Feijóo y la CEOE se oponen a una reforma de pensiones casi culminada

Mesa de Diálogo Social

Los sindicatos convocan este miércoles a sus órganos de dirección para pronunciarse

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el coordinador general, Elías Bendodo

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el coordinador general, Elías Bendodo

Javier Lizon / EFE

La reforma de las pensiones está a punto de cerrarse marcando claramente la diferencia entre sus partidarios y detractores tanto en el ámbito de los agentes sociales como en la arena política. Ayer finalizó la reunión de la mesa de diálogo con muchos avances y solo un par de puntos pendientes que impidieron a los sindicatos dar su visto bueno. En todo caso, está muy cerca.

CC.OO. y UGT esperan un nuevo documento este martes y ya han convocado sus órganos de dirección para el miércoles para tomar posición definitiva. Por otro lado, la CEOE se ha reafirmado en su negativa. La propuesta es “regresiva”, y no va a contar el apoyo de las organizaciones empresariales”, dijo la directora de Relaciones Laborales de la patronal, Rosa Santos, al salir de la reunión.

Gentiloni califica de “constructivo y positivo” el espíritu de la negociación con el Gobierno español

Y en la escena política también quedan bien marcadas las diferencias. Este lunes, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, rechazó de plano la reforma. La considera una muestra más del “desgobierno Sánchez” y “un parche hasta el 2025 para ir tirando para acabar la legistatura”. El líder del PP calificó la propuesta de “pseudorreforma”, y añadió que “Sánchez pretende que todo el mundo pague más por obtener lo mismo y que sea más difícil conseguirlo”, y también que el presidente del Gobierno “tendrá que cargar con la responsabilidad de una reforma que, por lo que parece, está llena de lagunas”.

Desde el momento en que se presentó la propuesta de reforma que la patronal se opuso de forma clara a los planteamientos que incorpora. Ayer, Lorenzo Amor, el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), manifestó que es “un hachazo” y que “allanará el camino a la economía sumergida”. Amor reconoció que los empresarios saben que hay que garantizar las pensiones, pero discrepan sobre que haya que hacerlo aumentando las cotizaciones sociales.

Ciertamente, este es uno de los puntos esenciales de la reforma. Para cubrir el aumento de gastos se incorporan nuevas fuentes de ingresos, con el destope de las pensiones máximas, y a través del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y de la cuota de solidaridad.

Precisamente, respecto a esta cuota de solidaridad es donde queda uno de las objeciones de los sindicatos. Reclaman “que desaparezca la previsión de que la ley de presupuestos de cada año pueda limitar el alcance de la cuota de solidaridad”, en palabras de Carlos Bravo, de CC.OO. Otro punto que reclaman los sindicatos son garantías sobre el nivel de las pensiones mínimas. Lo cierto es que la negociación parece a punto de cerrarse. “Podríamos tener un acuerdo mañana (hoy martes), cuando envíen el texto definitivo”, dijo Fernando Luján, de UGT, y es por ello que los dos sindicatos han convocado ya a sus máximos órganos de dirección.

Este lunes también llegó un primer pronunciamiento público de Bruselas. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, confirmó el espíritu “positivo y constructivo” de las intensas conversaciones durante el último mes en particular con las autoridades españolas, al máximo nivel, sobre la reforma de las pensiones públicas, aunque no quiso dar detalles. “Los contactos se centraron en cómo las autoridades españolas van a afrontar la cuestión de la estabilidad financiera en la reforma de las pensiones, que está recogida en el plan de recuperación. La discusión fue positiva y constructiva” pero “corresponde al Gobierno anunciar su decisión sobre lo que quiere proponer al Parlamento”. A la Comisión Europea, añadió, le corresponderá después “evaluar esas propuestas” .

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