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La industria alimentaria advierte del peligro de desabastecimiento general si hay otra huelga de transportistas

La Plataforma de camioneros que protagonizó las movilizaciones de marzo votará este domingo si inicia un nuevo paro indefinido

Desabastecimiento huelga transportistas
Estantes semivacíos en un supermercado de San Sebastián a causa de la huelga de transportistas, el pasado mes de marzo.Javier Etxezarreta (EFE)

La amenaza velada de una nueva huelga de transportistas ha levantado todas las alarmas en toda la industria alimentaria y de distribución. Productores, hosteleros y supermercados han lanzado este miércoles un aviso: si los camioneros vuelven a parar se dispararán aún más los precios y habrá problemas de desabastecimiento y se tardarán semanas en recuperar la normalidad. Las empresas agroalimentarias y de distribución han advertido este miércoles que España “no puede permitirse un nuevo paro del sector del transporte por carretera” por las graves consecuencias que podría tener sobre las empresas y sobre los consumidores, superiores incluso a los que se produjeron en los paros que tuvieron lugar el pasado mes de marzo.

Entre las consecuencias, destacan la paralización de la actividad en las fábricas si los productos básicos no llegan a las fábricas e, igualmente, el incremento de los costes derivados de la conservación de los alimentos o de su pérdida. “La recuperación de la actividad normal puede extenderse durante varias semanas, prolongando los problemas de desabastecimiento a la población”. Así lo han indicado en un comunicado conjunto las organizaciones agrarias -ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agroalimentarias- y las asociaciones empresariales FIAB, AECOC, ACES, ANGED, ASEDAS, CEDECARNE, FEDEPESCA, Hostelería de España y marcas de Restauración.

El aviso se produce después de que la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte, que organizó en marzo una huelga que secundaron miles de camioneros el pasado mes de marzo, anunciara que convocará una consulta el próximo domingo, día 26, con los transportistas para decidir si retoman las movilizaciones ante el incumplimiento de las medidas acordadas entonces con el Gobierno que incluían mejoras laborales y una subvención del combustible.

La Plataforma ha aclarado que aún no hay ningún paro convocado y que solo si lo deciden sus bases se reanudará el paro Indefinido de transporte, que supeditan al que el Ministerio de Transportes plasme en un decreto-ley antes del 30 de junio las garantías para que ningún transportista realice un servicio a pérdidas, entre otras reivindicaciones. Así se lo manifestaron representantes de la plataforma a los responsables del Ministerio que dirige Raquel Sánchez en una reunión que mantuvieron el pasado 16 de junio.

Pérdida de las exportaciones

Ha bastado ese aviso para poner en pie de guerra a todo el sector alimentario, que ha reclamado “al sector del transporte que no sometan a la sociedad a una nueva amenaza”. La cadena agroalimentaria ha subrayado que el sector se encuentra en plena campaña de fruta de verano y gran parte de su producción va a mercados internacionales, por lo que un posible paro provocará no poder responder a la demanda internacional, además de una pérdida de prestigio para el sector que puede redundar en la pérdida de destinos de exportación.

El sector ha recalcado que este hecho es “especialmente grave” en momentos de inicio de campaña con riesgo de que se tire gran parte de la producción anual de alimentos perecederos, como la fruta, con los importantes perjuicios que esto supondría. También han alertado de que estos paros podrían provocar que la industria alimentaria sufriera, como ocurrió en marzo, paros en su actividad si los productos básicos no llegan a las fábricas e, igualmente, experimentar enormes costes derivados de la conservación de los alimentos o de su pérdida.

Por su parte, la distribución alimentaria señala que se vería obligada a hacer un sobreesfuerzo de redistribución de alimentos a los puntos de venta y de reorganización del surtido disponible para no dejar desabastecida a la población. “El cierre eventual de tiendas, la presión sobre los trabajadores y la dificultad para recuperar con rapidez la normalidad de suministro son otros de los efectos sobre el comercio”. Otros sectores que se verían seriamente afectados en plena campaña de verano sería la hostelería, la restauración y el turismo, que verían “nuevamente amenazado” su abastecimiento y repercutiría a la imagen de España como destino turístico nacional e internacional.

De esta forma, la cadena agroalimentaria ha recordado que junto al conjunto de la sociedad soporta una “situación muy difícil” por el escenario inflacionista y que está haciendo un “gran esfuerzo” para tratar de repercutir lo menos posible al consumidor el alza de los precios de la energía, del coste del combustible y sus derivados como los fertilizantes, del precio y la dificultad de acceso a las materias primas, de la presión fiscal y el coste regulatorio que sufre el sector, así como de los efectos del anterior paro del transporte del que algunas cadenas de suministro no han podido aún recuperarse.

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