Automovilismo

La industria auxiliar de las baterías llega a Catalunya tras los fiascos de Sagunto y Zona Franca

La Generalitat fracasó en sus intentos por atraer las inversiones para una gigafactoría de LG Chem o Volkswagen

La fábrica de componentes de baterías que la empresa surcoreana ILJIN tiene en Malasia

La fábrica de componentes de baterías que la empresa surcoreana ILJIN tiene en Malasia / ACN / ILJIN

Gabriel Ubieto

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"Hace más de cinco años que no nos despertábamos con una buena noticia como esta", reconoce, entusiasmado, una fuente del sector industrial catalán en relación a la nueva fábrica de componentes de baterías que prevé abrir la surcoreana Iljin en Mont-roig del Camp (Baix Camp). El aterrizaje de una inversión de 600 millones de euros y para la industria del automóvil ha sido recibida como agua de mayo en un sector que en los últimos años ha vivido bastantes más cierres que aperturas. Y especialmente en Catalunya, que ha visto como trenes como la gigafactoría de baterías de Volkswagen que acabó en Sagunto. O un proyecto similar de otra firma surcoreana, LG Chem, que mostró interés en instalarse en la Zona Franca y que se desvaneció al poco de conocerse.

A falta de ver cómo se acaba concretando la reindustrialización de las plantas de Nissan y qué peso tendrá el 'D-Hub' en las mismas, el de Iljin es el primer proyecto del circuito de las baterías eléctricas que se cierra para instalarse en tierras catalanas. Pues si bien la fábrica de Seat en Martorell se beneficiará ampliamente de la nueva gigafactoría del grupo Volkswagen en España -para la que prevén invertir 3.500 millones de euros-, esta no se ubicará en Lleida, como pretendía la Generalitat de Catalunya, sino en Sagunto, para lo que se movió la Generalitat valenciana.

La 'conselleria' de Empresa ha conseguido atraer un proyecto auxiliar, en el sentido que su rol será generar componentes para proveer a otras fábricas donde sí se ensamblarán baterías -como la de Sagunto-. Fuentes de la misma explican que una vez la fábrica de Iljin se ponga en marcha estudiarán como apuntalarla en el territorio mediante ayudas públicas e insisten en que los 600 millones de euros anunciados son netamente capital surcoreano.

Una inversión que los habitantes de Mont-roig del Camp reciben con los brazos abiertos. Especialmente el 14% de vecinos en paro que viven en este municipio a 30 kilómetros de Tarragona y que históricamente ha dependido del sector servicios. Desde el Ayuntamiento ya han comenzado a moverse para que el máximo de los 500 empleos que desde Iljin prevén generar con la nueva factoría se queden en Mont-roig. "¿Por qué no impartir cursos de coreano o montar un restaurante de comida coreana? Es una muy buena noticia para diversificar nuestra economía", valora el alcalde Fran Morancho, en conversación telefónica desde Seúl.

Alternativa al turismo

Desde el consistorio destacan su prioridad por conseguir que una gran cantidad de mujeres se formen y reciclen para encajar en los planes de Iljin, que promete empleo de calidad y a largo plazo. Algo que anda buscado en un municipio que vive del turismo y los servicios, más cerca del modelo Port Aventura que el de la petroquímica. "La pandemia nos ha afectado gravemente y la recuperación está siendo difícil, por eso esta inversión supone una gran oportunidad", insiste Morancho.

Las negociaciones para aterrizar esta industria auxiliar de baterías en Mont-roig se alargaron un año. Y hasta en cuatro veces se desplazaron los emisarios de Iljin hasta este municipio del Baix Camp para supervisar los terrenos. "Les convenció especialmente el clima, que es perfecto para fabricar el elecfoil", apunta el alcalde. Este material son una especie de láminas de cobre muy finas pensadas para baterías de litio -usadas tanto para vehículos eléctricos como productos electrónicos-. La previsión es comenzar a producirlo a partir del 2024 en el futuro polígono industrial de Els Comellarets, una superficie -hoy virgen- de 30.000 metros cuadrados.

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