En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Europa

Los colombianos conocen mejor Miami que a su propio país: embajador alemán

El embajador de Alemania, Peter Ptaseek, durante una entrevista concedida al diario el Tiempo.

El embajador de Alemania, Peter Ptaseek, durante una entrevista concedida al diario el Tiempo.

Foto:MAURICIO MORENO/ EL TIEMPO

Peter Ptassek habló con EL TIEMPO sobre los desafíos más imperativos para el nuevo presidente.

"Lo primero que hay que decir es que la paz en Colombia es un logro que sigue sorprendiendo al mundo. Nunca, en otro lugar, se ha logrado terminar un conflicto armado de 50 o más años y eso contribuyó a que la comunidad internacional tuviera un interés muy fuerte en el país y en mejorar la reputación de este.", fueron las palabras de Peter Ptassek, embajador de Alemania en Colombia, sobre una posible frustración en la implementación de los acuerdos de paz.
El problema con cualquier proceso de paz es que, normalmente, se hace entre enemigos y poner fin al odio no es fácil, quizá por eso en Alemania (tras la II Guerra Mundial) necesitamos mucho más tiempo para llegar al punto de poder hablar abiertamente sobre lo ocurrido.
Pero en Colombia eso sucedió muy rápido, en parte gracias a que la implementación del acuerdo, que es un gran programa de reforma, lo tiene todo.
Ahora, es imposible implementarlo en cuatro años, de eso no cabe duda, pero hay que decir que durante este gobierno el tema de reincorporación de los que dejaron sus armas avanzó muchísimo y que se mantiene la política enfocada en los Planes de Desarrollo Territorial (PDT) en las regiones más afectadas por el conflicto armado.
Aunque queda mucho por hacer, veo una Jurisdicción Especial para la Paz, una Comisión de la Verdad y una Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas muy sólidas. En Alemania, tantas décadas después de la guerra, todavía la Cruz Roja está buscando desaparecidos.
Peter Ptassek, embajador de Alemania en Colombia

Peter Ptassek, embajador de Alemania en Colombia

Foto:Archivo El Tiempo

Los mayores desafíos

Un gran problema para la correcta implementación del acuerdo de paz es la impaciencia de los colombianos. No se dan cuenta de que lograron mucho en muy poco tiempo.
Eso sumado a que se está articulando en un ámbito de polarización, que tampoco sorprende porque enemigos de ayer no pueden transformarse en mejores amigos por decreto.
El acuerdo de paz es una oportunidad, pero el verdadero trabajo es el que hay que hacer día a día. Lo más impresionante para mí, durante estos cuatro años de estancia en el país, han sido los encuentros entre diferentes victimarios con las víctimas.
Estos encuentros me demostraron que si bien es un tema que duele mucho y que no vamos a resolver de inmediato, ver que las personas involucradas en el conflicto armado salen de estas reuniones convencidas de la necesidad de hablar, e incluso de perdonar, está llevando a una dinámica mucho más fuerte que las discusiones políticas que se pueden escuchar en Bogotá.
¿Qué decir cuando alertan sobre un recrudecimiento de la violencia en varias zonas?
Estructuralmente, el gran problema del acuerdo de paz es que debe ir apalancado con un programa de reformas del territorio que implican presencia del Estado en las regiones más afectadas, pero eso no es nuevo.
El Estado nunca perdió el control sobre partes del territorio porque en realidad nunca lo tuvo. En ese sentido, el nuevo presidente debe volver la vista adelante para, pensando en el futuro del país, cuestionarse qué país quieren los colombianos, cómo se ve, con qué cuenta y qué falta.
El Estado no solo se puede limitar a una presencia militar. Además de eso, para lograr una estabilidad y una seguridad necesita un sólido eje social.
El comisionado de Paz, Juan Camilo Restrepo, el embajador de Alemania,  Peter Ptassek, y el consejero Emilio Archila

