La aplicación de las medidas de ahorro energético con la elevación del nivel de temperatura máxima a refrigerar en verano hasta los 27 grados no solo será difícil de aplicar de manera generalizada por la normativa laboral sino también por la de seguridad alimentaria. Eso al menos es lo que sostiene la patronal cárnica Cedecarne que agrupa a carnicerías y charcuterías.
La asociación empresarial solicitó este jueves en un comunicado que la norma que modifica las temperaturas en interiores no les sea de aplicación porque ya están “afectados por la normativa en materia de seguridad alimentaria”. Alertan de la inseguridad jurídica que puede suponer para las empresas del comercio especializado en carnes y derivados esta nueva normativa. Fuentes de la asociación explicaron que “en la industria y obradores se habla de que en zonas en las que se maneja carne la temperatura no supere los 12 grados, recomendándose una temperatura ambiente en el resto de zonas de 18 grados”.
También señalan que es de aplicación prioritaria la normativa laboral que establece una temperatura de 25 grados en los centros de trabajo en los que se desarrolle una actividad laboral que requiera un esfuerzo físico.
El Gobierno aprueba un plan de ahorro energético que se extenderá hasta noviembre de 2023
Límites en las temperaturas
Ribera abre la puerta a mayores excepciones
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, ha planteado este viernes que se prevén excepciones en los límites de climatización "si se justifica que es necesaria una temperatura diferente". Ribera no ha descartado incorporar "sugerencias" del sector en una entrevista en Catalunya Ràdio.
El sindicato UGT recordó este jueves que “la temperatura en los centros de trabajo debe ajustarse a la normativa de prevención de riesgos laborales”. La secretaria de salud laboral de UGT, Ana García de la Torre, añadió que es necesario hacer una evaluación de riesgos para cada puesto y aplicar la norma laboral por encima del plan energético tal como ya prevé el real decreto. En la práctica esa norma hará muy difícil la aplicación del plan de ahorro energético en determinadas actividades como las de restauración, hostelería o comercio.
Medidas
Comertia pide ayudas para poder adaptar los establecimientos a la nueva normativa
La asociación de comerciantes Comertia dijo que se mostraba “favorable al ahorro energético” pero solicitó “mayor flexibilidad e intervención pública, tanto en ayudas económicas por la instalación de placas solares o adaptación a la normativa que propone el Gobierno, como para contribuir con mejoras en el alumbrado público”.
En Madrid, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, defendió que los 27 y los 19 grados que marca el nuevo plan son “temperaturas cómodas en las que la gran mayoría de nosotros podemos trabajar”, informa Servimedia. Lo dijo en LaSexta, donde recordó que el real decreto ley excluye de cumplir esta obligación en aquellos puestos de trabajo donde pueda entrar en contradicción con la seguridad y la salud laboral.
Lee tambiénEl desconcierto de las comunidades tuerce el plan de ahorro energético
