Musk amnistía las cuentas vetadas en Twitter por acoso, abusos, amenazas y desinformación

Caos en la red que trina

El propietario recurrió de nuevo a una encuesta, como hizo con Donald Trump, para justificar su decisión, a pesar de la total falta de rigor en la supuesta consulta a los usuarios

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Elon Musk ha cumplido lo que prometió, para susto de los expertos, y su Twitter ya es una barra libre para los contenidos tóxicos 

FREDERIC J. BROWN / AFP

Elon Musk es un maestro en el dominio de la escena, o así lo cree. Su Twitter, desde que está bajó su control, es un verdadero desastre, instalado en el caos, pero él busca la manera de despistar y cambiar el tercio informativo.

Este jueves, independientemente de que esté casi todo paralizado en Estados Unidos por celebrarse el día de Acción de Gracias (Thanksgiving), anunció que abre las puertas de la plataforma a todos los expulsados y decidió revivir las cuentas vetadas. Como amo y señor, que es lo que es, de la red social, concedió una amnistía general y reinstalará a los usuarios suspendidos por acoso, abusos, amenazas y desinformación. Será  a partir de la próxima semana.

Su iniciativa no ha hecho más que incrementar la alarma de los activistas y de los expertos en seguridad. De nuevo recurrió a una supuesta encuesta entre abonados. El miércoles sacó un tuit en el que planteó: “¿Debe Twitter ofrecer una amnistía general a las cuentas suspendidas, en caso de que no hayan vulnerado la ley o estuvieran involucrados en un spam atroz?”. Según sus cálculos, y sin ningún tipo de verificación pública, el 72.4% respondió que sí.

En escasamente una semana recurrió de nuevo al formulismo “Vox populi, vox Dei”, "la voz del pueblo es la voz de Dios” para comunicar en su tuit que había dado el perdón. 

Hace siete días hizo lo propio con otra una encuesta entre usuarios, tampoco sin prueba que la certifique y fácilmente manipulable, sobre el regreso o no de Donald Trump, que había sido vetado en enero del 2021 por hacer apología del golpe de estado tras el salto al Capitolio, impulsado por el mismo al perder las elecciones en noviembre del 2020. Un presunto 52% apoyó la bienvenida del expresidente que quiso perpetuarse en la Casa Blanca.

En esta segunda votación se supone que se registraron tres millones de votos. Este retorno masivo de usuarios indeseables por cometer ofensas como amenazas violentas, acoso, abusos y desinformación puede tener un impacto muy relevante en la empresa, remarcaron los analistas. Muchos se preguntan cómo será este retorno a la vida puesto que no está claro que es lo que significa para Musk "spam atroz" y la dificultad de separar a los usuarios que han vulnerado la ley ya que varía ampliamente en función de la jurisdicción y el país.

Musk no está más que cumpliendo el peor de los temores que surgieron cuando anunció la compra de la plataforma por 44.000 millones de dólares. Se temía que la llamada a la libertad de expresión no era más que el pretexto para ofrecer barra libre y permitir que la toxicidad invada la red.

El mismo día que perdonó el golpismo de Trump, Twitter también reinstaló unilateralmente otras once cuentas de usuarios de alto perfil de la extrema derecha, Entre estos figuró Jordan Peterson, profesor que fue vetado por insultar y confundir el género de una persona transgénero, y de Babylon Bee, una compañía conservadora.

Otros beneficiados por esta restauración fueron Project Veritas, sitio web por lo general acusado de tergiversar de forma sistemática los acontecimientos que comenta y que resultó prohibido por violaciones reiteradas de la política de información privada de la empresa, así como la cuenta personal de Marjorie Taylor Greene, legisladora ultra conservadora vinculada a la secta QAnon. Estaba vetada desde enero por ir en contra de la política sobre la covid de la red social, difundiendo información falsa, y por enaltecer la violencia con su retórica extrema.

Los expertos sostienen que los bots (cuentas falsas) y los actores indeseable tergiversan los resultados de los sondeos en Twitter y que basar las decisiones en esos resultados es una irresponsabilidad absoluta. No existe ningún rigor científico en esa tarea.

"Antes de la toma de control por Musk, había equipos que hacían investigación de mercado y de usuarios, que seguían estrictos protocolos establecidos para realizar este tipo de tareas. De pronto, Muks dirige Twitter desde encuestas completamente no científicas, que recogen opiniones de desconocidos y, ciertamente, sin ningún tipo de representación demográfica”, declaró al 'The Washington Post' la profesora en la UCLA, Sarah Roberts, directora para esa universidad del Center for Critical Internet Inquiry y que previamente trabajó para la plataforma como investigadora de procesos de moderación de contenidos.

Muchos predicen que la admisión de los prohibidos no tendrá un buen resultado en la red y supondrá su caída en el infierno. A Musk le da igual si le da rendimiento económico.

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