Se estima que la Covid causó más de 17,7 millones de muertes en el mundo, muy por encima de las cifras oficiales.

Se estima que la Covid causó más de 17,7 millones de muertes en el mundo, muy por encima de las cifras oficiales. EFE

Salud Pandemia

Los 'errores masivos' de los gobiernos en la gestión de la Covid propiciaron 17M de 'muertes evitables'

El informe más importante sobre la gestión de la pandemia, publicado por 'The Lancet', denuncia un "fracaso global" frente a la emergencia sanitaria.

15 septiembre, 2022 03:42

Los "fallos masivos globales" de gobiernos y organizaciones en la gestión de la Covid propiciaron 17,7 millones de "muertes prevenibles" en todo el mundo. Así lo denuncia un informe —el más importante hasta la fecha— que acaba de publicar la prestigiosa revista médica The Lancet sobre las lecciones aprendidas de la pandemia. El texto, que expone las conclusiones de 28 de los principales expertos mundiales en salud pública, epidemiología, vacunología, economía, gobernanza internacional o salud mental, entre otras áreas, refleja la enorme magnitud de esta tragedia y denuncia el "fracaso global" que ha sido la respuesta a la emergencia sanitaria. 

Esta misma revista ya publicó el pasado mes de julio otro artículo científico realizado por el Institute for Health Metrics and Evaluation, una entidad creada por la fundación Bill y Melinda Gates, en el que se denunciaba que el número real de muertes provocado por la Covid triplicaba las cifras oficiales actuales —unos 6,5 millones en todo el planeta—.

Ahora, la misma publicación critica con dureza la gestión realizada durante los dos primeros años de pandemia e indica que los gobiernos no estaban preparados, que la respuesta fue demasiado lenta y que prestaron poca atención a los grupos de población más vulnerables. Además, señala que la falta de cooperación internacional y la existencia de "una epidemia de desinformación" obstaculizaron una mejor actuación ante la Covid. 

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"El asombroso costo humano de los primeros dos años de la pandemia de Covid-19 es una profunda tragedia y un fracaso social masivo en múltiples niveles", denuncia Jeffrey Sachs, presidente de la comisión de la revista tras el informe y catedrático de la Universidad de Columbia (EE.UU). 

"Debemos enfrentarnos a duras verdades: ha habido demasiados gobiernos que no han respetado las normas básicas de racionalidad y transparencia institucional, demasiadas personas han protestado contra medidas básicas relacionadas con la salud pública, a menudo influidas por la desinformación, y demasiadas naciones no han promovido la colaboración mundial para controlar la pandemia", añade.

Por otro lado, el informe también expone algunas recomendaciones que ayudarán a acelerar el final de la emergencia pandémica actual, disminuir el impacto de futuras amenazas para la salud y lograr un desarrollo sostenible a largo plazo. Para ello, indica, es necesario fortalecer y reformar la Organización Mundial de la Salud, realizar inversiones en planes de preparación frente a futuras pandemias, fortalecer los sistemas de salud nacionales y prestar atención a población en situaciones de alta vulnerabilidad. 

Una estrategia mundial

Uno de los expertos que ha participado en la elaboración de la investigación es Jeffrey V. Lazarus, epidemiólogo del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona. Lazarus se muestra muy crítico con la "dejadez" de las autoridades españolas a la hora de informar sobre algunas medidas clave para controlar la pandemia. "Sólo hay que ver la página web del Ministerio sobre las vacunas. No está actualizada. Seguimos con la falta de comunicación a la población", ejemplifica en conversación con EL ESPAÑOL.

La perspectiva y la coordinación de una estrategia mundial son algunos de los aspectos clave del informe. Así, la OMS es también objeto de un extenso análisis, en el que se critica de forma tajante su actuación durante la Covid-19 debido a la excesiva lentitud del organismo a la hora de establecer recomendaciones o reconocer, por ejemplo, que el virus se transmitía principalmente a través de pequeñas gotículas o aerosoles. 

El informe es meridianamente claro al respecto y denuncia que, aunque el uso de mascarillas ha sido ampliamente aceptado como una medida para disminuir la propagación de enfermedades respiratorias en la región del Pacífico Occidental que a principios de los 2000 fue la más afectada por un brote del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) la OMS no recomendó su uso hasta el 5 de junio de 2020, casi cuatro meses después de la declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional. 

Otro ejemplo de la lentitud en la toma de decisiones se ejemplifica en que el máximo organismo mundial relacionado con la salud no cambió su postura frente a la transmisión aérea de la Covid hasta el 30 de abril de 2021, prácticamente un año después de recibir una carta abierta de 238 científicos de prestigio mundial, en julio de 2020, pidiendo que abordase el asunto con urgencia.

El texto también critica la falta de cooperación y coordinación de los gobiernos nacionales en los protocolos de viaje, las estrategias a la hora de realizar prueba diagnósticas, las cadenas de suministro de productos básicos y los informes de datos, así como otras políticas internacionales vitales para reprimir la pandemia. 

