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La moción de Tamames se le pone cuesta arriba a Vox y asume que irá por libre en la réplica
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La moción de Tamames se le pone cuesta arriba a Vox y asume que irá por libre en la réplica

El catedrático defiende su "plena independencia" de cara al debate, asegura tener "en estima" a Pedro Sánchez y tilda de "exagerado" decir que es el peor Gobierno de la democracia

Foto: El candidato a la presidencia del Gobierno en la moción de censura de Vox, Ramón Tamames. (EFE/Kiko Huesca)
El candidato a la presidencia del Gobierno en la moción de censura de Vox, Ramón Tamames. (EFE/Kiko Huesca)
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Vox asumió desde el primer minuto los "riesgos" que implicaba presentar un candidato independiente para su segunda moción de censura contra Pedro Sánchez en la legislatura. Maduró la decisión durante semanas y negoció con Ramón Tamames los flecos de la intervención que pronunciaría ante las Cortes para salvar las distancias ideológicas que separan al exdiputado del PCE de la formación de Santiago Abascal. Pero la tournée mediática del catedrático ha evidenciado las fisuras de la operación. De cara al público, la formación ultraconservadora intenta controlar con nervios de acero las críticas y busca mantener una mínima apariencia de unidad con su elegido. Pero, en privado, la dirección se prepara para el verso libre del veterano economista, no tanto en el discurso inicial —previamente pactado entre las dos partes— como en la réplica a los grupos, donde no habrá corsés previos. "Ahí será él mismo", alegan.

El partido anunció el pasado mes de diciembre, en mitad de la polémica por la reforma del Código Penal impulsada por el Ejecutivo para eliminar el delito de sedición y rebajar el de malversación, que registraría en el Congreso una nueva moción de censura contra Sánchez pese a la desfavorable aritmética. Durante semanas, buscó un candidato independiente para reforzar su iniciativa e intentar poner contra las cuerdas tanto a PSOE como a PP. El 1 de febrero, el partido confirmó que había sondeado a Tamames para el proyecto, pero este dilató su sí. En paralelo, y a pesar de que la formación no tenía aún una confirmación, el exdirigente del Partido Comunista protagonizó una gira mediática en la que exponía tanto sus diferencias con los de Abascal como su visión de país. En aquellos días, el nerviosismo comenzó a impregnar las filas de la organización, hasta el punto de que aseguraban manejar otros nombres por si fracasaba su primera opción.

El 21 de febrero, Ramón Tamames confirmó que lideraría la moción de censura, pero no hubo comunicado y fotografía hasta el día siguiente. El dirigente hizo honor a su definición de independiente y formalizó su decisión durante una sesión de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, sin previo aviso. En los últimos días, Vox ha intentado aplacar el ruido mediático que rodea a su iniciativa, alimentado en gran parte por las propias declaraciones del economista en múltiples medios de comunicación, en que ha llegado a criticar el excesivo uso de la bandera por parte de la formación; a defender España como una "nación de naciones", o a rechazar ilegalizar partidos políticos o suprimir el Estado de las autonomías, un misil directo al argumentario político del partido que sustenta su candidatura.

Pese a la polémica, el partido de Abascal mantiene el timón firme y defiende una iniciativa de la que esperan sacar rédito electoral, especialmente entre aquellos votantes de mayor edad que no se identifican plenamente con el argumentario de Vox, pero que comparten las ideas que el profesor Tamames pronuncie en el hemiciclo. La independencia comprometida con el exdirigente, no obstante, puede traerle más de un quebradero de cabeza a la formación incluso antes de que llegue el debate. Vox sitúa como "objetivo común" que Tamames dispare contra Sánchez y su Gobierno y argumente los motivos por los que se le debe "censurar". Pero el catedrático puede dinamitar hasta el primer principio de Vox de cara a la moción.

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Manu Reino) Opinión

Este martes, en declaraciones a los medios antes de su participación en un nuevo foro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, de la que forma parte, Tamames tildó de "exagerado" decir que el Gobierno de Sánchez es el peor de la democracia, en contra de una de las bases del discurso político de los de Abascal. "En política, se tiende a poner tinta roja para llamar la atención, pero yo no participo en epítetos a ninguna persona si no hay razón para hacerlo de forma directa y personal", aseveró.

"No soy particularmente crítico con el Gobierno. Yo al presidente le tengo una cierta estima, y no veo que haya prejuicio personal ni nada parecido, al contrario", añadió la misma tarde en una entrevista para La Sexta, a menos de una semana de que tenga que defender en la Cámara Baja un discurso a priori orientado a exigir la dimisión del Ejecutivo y convocar elecciones anticipadas. Esta semana, Tamames reveló en El Mundo que incluso invitó a cenar a Pedro Sánchez a su casa por una "cuestión de conocimiento personal", aunque el jefe del Ejecutivo rechazó la invitación. "No me iría a cenar nunca con Pedro Sánchez", enmendó por su lado el vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé.

Foto: El equipo de trabajo de la moción de censura de Vox junto a Tamames. (Vox) Opinión
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Este martes, Tamames fue preguntado también por el supuesto malestar en sectores de Vox por su designación, y confirmó que "nadie" en la dirección del partido le había dicho "nada preocupante" respecto a su elección, si bien añadió que "nunca llueve a gusto de todos". "Cada uno tiene su opinión. Vox es el proponente, y a partir de ese momento yo tengo libertad para decir lo que estime oportuno. Si no se sienten cómodos, que esperen a lo que voy a decir y ya lo comenten cuando lo diga", zanjó. El economista destacó también cómo comparte con Abascal principios básicos como la "monarquía parlamentaria" o "la unidad de la patria", pero avanzó que continúa haciendo retoques al discurso que pactó con Vox. "Todos los días meto o saco algo. Me han dado plena independencia, era una condición sine qua non", afirmó.

Mientras tanto, Abascal trata de exhibir unidad con su candidato y este martes se anunció que el presidente de Vox y Ramón Tamames darán una rueda de prensa conjunta el próximo jueves a las 11 de la mañana en la sala de prensa del Congreso de los Diputados para aclarar ahí las diferencias entre ambas partes, que se han ido ensanchando con el paso de los días. Está previsto que, previamente, Abascal y Tamames mantengan una reunión para cerrar los últimos flecos de la moción, incluyendo el lugar del hemiciclo desde el que pronunciará su discurso el próximo martes, que aún está por definir.

Vox asumió desde el primer minuto los "riesgos" que implicaba presentar un candidato independiente para su segunda moción de censura contra Pedro Sánchez en la legislatura. Maduró la decisión durante semanas y negoció con Ramón Tamames los flecos de la intervención que pronunciaría ante las Cortes para salvar las distancias ideológicas que separan al exdiputado del PCE de la formación de Santiago Abascal. Pero la tournée mediática del catedrático ha evidenciado las fisuras de la operación. De cara al público, la formación ultraconservadora intenta controlar con nervios de acero las críticas y busca mantener una mínima apariencia de unidad con su elegido. Pero, en privado, la dirección se prepara para el verso libre del veterano economista, no tanto en el discurso inicial —previamente pactado entre las dos partes— como en la réplica a los grupos, donde no habrá corsés previos. "Ahí será él mismo", alegan.

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