Los barceloneses dedicaron el año pasado 41 minutos diarios de media a sus viajes de ida o vuelta en transporte público, incluidas las esperas y el desplazamiento a pie. El dato es algo mejor que el de Madrid, pero supone cinco minutos más que el registrado antes de la pandemia, según un informe de la aplicación internacional de transporte público Moovit adelantado a La Vanguardia . En Madrid, la media es de 48 minutos, frente a 46 antes de la covid.
Los usuarios de transporte público en Madrid y Barcelona son los que más tiempo emplean en el viaje, frente a los de Burgos, que lo resuelven en apenas 22 minutos. Bilbao destaca por la agilidad de su transporte, ya que en el 42% de las ocasiones hay que esperar menos de cinco minutos a que llegue el metro o el autobús, mientras que Tenerife en cambio se lleva la palma en dificultades, con un tiempo medio de espera de 18 minutos.
Los resultados siguen siendo mejores que en Madrid, donde cada desplazamiento lleva una media de 48 minutos
En la comparación entre Barcelona y Madrid, la primera sale mejor parada por poco. En Barcelona, el tiempo de espera hasta que aparece el medio de transporte es de 11 minutos, y el 27,3% de los pasajeros aguarda menos de cinco minutos. En Madrid el tiempo medio es de 12 minutos y el porcentaje de espera menor a cinco minutos, del 25,68%. Los pasajeros que deben esperar más de 20 minutos de media son el 12,16% en Barcelona y el 12,86% en Madrid.
El 43,45% de los usuarios de transporte público en Barcelona hace dos transbordos, frente al 44,21% en Madrid, mientras que apenas el 13,63% hace tres, cuando en Madrid el porcentaje se eleva al 23%. La distancia media de cada trayecto es en Barcelona de 10,28 kilómetros y en Madrid, de 11,59 kilómetros.
Bilbao es el paraíso del commuter : apenas el 4% se ve obligado a esperar más de 20 minutos y solo el 1,64% hace tres transbordos. Tenerife en cambio ofrece el panorama más tortuoso debido a su amplia movilidad insular: solo el 11% tiene la suerte de esperar menos de cinco minutos y el 32% lo hace más de 20 minutos.
Aparte de recabar datos, Moovit también ha preguntado a sus usuarios qué razones les animaría a utilizar el transporte público con más frecuencia. Salvo en casos puntuales, las principales no son el precio del transporte, sino su fiabilidad en las salidas y en las llegadas, así como la frecuencia de los vehículos.
“En el 2022 las personas volvieron a desplazarse en transporte público con cierta normalidad de forma gradual, si bien los desplazamientos han sido menos eficientes que antes de la pandemia”, concluye Manuel Molés, responsable de Partnerships de Moovit en Europa.