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La recaudación del impuesto sobre carburantes constata un freno en el consumo por el alza de precios

Unas personas repostan combustible en una gasolinera de Madrid. EFE/ Luis Millán

Diego Larrouy

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La fiscalidad de los carburantes protagonizó durante la pasada primavera un intenso debate ante las subidas de precio del petróleo agravadas por la guerra de Ucrania. Múltiples fueron las propuestas para rebajarlo, pese a que alguno de estos tributos, como el impuesto especial sobre hidrocarburos, no depende del precio sino del consumo. Finalmente, ganó la idea de bonificar el litro con 20 céntimos y el sistema fiscal se mantuvo. Ahora, las estadísticas de este tributo permiten dibujar cómo ha evolucionado el consumo de carburantes en lo que va de año. Su recaudación apenas sube un 2% respecto a los datos prepandemia, mientras que el conjunto de los ingresos por impuestos suben un 18%, disparados por el efecto de la inflación.

Dos impuestos gravan al repostar. El IVA, que va en función del precio, y el impuesto especial sobre hidrocarburos, que afecta exclusivamente por cada litro consumido. Así, este último sirve para hacer un seguimiento del consumo que se realiza en España de gasolina y diésel. Entre enero y julio de este año, el Estado y las Comunidades han recaudado 7.451 millones de euros. El nivel es sensiblemente superior a los datos del mismo periodo de 2021 y 2020 debido a las restricciones de movilidad que existían por la pandemia. Por ello, para acudir a un dato comparable hay que recuperar el de 2019. En aquel entonces, entre enero y julio se recaudaron 7.247 millones.

La propia Agencia Tributaria reconoce que el crecimiento de recaudación de este impuesto en el mes de julio fue “escaso”. “La razón de este comportamiento es el impacto que están teniendo los altos precios sobre el consumo, en particular sobre el gasóleo de automoción”, apunta el informe de recaudación del organismo tras los primeros siete meses del año. “La evolución creciente de los precios ha ralentizado el avance de los consumos”, añade la Agencia, apuntando a que existe un freno en las ventas provocado por la subida de costes.

Las estadísticas muestran, de hecho, que aunque en 2021 ya se recauda más que en 2019 los consumos han bajado. Entre enero y julio se han vendido 16.400 millones de litros de combustible, frente a los algo más de 17.000 millones que se adquirieron en 2019. ¿Por qué sube la recaudación si se consume menos? La Agencia Tributaria da la respuesta en su informe: crece el consumo de gasolina mientras que el gasóleo de automoción “sigue por debajo de los niveles prepandemia”. El impuesto sobre hidrocarburos es más alto para la gasolina que para el diésel.

Así, las estadísticas de recaudación que recoge la Agencia Tributaria sirven para dibujar un contexto en el que el consumo de carburantes se ve frenado frente al periodo previo a la pandemia. El diésel o el gasóleo profesional todavía muestran niveles que no alcanzan los de 2019 pese a que la economía y el turismo se han ido recuperando a lo largo del año. Así, el efecto de la bonificación por cada litro de carburante repostado sobre el consumo habría quedado reducido.

Quienes ya consumían menos han recortado el uso del coche

Un reciente informe de CaixaBank Research constata esta realidad. “No todos los consumidores reaccionaron igual a la subida de los precios”, apunta el documento firmado por Josep Mestres. La mitad de los consumidores —medido con el uso de tarjetas de la entidad en estaciones de servicio— incrementó su gasto en combustibles en julio, un 13% más que en 2019. “Quienes ya consumían más carburante que el consumidor mediano, gastaron más que antes”, subraya el estudio. Al igual, los que ya gastaban menos en carburantes en 2019, redujeron su gasto en 2022. El descenso de consumo es mayor que el de los que aumentaron sus costes en carburante.

“La disparidad de comportamiento entre niveles de consumo se acentuó a raíz del aumento de precios”, añade Mestres. “Es decir, todos los consumidores reaccionaron a la subida de precios ajustando su consumo, pero no todos tuvieron la misma capacidad para compensar la subida de precios”, enfatiza. Así, apunta, es presumible que quienes ya gastaban más en 2019 han tenido menos capacidad para reducir su gasto por ser más imprescindible o disponen de mayor capacidad para asumir el aumento de precios. “Sin embargo, los que gastaban menos en carburantes redujeron más su consumo, bien realizando menos desplazamientos o sustituyendo el vehículo propio por el transporte público”, concluye el documento.

La recaudación por el impuesto de hidrocarburos está marcando este 2022 su nivel más alto, aunque ligeramente por encima de 2019, que hasta la fecha era el listón más alto. El consumo en litros, sin embargo, todavía no se ha recuperado por completo. Es decir, como es un impuesto que no depende del precio sino del nivel de venta de carburante no está generando para el Estado y las comunidades ingresos excepcionales para la recaudación tributaria. Se desconoce, porque la Agencia Tributaria no desagrega hasta ese nivel los datos de recaudación, cuánto ha aumentado la recaudación por el IVA que se cobra cada vez que se reposta. En cualquier caso, España es de los países europeos con menores cargas fiscales sobre los carburantes.

Pese a que el impuesto especial de hidrocarburos no depende de los precios, el Partido Popular puso este tributo entre sus objetivos para reducir impuestos durante la pasada primavera. Durante una intensa campaña para reducir la fiscalidad de los carburantes, antes de que se aprobara finalmente la bonificación al repostar, el PP cometió distintos errores al no explicar cómo funciona realmente este tributo. El actual presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, llegó a acusar al Gobierno de estar “forrándose” con la subida de precios, pese a que este tributo está en un 58% cedido a las comunidades autónomas.

Esta semana, el PP ha vuelto a solicitar una rebaja de este impuesto, pese a que su recaudación no está afectada por la subida de precios de la gasolina. Se trata de una propuesta que está incluida en el documento que ha enviado al Gobierno para negociar medidas para paliar la crisis por los precios energéticos. “Debe acometerse la rebaja temporal de los tipos impositivo del impuesto especial sobre Hidrocarburos hasta los mínimos contemplados en la directiva europea”, reza el documento publicado este lunes por el PP.

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