El comisionado de Paz, Juan Camilo Restrepo, el embajador de Alemania, Peter Ptassek, y el consejero Emilio Archila

Foto:Twitter @Juancamilorpog

Desde la Embajada alemana, junto con la comunidad internacional, trabajamos con líderes sociales que en muchos lugares son protagonistas, son la vanguardia de una sociedad civil, en lugares donde no hay orden ni seguridad.
Yo creo que ellos son aliados claves y eso será un desafío también para el nuevo Gobierno. Cabe aclarar que los problemas no empezaron con el gobierno Duque y no van a desaparecer con quien suba ahora. Esta es una tarea que se debe enfrentar con un esfuerzo colectivo y que debe ir más allá del gobierno de turno.

Cambio tras las elecciones

¿Podríamos decir que usted no está de acuerdo con quienes critican al presidente Duque por, supuestamente, haber retrasado el proceso de paz?
Me sumo a los que están diciendo que la violencia que sigue presente en el territorio es el freno de la paz. La violencia es una manifestación de la ausencia del Estado, que no es un fenómeno nuevo, y que no va a acabarse a corto plazo.
Este gobierno no ha tenido una tarea fácil con la pandemia del covid-19, con un acceso limitado al territorio, que han aprovechado los grupos armados para fortalecerse. El problema no es el Gobierno, el problema es el peso que tienen quienes no están interesados en un cambio de esta situación.
¿Ve una posibilidad de cambio tras las elecciones?
Es interesante ver que ahora hay dos candidatos presidenciales que se identifican como propulsores de un cambio. Me parece muy llamativo que tras décadas de callar sobre la necesidad de cambio, Colombia realmente cambió muchísimo, aunque no se acompañó por una narrativa positiva, algo muy peligroso, pues los cambios tienen que acompañarse activamente.

El acuerdo de paz está dando unas inspiraciones muy importantes y no hay que perderse de esta oportunidad.

La polarización es un fenómeno común y una manera de estabilizarse. Si tengo miedo al cambio, la polarización me ayuda a ubicarme a un lado simplemente justificando que lo importante es que estoy del otro lado.
Eso puede ser divertido, interesante, pero nunca va a contribuir a que los candidatos den explicaciones sobre qué y cómo van a hacer todo eso que tan fácilmente prometen.
Cada país tiene su manera de resolver problemas, pero yo creo que no hace daño, del lado del electorado, aumentar un poco la demanda de contenido a los candidatos para invitar a responder la pregunta: ¿qué país quieren construir?

¿Preocupa que no se hable de paz en las elecciones?

Eso es una gran preocupación. Por eso nosotros, la comunidad internacional, estamos insistiendo mucho en el peligro que sería olvidar las oportunidades que brinda el acuerdo de paz.
Como dije, el ámbito en el cual se lleva a cabo esta campaña presidencial no deja mucho espacio a matices, a temas estructurales, es muy a corto plazo, muy a tener un efecto en el momento.

Colombia tiene grandes oportunidades en producción de alimentos. Por eso hay que asegurar la seguridad, la infraestructura y la logística que permitan un avance integral de las comunidades.

Y la paz, que no es fácil, que no es obvia, que no es algo que cae del cielo, necesita de la cooperación de todos y de un empuje, que esperamos se lo dé el nuevo Gobierno sin importar los demás problemas internos que deberá combatir, como la inflación, el costo de vida y hasta la crisis por la guerra en Ucrania, que también tendrá unas consecuencias para Colombia, dada la subida de precios de alimentos.
La paz necesitará toda la atención del nuevo Gobierno desde el primer día. Por eso no debe sorprender que, para esto, el nuevo presidente necesita y merece el apoyo y el acompañamiento de la comunidad internacional con programas que ya tenemos para fomentar estos procesos y para contribuir a lo que por fin debe ser el verdadero desarrollo rural.

¿Qué más debe tener en cuenta?

