudar a “un cese de las hostilidades, el alivio de la crisis y el restablecimiento de la paz entre Ucrania y Rusia”.
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El Gobierno de Ucrania manifestó posteriormente que está preparando la videoconferencia que, según varios medios, podría mantener Zelenski con Xi Jinping después de que el mandatario chino concluya su visita a Moscú.