El presidente de Francia, Emmanuel Macron, sorprendió hace unas semanas al proclamar el fin de la era de la abundancia. Pero determinados datos y comportamientos parecen darle la razón. Una de las medidas de ahorro que observan los analistas de consumo ante el encarecimiento de los alimentos en España (13,8% en agosto, mayor subida anual en 28 años) impacta de lleno en los hábitos alimentarios más básicos: el menú diario.
Los hogares optan ahora por comidas más austeras y el plato único gana terreno como herramienta para gastar menos dinero, señala el último panel de la consultora Kantar, hecho público ayer. Los ágapes de tres platos (primero, segundo y postre) van a la baja. “La inflación ha conllevado algunos efectos en el comportamiento del consumidor”, detallan en Kantar, como “la simplificación de menús” en los hogares, “incrementando el número de comidas con plato único”. Éstas ya llegan al 52,4% del total, la cifra más alta desde 2020, según datos aportados por la consultora. Es decir, de cada cien comidas, 52 se hacen con un solo plato.
El 52,4% de las comidas que realizan las familias son ahora menos abundantes, según Kantar
Por contra, el ahorro alimentario crece. Así, el desperdicio de comida ha disminuido un 12,3% en un año. El último análisis del ministerio de Agricultura al respecto constata también que se lanza menos comida a la basura: los 1,2 millones de toneladas de alimentos que se desecharon en el 2021 suponen un 8,6% menos que el año anterior. Con la leche un 26% más cara que un año atrás, los huevos un 22% o los aceites un 24% por encima; tirar comida es lanzar, literalmente, el dinero. El menú doméstico no es el único que sube de precio a causa de la inflación. Comer fuera de casa también sale más caro. Bares y restaurantes han subido el precio del menú entre un 5% y un 15%, según una encuesta elaborada este verano por Hostelería de España. El precio medio del menú de bar, indica la entidad, se sitúa en los 13 euros.
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La austeridad a la hora de comer no es la única medida que aplican las familias para hacer frente a la cesta de la compra. El consumo empieza a contraerse entre las personas con menos recursos y dos de cada cinco hogares gastan un 10% menos de media que en el 2021 porque han cambiado el tipo de producto –buscan precios más económicos– o porque compran menos cantidad.
Con todo, las estrategias de ahorro tienen un límite y el precio medio de la cesta de la compra sube de forma imparable. Las ventas totales de bienes de consumo en las cestas de la compra en julio alcanzaron los 5.889 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,8% respecto a lo que los hogares gastaron en julio del 2021, señalan desde NielsenIQ. “Con una subida en el volumen de venta del 1,8%, el alza del precio medio es del 9,8%”, añaden. En el caso concreto de los alimentos, el gasto de los españoles aumentó un 12,5% debido al aumento de los precios.
La marca blanca, de media más económica que las de fabricante, sigue asimismo ganando cuota de mercado, llegando ya al 40,6%, un 1,8% por encima que en el 2021. “Con las tensiones en las que seguimos inmersos a nivel global, es difícil hacer predicciones, pero todo apunta a que seguiremos en un escenario de crecimiento de los precios promedios que vendrá seguido de cifras en el volumen más comedidas”, comenta Patricia Daimiel, directora general de NielsenIQ para el Sur de Europa. Habrá que esperar un poco para entrar en una nueva época de abundancia.
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