Según los datos de Crédito y Caución, en julio se alcanzaron los 705 concursos de acreedores. Esta cifra es casi un 20% mayor que las insolvencias que las empresas presentaron en junio, cuando se alcanzó la cifra de 589 concursos. 

El incremento no es un fenómeno estacional. La cifra de insolvencias empresariales también ha crecido en dobles digitales respecto a julio del año pasado. Concretamente, un 10%. 

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Los mayores incrementos se registraron en la industria automotriz (200%), el sector primario (84%), la industria alimentaria (54%), el transporte (40%), la industria extractiva (33%), el comercio al por menor (26%), el comercio de automoción (24%) y la construcción (23%). 

Cataluña (23% del total) y Madrid (23%) son las autonomías donde más concursos se declaran. Les siguen la Comunidad Valenciana (17%) y Andalucía (9%). En total, los concursos de acreedores en España llegan a los 3.991 hasta julio. 

Capacidad legal

"Los crecimientos registrados en julio son los primeros fuera del periodo excepcional de 27 meses en el que ha estado vigente la moratoria concursal. Esta se inició en marzo de 2020, cuando tanto España como los mercados de nuestro entorno adoptaron medidas para frenar las declaraciones de quiebra", explica el informe de la consultora. 

También "modificando los umbrales de presentación, reduciendo la capacidad del acreedor para forzar su admisión a trámite o proporcionando suficiente apoyo financiero al deudor para retrasar su presentación", añade.

El pasado 30 de junio decayó la tercera prórroga de esta moratoria con dos consecuencias inmediatas que anticipan un incremento todavía mayor de los procesos concursales a partir de septiembre: "los acreedores recuperan su capacidad legal para solicitar la declaración concursal de un deudor y los empresarios en una situación de insolvencia vuelven a estar obligados a solicitar la declaración concursal".

Esta situación servirá, además, para que salgan a la luz las numerosas empresas 'zombis' sin viabilidad que pululan en el tejido productivo español tras el inicio de la pandemia en marzo de 2020. 

"Es algo positivo y necesario. Hay que tener en cuenta que ya se han cumplido más de dos años desde el inicio de la pandemia y se debe ir resolviendo la situación de insolvencia coyuntural derivado de la Covid-19", explicaba a EL ESPAÑOL-Invertia, Carmen García Alonso, abogada especialista en mercantil de CCS Abogados, sobre este fenómeno. 

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De hecho, como adelantó este medio, la expectativa de un tsunami de concursos de acreedores hace que se dé por hecho que los juzgados mercantiles se colapsarán. También debido al alto nivel de litigiosidad que soportan estos tribunales. 

Además, el fin de la moratoria concursal está coincidiendo en el tiempo con los vencimientos de los periodos de carencia de los 'créditos ICO' que fueron concedidos a miles de empresas durante la pandemia.