La OMS debe ser reforzada

"Una cosa que me gusta mucho de este informe es que pide la adopción de medidas multilaterales entre países, e indica que la OMS tiene que ser reforzada", apunta Manuel Franco, investigador en Salud Urbana y Epidemiología Social de la Universidad Johns Hopkins y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).

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El experto justifica su respuesta: "En una pandemia, se necesitan análisis globales que nos sirvan para tomar decisiones que afecten a todos los países. Hacerlo cuanto antes es urgente". Como bien señala el experto, nadie nos garantiza que algo como la Covid vuelva a pasar.

Franco es uno de los firmantes de una carta publicada en The Lancet en agosto de 2020 para reclamar un examen "independiente, imparcial y sin conflictos de intereses" sobre la gestión de la pandemia en España.

Dos años más tarde, sus anhelos se han visto cumplidos, ya que el 23 de agosto el Consejo de Ministros aprobó la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, cuyo papel será el de vigilancia, preparación y respuesta frente a futuras emergencias, asesoramiento y evaluación y formación en comunicación de riesgos para la salud. "Este organismo debería cubrir todas las carencias que dice ese trabajo que estamos teniendo a nivel global", celebra.

La investigación publicada por The Lancet no aborda de forma extensa lo sucedido en nuestro país durante la Covid. Eso sí, el amplio análisis sí menciona el "gran número de infecciones" que tuvieron lugar al principio de la pandemia —en agosto de 2020 la Covid había dejado en nuestro país casi 30.000 muertos y 300.000 casos, según las cifras oficiales— y que nos convirtió en uno de los países más castigados por el virus.

Países como Suecia sí que se llevan un importante tirón de orejas por su laxo plan contra la Covid, que le costó muchas más muertes (1.500 por millón) en comparación con su vecino Noruega (alrededor de 280 muertes por millón) e Islandia (210 muertes por millón).

"Conclusiones equilibradas"

Quien se percata de esto es Salvador Peiró, investigador en salud pública de Fisabio, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana, que califica el informe como "muy equilibrado" entre países: "Se nota que han trabajado expertos de diversas nacionalidades y que han sabido llegar a un consenso". 

Para Peiró, las recomendaciones del informe son "muy sensatas". Se aconseja realizar esfuerzos coordinados entre países, destinar fondos para la investigación desde las naciones más ricas, fomentar la distribución de las vacunas a nivel global, reforzar la OMS y ampliar los planes nacionales de salud de cada país, es decir, la multilateralidad de la que hablaba Manuel Franco.

Sí hay algo un poco más polémico para el investigador: el punto en el que se habla sobre el origen "aún desconocido" de la Covid. "Le dedican mucho espacio y me temo que va a dar alas a las conspiraciones". En el texto se detalla que es necesario una investigación exhaustiva y transparente sobre el origen del SARS-CoV-2 y establecen tres escenarios posibles. "Al momento de la publicación de este informe, las tres hipótesis asociadas con la investigación siguen siendo plausibles: infección en el campo, infección con un virus natural en el laboratorio e infección con un virus manipulado en el laboratorio", reza el escrito.

Este aspecto llama aún más la atención si se tiene en cuenta que, el pasado mes de julio, dos estudios publicados en la revista Science zanjaban la polémica al asegurar que el virus había surgido en el mercado de Wuhan.

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Lo que sí está claro, como alerta Lazarus, es que la Covid-19 sigue siendo aún "una amenaza para la salud pública". "Lo que hay que encontrar es la manera de encontrar un final aceptable para todos los agentes", opina el experto, que apunta a las pautas de la comisión, pero también desvela que está trabajando junto a un grupo de 386 personas de 112 países para elaborar un plan todavía más detallado.

La endemia

Según avanza a EL ESPAÑOL el propio experto, en unas semanas se podrán ver los resultados. Lo urgente de la situación así lo requiere, ya que, más allá de las consecuencias sanitarias que ha generado la pandemia, también ha habido desastrosos efectos socioeconómicos para la población, sobre todo la más vulnerable.

"Eso es lo que se conoce como la endemia", apunta Franco, que ha publicado distintos trabajos sobre la desigualdad de acceso a recursos sanitarios, ya no en distintos países, sino en zonas de una misma nación. "Vivimos en un mundo muy desigual, donde unos enferman más y se mueren más", sentencia con rotundidad.

El epidemiólogo expone que las medidas de la comisión son muy buenas, pero que, lógicamente, no se pueden abordar en todos los países por igual. "Mucha gente de México, por ejemplo, no tuvo la opción de quedarse en sus casas durante los primeros meses de la pandemia, tenía que trabajar".

Jeffrey V. Lazarus entiende perfectamente a este argumento. "Cada país tiene que adaptar las recomendaciones y tomar sus propias medidas", sentencia, para volver, de nuevo, a la vacunación: "Esto sí es algo que se puede atender de manera global".

El único problema de este punto es la distribución desigual. En los países de altos ingresos, tres de cada cuatro personas han sido totalmente vacunadas, pero en los países de bajos ingresos, sólo una de cada siete. "La colaboración es la clave para superar todo esto", atiende el experto.