Joe Biden, presidente de EEUU, junto a Pedro Sánchez, en la cumbre de la OTAN de Bruselas, en junio de 2021.

Joe Biden, presidente de EEUU, junto a Pedro Sánchez, en la cumbre de la OTAN de Bruselas, en junio de 2021.

Política CUMBRE DE LA OTAN

Sánchez invocará la tragedia de la valla para pedir a Biden que la OTAN proteja Ceuta y Melilla

Stoltenberg avisa de que la mención expresa a las dos plazas españolas es "una decisión política". La agenda de la cita incluirá la presión migratoria.

28 junio, 2022 03:02

Pedro Sánchez tiene previsto plantear a Joe Biden la necesidad de que la OTAN esté atenta a los peligros desde África y de que garantice la seguridad de Ceuta y de Melilla.

Este martes, el presidente del Gobierno será anfitrión, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, del presidente de Estados Unidos. El noruego y Felipe VI lo irán a recoger en la misma escalerilla del Air Force One, a su llegada a la Base Aérea de Torrejón.

Después, mantendrán -por fin- una reunión bilateral, antes de que Biden rinda visita al Rey en la Zarzuela. Según ha podido saber este periódico, en ese encuentro mano a mano con el mandatario estadounidense, Sánchez invocará la tragedia del pasado viernes en la frontera de Melilla, como un ejemplo de los peligros que enfrenta la Alianza Atlántica desde su flanco Sur.

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Fuentes cercanas al presidente explican a este diario que, evidentemente, la reunión no se centrará en las cuestiones migratorias, pero que éstas "estarán muy presentes" en la conversación "sobre los desafíos que enfrentan los aliados" y que se discutirán durante la cumbre, para conformar el Concepto Estratégico de Madrid

Agenda del encuentro

Los temas que departirán ambos mandatarios irán, por supuesto, desde un repaso a la situación en el flanco Este, es decir, a la invasión rusa de Ucrania, hasta las relaciones bilaterales y transatlánticas. Sánchez y Biden repasarán los acuerdos entre España y EEUU para el uso conjunto de las bases de Rota y Morón, que son clave para la estrategia de defensa europea.

"Y el presidente le dará cuenta del desafío migratorio, del que enfrenta Europa con la presión que ya está aquí y seguirá viniendo con más fuerza en los próximos meses desde el sur". España y el resto de países OTAN en la cuenca del Mediterráneo están profundamente preocupados de los efectos colaterales de la guerra, que está provocando "una escasez de grano inmensa, y la consiguiente hambruna" en los países subsaharianos.

El presidente español insistirá al estadounidense en los riesgos no sólo migratorios, sino de desestabilización política en países como Burkina Faso, Mali, República Centroafricana, Níger o Sudán.

Según las fuentes consultadas, "la combinación de la falta de institucionalidad, escasez de recursos, mafias y presencia de grupos yihadistas es extremadamente peligrosa". Y más con Rusia y China, que han tomado posiciones económicas y políticas en la región y están interesadas en desestabilizar a Occidente.

Trabajo español

España ha trabajado duro, como anfitrión del encuentro designado hace un año en Bruselas, en que los aliados atiendan a que los peligros del norte de África tienen "la misma medida, dimensión y, en mucha parte, protagonistas" que los que provienen del Este.

El hecho de que la invasión rusa de Ucrania lleve ya cuatro meses en marcha, confirma la agresividad de Vladímir Putin. "Y la presencia de Rusia en el Sahel está más que constatada", explican fuentes gubernamentales. No sólo con fuerzas proxi, como los mercenarios del Grupo Wagner, sino "con tropas regulares de su ejército", que comienzan a tomar el control de la seguridad en países caídos en la autocracia, "como Mali o república Centroafricana".

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En ese empeño, fuentes del Ejecutivo insistían, desde hace más de un mes, en que sería "prácticamente imposible" que apareciera una mención expresa a Ceuta y Melilla. De hecho, según la textualidad del Tratado de Washington, el fundacional de la Alianza del Atlántico Norte, las dos plazas españolas en el norte de África, no están amparadas por el paraguas de la OTAN.

Pero la unidad reforzada de los 30 aliados tras la agresión de Putin a Ucrania cambió todo el panorama. Y el propio Stoltenberg dejó claro, desde el principio, que la Alianza "defenderá hasta el último centímetro de la integridad territorial de cada uno de sus miembros". Así lo dijo, por ejemplo, durante la visita que hizo el propio Sánchez junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, al cuartel aliado en Letonia, el pasado mes de marzo.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el primer ministro de Letonia, Arturs Krisjanis; el de Canadá, Justin Trudeau y el español, Pedro Sánchez.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el primer ministro de Letonia, Arturs Krisjanis; el de Canadá, Justin Trudeau y el español, Pedro Sánchez. Reuters

Por eso mismo, las palabras de Stoltenberg, este lunes desde Bruselas, no significan que la OTAN se desentienda de Ceuta y Melilla. Simplemente, que su mención expresa es "una decisión política que debe tomarse por unanimidad".

De hecho, es que todas las decisiones de la Alianza Atlántica se toman por unanimidad. No se da un solo paso sin el acuerdo de todos sus miembros. De ahí, por ejemplo, el escollo que está suponiendo la posición de Turquía respecto a la adhesión solicitada por Suecia y Finlandia, también impulsada por la guerra en Ucrania. 

Así, es poco probable que el Concepto Estratégico de Madrid, que establecerá por escrito las amenazas, los peligros y las estrategias de la OTAN para la próxima década, vaya a incluir textualmente a Ceuta y a Melilla. De hecho, sería tanto como enmendar un documento de mayor rango, el Tratado de la Alianza. 

Ventaja geoestratégica

En todo caso, el Gobierno de Sánchez sabe que somos un país estratégico, aunque sea por pura situación geográfica, para la OTAN. Y con eso llevan trabajando los funcionarios designados por José Manuel Albares y Margarita Robles en los últimos meses, mano a mano con los del resto de Aliados y los del Consejo Atlántico.

El interés que tuvo el presidente estadounidense Dwight Eisenhower por atraerse al régimen del dictador Francisco Franco primero, y la insistencia de la Administración de Ronald Reagan después para integrarnos en la Alianza vienen dados porque España es puerta del Mediterráneo. Y así, el hecho de que haya dos ciudades de nuestro país en el norte de África forma parte, sin duda, de nuestras ventajas estratégicas como aliado.

Otra cosa es que Ceuta y Melilla sean una vieja reivindicación de soberanía -sin motivos históricos, por otra parte- de Marruecos. Eso es lo que hace que sea "prácticamente imposible" conseguir una mención expresa, ya que Rabat es socio directo de Estados Unidos en la región.

España querría que el partenariado sur de la Alianza -que, de momento, sólo incluye como socios a Mauritania y a Jordania, invitados al evento- pudiera incluir en el futuro a Marruecos. Esa circunstancia ayudaría, con una mayor imbricación de intereses entre Rabat y los aliados.

Pero de momento, el presidente Sánchez mostrará el ejemplo al presidente Biden de cómo la presión migratoria, exacerbada por la hambruna en los países donde operan las mafias traficantes de personas, supone un "peligro real para Europa que sólo va a empeorar en los próximos meses", ante la falta de grano procedente de Ucrania.

La combinación de esta circunstancia con la cada vez mayor presencia rusa y china en África -con intereses económicos y alianzas políticas- es motivo más que suficiente para que todos los aliados de la OTAN entiendan el riesgo de una pinza sobre Europa.