Los productores de tabaco recogerán las colillas en el 2023

Acetato de celulosa

Se encargarán de limpiar estos plásticos que contienen los filtros de calles y playas

Colillas en el suelo en la terraza de un bar

Colillas en el suelo en la terraza de un bar 

LV / Ana Jiménez

El día de Reyes, 6 de enero del 2023. Ese es el plazo que tienen los fabricantes de tabaco para hacerse cargo de la recogida de los filtros de tabaco que inundan todos los espacios. Así lo recoge la ley de residuos y suelos contaminantes que entró en vigor a primeros de abril. No sólo se tendrán que hacer cargo de la limpieza viaria, sino también de informar y concienciar de que los filtros no se pueden tirar al suelo porque contienen plástico (acetato de celulosa).

Así lo indicó Ismael Aznar Caño, director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, durante el congreso del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), donde recordó que esa norma –que prohíbe la comercialización de utensilios como los bastoncillos de algodón que contengan plástico, los cubiertos, los platos, las pajitas o los recipientes para bebidas hechos de poliestireno expandido– se ocupa también de los filtros del tabaco, algo que ha quedado relegado en el extenso texto legal.

“El tabaco tiene un coste alto desde el punto de vista medioambiental"

Andrés ZamoranoPresidente de CNPT

Los responsables del CNPT, entre ellos, su máximo representante, Andrés Zamorano, se mostró a favor de esta medida porque “el tabaco tiene un coste alto desde el punto de vista medioambiental, no sólo en lo que supone de contaminación de todos los espacios, sino de tala de árboles, por ejemplo”.

Los responsables del CNPT creen que es más que probable que los productores de tabaco incrementen los precios de los productos para hacer frente a esa limpieza, algo que ven positivo porque, insisten, el instrumento más efectivo contra el tabaquismo es la subida de precios, como demuestran numerosos estudios. 

Colillas junto a las puertas de una clínica dental del barrio de Les Corts, en Barcelona

Colillas junto a las puertas de una clínica dental del barrio de Les Corts, en Barcelona 

LV / Luis Tato

De hecho, llevan décadas pidiendo un incremento de los impuestos al tabaco con el objetivo de incrementar los precios y esperan que en la próxima reforma de la ley contra el tabaco en la que trabaja el Gobierno se refleje ese aumento. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguran que ya se está hablando con Hacienda al respecto y “las conversaciones” van en esa dirección.

Esta medida no es un invento del gobierno, sino de Europa. Según la directiva europea sobre plásticos de un solo uso, las colillas de los cigarrillos son el segundo artículo de plástico de un solo uso que más se encuentra en las playas de la Unión Europea.

Estos residuos causan un enorme impacto ambiental

Estos residuos, que habitualmente se desechan de manera incontrolada, causan un enorme impacto ambiental. Por ello, la directiva reclama a los Estados miembros que adopten medidas “para reducir el vertido de basura dispersa procedente de los residuos ocasionados por el consumo de productos del tabaco con filtros que contienen plástico”, entre las que incluye el marcado, la aplicación de regímenes de responsabilidad ampliada del productor o actuaciones en materia de sensibilización, señala esta directiva.

No hay datos claros del coste que supone retirar los filtros del tabaco a los ayuntamientos de toda España. Pero en un informe centrado en Catalunya, la Fundación Rezero estimó que los municipios catalanes afrontan cada año costes de limpieza viaria de las colillas que oscilan entre los 12 y 21 euros por habitante al año, si bien los costes más elevados se dan en los municipios costeros. 

La factura para los fabricantes superaría los 145 millones de euros al año en España

A estos hay que añadir, entre otros, los derivados de la limpieza de alcantarillado y las plantas de tratamiento de agua, donde también se acumulan. Si se utiliza el dato más conservador, la cuenta de factura para los fabricantes superaría los 145 millones de euros al año en España.

Un informe de la oenegé Ocean Conservancy revela que las colillas de cigarrillos son la principal fuente de desecho que han encontrado en los océanos, incluso por encima de envoltorios, botellas, tapones y bolsas de plástico. 

Las colillas poseen acetosa de celulosa, una forma de plástico muy perjudicial para el medio ambiente

Las colillas poseen acetosa de celulosa, una forma de plástico muy perjudicial para el medio ambiente. Porque los filtros tardan en descomponerse y, cuando lo hacen, liberan las sustancias contaminantes que han absorbido del humo: nicotina, arsénico, plomo… Elementos que acaban en los estómagos de los peces al consumir esas colillas, pensando que es alimento, insiste la Fundación Aquae.

Se calcula que de los más de 5,6 billones de cigarrillos que se fabrican con este tipo de filtros, hasta dos tercios son arrojados al mar de forma irresponsable. En España se consume, aproximadamente, 32.800 millones de cigarrillos y los filtros del 15% acaban en las playas.

La ley de residuos recién aprobada no incluyó la prohibición de fumar en las playas

Sobre las playas y el tabaco, el director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico entonó un mea culpa.

Porque la ley de residuos recién aprobada no incluyó la prohibición de fumar en las playas como pedían algunos partidos, como Mas Madrid, que llegó a incluir una enmienda al respecto que al final decayó.

Un 17,5% del total

A día de hoy, hay 525 playas en las que se ha colgado el cartel de “espacios sin humo”

Lo que sí ofrece la ley es el amparo a los ayuntamientos para vetar el tabaco de las playas. Según la norma: “Los ayuntamientos podrán regular las limitaciones de fumar y de liberar de forma intencionada globos en las playas, que se podrán sancionar en las ordenanzas municipales con arreglo al régimen de infracciones y sanciones de la presente ley”.

A día de hoy, hay 525 playas en las que se ha colgado el cartel de “espacios sin humo”, alrededor del 17,5% del total. Pero hasta ahora no se multa, salvo en Canarias, según datos de la oenegé nofumadores.org.

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