El talento. Colombia es un país con mucho talento, que no se está utilizando por falta de acceso a la educación superior, al empleo y a las redes laborales.
Hay mucha creatividad, yo lo veo en el caso de becas que se dan a personas de estratos más humildes que están trabajando con una energía enorme y están logrando cosas con un compromiso que denota que lo que necesitan son oportunidades. La desigualdad es una situación que no favorece al desarrollo del país.

Colombia tiene un crecimiento constante, estable, a pesar de no utilizar este talento.

Por eso, me imagino qué tan fuerte sería el crecimiento económico y social del país con esta inclusión.
Usted fue un embajador muy activo en las redes sociales. ¿Sintió en algún momento temor de estar traspasando una línea roja que se les impone a los diplomáticos en este aspecto?
En el caso de Alemania, nosotros defendemos valores muy importantes como la democracia, el multilateralismo, la defensa de los derechos humanos, la protección del medioambiente, la lucha contra el cambio climático... pero si yo me dedico a publicar el comunicado oficial de mi Gobierno, ¿cuál sería el efecto? Ninguno.
Los problemas que tenemos que resolver con Colombia necesitan mucho más que la firma del Gobierno, y eso hace parte de mi tarea. Creo que tenemos que dar un ejemplo de cómo hablar yendo al grano y no esconderse detrás de frases acartonadas y enredadas.
¿Alguna preocupación sobre quién pueda ser el presidente de Colombia?
Ese es un asunto en el cual no voy a meterme. Es una decisión que los colombianos van a tomar, pero una observación que me permito hacer es que, en ambos casos, nadie sabe con gran exactitud cómo se van a manifestar los compromisos de campaña en políticas implementadas.

Ahora que se va, ¿cómo define a Colombia?

Vivir este país es casi imposible porque tiene tantos lugares interesantes, fascinantes y muy poco accesibles. Lo que me causó sorpresa es que no son lugares tan recorridos por colombianos, creo que la mayoría conocen mejor Miami que su propio país.
Colombia tiene mucho para descubrir y eso me llena de un sentimiento de nostalgia porque aquí la gente, a pesar de todo, sigue optimista, feliz y esperanzada. En Alemania siempre tienen mal humor, tienen todo, pero no disfrutan.
¿Qué preocupación le deja a su sucesor en Colombia?
Un tema positivo es potenciar el hidrógeno verde, necesitamos muchas fuentes de energía alternativas para reemplazar el gas ruso, y con las decisiones muy contundentes que tomó este gobierno, la hoja de ruta del hidrógeno verde que tenemos en Colombia debe fortalecerse para que se convierta en un proveedor clave.
Un tema más difícil es la paz, porque no cabe duda de que sin un esfuerzo adicional esta no va a prosperar, y eso sería una muy gran pérdida de lo que considero clave para el desarrollo del país.

¿Qué destaca de su gestión?

Tuvimos una cooperación en la lucha contra el cambio climático, a la que le seguiremos invirtiendo mucho dinero en programas que tienen como objetivo brindar oportunidades económicas legales a personas que viven en las zonas de bosques; tenemos un compromiso muy fuerte de compañías alemanas en el sector de reciclaje, economía circular, que también tiene un gran potencial para el país.
La producción de energía limpia, y más allá tenemos una presencia de muchas empresas que ya se volvieron colombianas produciendo químicos.
Tenemos un gran compromiso con empresas en el sector de salud. No se ven todos los días, pero hay más de 350 empresas alemanas en la Cámara Colombo-Alemana, y hablando con ellos, me parece que siguen contentos todos porque es un país que tiene un ámbito de inversiones muy muy positivo.
En el continente, Colombia sigue siendo el país más estable, con el crecimiento más constante.
STEPHANY ECHAVARRÍA Y EDUARD SOTO
*EDITORA INTERNACIONAL
**EDITOR DE MESA CENTRAL
EL TIEMPO

Más noticias del mundo

icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO