CCOO da un vuelco a la negociación salarial: pide vincularlos al beneficio empresarial

En 2022, la CEOE, CCOO y UGT fueron incapaces de llegar a un acuerdo estatal para la revalorización de los salarios. Aunque ambas partes proponían subidas fijas similares, los sindicatos exigían generalizar las cláusulas de revisión salarial vinculadas al IPC que la patronal rechazaba de plano. El resultado fue que los trabajadores se quedaron sin el esperado AENC, condenando a la mayoría a una gran pérdida de poder adquisitivo. Comisiones Obreras no quiere que se repita esa situación y prepara una propuesta para revolucionar la negociación colectiva: cláusulas de revisión salarial vinculadas a los beneficios empresariales.

CCOO plantea que las cláusulas de revisión salarial no solo tengan en cuenta la inflación, sino también la productividad de los distintos sectores medida a través de los excedentes empresariales. Así lo explica el secretario general del sindicato, Unai Sordo, en una entrevista concedida a este periódico: "Propondremos incorporar a las cláusulas de revisión, además de la evolución de los precios, la situación de la productividad y los excedentes empresariales en cada uno de los sectores donde negociamos convenios colectivos".

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Esto implica dar un vuelco a la negociación colectiva, puesto que permitiría adaptarla a la situación particular de cada sector. Ya que, mientras unos están consiguiendo beneficios históricos, otros siguen lastrados por la caída de la demanda, por los costes intermedios o directamente por los cambios económicos. "Estamos dispuestos a renunciar a subidas salariales del 6% u 8% en sectores en los que los beneficios son escasos", explica Sordo, "hay que apretarse el cinturón". Pero, en los sectores con elevados beneficios, "¿por qué no se puede garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores?".

CCOO pretende llegar a un acuerdo con UGT para llevar una propuesta conjunta a la mesa de negociación con la patronal. "Supongo que la CEOE reaccionará con gran entusiasmo porque siempre ha defendido esta idea", explica Sordo, aunque teme que, ahora que los beneficios empresariales están creciendo, rápidamente busque excusas para no aplicar este sistema. "Yo creo que nunca lo han querido de verdad, lo que pretendían era determinar ellos cómo iban los sectores. Pero eso en el siglo XXI no vale", advierte Sordo.

"Supongo que la CEOE reaccionará con entusiasmo porque siempre ha defendido la idea"

Aquí está la clave, en cómo determinar cuál es la situación económica de cada sector. CCOO pedirá al Gobierno que elabore una estadística de márgenes empresariales que permita calcular los beneficios a partir de todos los datos públicos de los que dispone. "Le vamos a emplazar a una cosa muy seria al Gobierno", explica Sordo, "si no lo hacen, nos va a oír".

El sindicato ha realizado cálculos preliminares sobre la evolución de los márgenes de beneficio de las empresas y concluye que "los beneficios por unidad producida están en máximos en muchísimos años". El cálculo está realizado a partir del informe de ventas y salarios en las empresas que publica trimestralmente la Agencia Tributaria. Hacienda tiene el detalle de la facturación (IVA repercutido), de los costes intermedios (IVA repercutido) y los costes laborales (retenciones del IRPF), y los beneficios empresariales (sociedades). Con esa información podría elaborar el mejor indicador de márgenes de beneficio con posibilidad de ser desagregado por sectores y por territorios.

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De esta forma, los agentes sociales dispondrían no solo de información sobre la evolución de los salarios, sino también de los beneficios empresariales para dar simetría al diálogo. Se trata de una propuesta de "modernización" de la negociación colectiva para dejar atrás definitivamente la indexación al IPC que genera efectos de segunda ronda que son difíciles de combatir. Con este sistema, los salarios mantendrían el poder adquisitivo en los sectores con un buen desempeño económico, lo que no debería generar problemas financieros para las empresas y permitiría repartir las ganancias de productividad.

CCOO destaca que este cambio permitiría dar más flexibilidad a la negociación colectiva para adaptar las subidas salariales a la realidad de cada sector, algo que se ha reclamado de forma permanente desde la CEOE. Porque una actividad en plena expansión no tiene las mismas ganancias de productividad que un sector maduro o uno en transformación con la demanda en pleno repliegue. En definitiva, se trata de buscar una vía para que los salarios participen directamente en las ganancias de productividad, lo que generaría incentivos a los trabajadores para conseguir este objetivo común.