Ferraz toca a rebato y cierra hoy mismo un acto con barones para el 12 en Córdoba

En el cuartel general de Ferraz cada vez hay más nervios ante lo que los sondeos pronostican para la noche electoral en Andalucía. Los más pesimistas en el partido ya reconocen que es una opción que no se logre igualar el resultado de 33 escaños que Susana Díaz anotó en los anteriores comicios. Ante esta situación y el desánimo en las filas socialistas, la dirección del partido ha cerrado esta mañana una cita en Córdoba el 12 de junio con sus líderes regionales para apoyar al candidato Juan Espadas. Como publicó El Confidencial ayer por la tarde los barones no tenían clara su participación y algunos ya habían declinado ir a Andalucía. Era el caso del presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, que no asistirá porque tiene "compromisos constitucionales". En esta misma línea se pronunció ayer el equipo del valenciano, Ximo Puig, que argumentó incompatibilidad de agendas para viajar a Andalucía. Tras recibir hoy mismo una petición de la dirección nacional finalmente estará en Córdoba. El que si tenía disposición de hacer campaña desde el primer momento era Javier Lambán, pero Ferraz en la tarde de ayer no le había trasladado la fecha de un acto que aseguran estaba programado "desde hace semanas". Finalmente, se han "acelerado" las confirmaciones y participarán "la práctica totalidad" de los líderes autonómicos.

La reflexión en los territorios socialistas es que “es muy tarde” para intentar motivar al electorado en Andalucía. Los datos que manejan confirman una fuerte desmovilización del electorado del PSOE, y en buena medida lo achacan al desgaste del propio Sánchez. “Ha ignorado al partido y ahora quiere que se le apoye en la caída”, advierten los cuadros medios, donde incluso en privado reconocen que la gestión del presidente del PP, Juanma Moreno, ha sido “inteligente”. “No da miedo ni a los nuestros”, declaran. De hecho, los datos son demoledores, según todos los sondeos publicados. El PP recibe entre un 10 y un 12% de voto del PSOE respecto a 2018. Esto es lo que más preocupa a los barones, porque consideran que se está perdiendo “el centro” y que lo que ocurra en Andalucía puede ser la antesala de una catástrofe en las generales.

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No hay previsión de que el pos 19-J sea un terremoto en Ferraz, porque están en una estrategia de control de daños. Los 'disidentes' no tienen voz, pero se empezarán a mover ante el olor a sangre que se percibe desde Moncloa: “El PSOE está por encima de los personalismos”, recuerdan. Si el presidente pierde su halo de ganador, se le complicará mantener prietas las filas. Algunos ya buscan un Feijóo entre los barones que recupere el socialismo antiguo.

En las autonomías son más optimistas, porque los barones que se han desmarcado del sanchismo manejan sondeos en los que, como en Castilla-La Mancha, se revalidaría la mayoría absoluta. Esto lleva a los veteranos del partido a pedir a Sánchez una “reflexión” ante episodios como el que se vivió ayer con Podemos y sus críticas a la OTAN. El ambiente es que las siglas saldrán muy tocadas de las andaluzas. "Si no somos capaces de ganar en un territorio sociológicamente afín como Andalucía, ¿qué nos espera?", lamentan fuentes socialistas que manejan sondeos internos donde el partido estaría entre los 90 y 95 diputados, como en los peores tiempos de 2015.

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En el equipo de Espadas intentan mantener el ánimo alto y destacan que “habrá barones y de todo”. Otros no disimulan. “No me extrañaría que no quieran venir”, apunta otra fuente del socialismo andaluz, que se muestra incluso comprensiva con el temor de otros barones ante el complejo panorama que se presenta en Andalucía. La preocupación va más allá del resultado, porque en el PSOE andaluz saben que van a tener una enorme presión para que favorezcan un Gobierno de Moreno en solitario si acaba sumando más que todo el bloque de la izquierda.

En público, Espadas no lo va a reconocer, pero en privado en su equipo no verían mal esta opción, que ha sido bendecida por los barones socialistas cuando Alberto Núñez Feijóo propuso en una entrevista en El Confidencial un pacto para permitir que gobierne la lista más votada.

En el PP también los barones harán banquillo, pero por razones distintas. Juanma Moreno quiere tener el control de la campaña y evitar errores como los que se cometieron en Castilla y León. Tampoco estarán los expresidentes Rajoy y Aznar. Fernández Mañueco fue perdiendo apoyos con los teloneros y ahora nadie quiere arriesgar. Solo Feijóo tendrá una importante presencia.