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EEUU

EE.UU. y Otán rechazan exigencias de Rusia sobre Ucrania, ¿qué viene ahora?

Los militares ucranianos verifican la situación en las posiciones en la línea del frente cerca de la aldea de Avdiivka, no lejos de la ciudad de Donetsk, Ucrania, controlada por militantes prorrusos, el 25 de enero de 2022

Los militares ucranianos verifican la situación en las posiciones en la línea del frente cerca de la aldea de Avdiivka, no lejos de la ciudad de Donetsk, Ucrania, controlada por militantes prorrusos, el 25 de enero de 2022

Foto:EFE/EPA/STANISLAV KOZLIUK

Washington y la Alianza insistieron en la vía diplomática, aunque se preparan para ‘lo peor’.

Tras varios días de tensa espera, Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) dieron este miércoles una respuesta formal a Rusia a través de una serie de cartas en las que, si bien dejan claro que siguen apostándole a una salida diplomática para la crisis de Ucrania, también indican que la escalada militar está lejos de solucionarse.
Moscú llevaba varias semanas insistiendo que tanto la Otán como Estados Unidos debían responder por escrito a sus exigencias antes de tomar una decisión sobre los pasos por seguir frente a esta república exsoviética.
Aunque los textos de las cartas se desconocen, tanto el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, como el secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, ofrecieron sendas ruedas de prensa para discutir su contenido.
El secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, da una conferencia de prensa al final de un consejo de asuntos exteriores en Bruselas, Bélgica, el 7 de enero de 2022.

El secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, da una conferencia de prensa al final de un consejo de asuntos exteriores en Bruselas, Bélgica, el 7 de enero de 2022.

Foto:EFE / EPA / OLIVIER HOSLET / POOL

De acuerdo con Blinken, Washington y sus aliados plantearon “un camino diplomático serio en caso de que Rusia decida navegar en esta dirección…Una salida diplomática es todavía posible, pero Moscú tiene que poner de su parte”.
Según el secretario de Estado, las cartas proponen varias medidas concretas, entre ellas adoptar parámetros recíprocos para el despliegue de tropas en Ucrania, pasos para incrementar la confianza en torno a los ejercicios militares que se realizan en Europa y controles al armamento nuclear.
Stoltenberg, por su parte, habló de restablecer las oficinas de Rusia-Otán que antes existían en Bruselas y Moscú, usar los canales de comunicación militar existentes “para promover la transparencia y reducir los riesgos” y explorar el establecimiento de una línea telefónica civil para “uso de emergencia”.
Ambos, no obstante, fueron enfáticos en que ni Estados Unidos ni la Otán piensan descartar una futura membresía de Ucrania en la Alianza, una de las principales exigencias del líder ruso, Vladimir Putin.
“Dejamos claro que hay unos principios fundamentales que estamos comprometidos a defender, incluido el derecho de Ucrania a su soberanía, a integridad territorial, al igual que el derecho que tiene cada Estado a escoger sus propias alianzas y arreglos en seguridad”, sostuvo Blinken.
En ese sentido, dijo Stoltenberg, “Rusia debería abstenerse de llevar a cabo un posicionamiento de la fuerza coercitiva, retórica agresiva y actividades malignas dirigidas contra los aliados y otras naciones. Rusia también debería retirar sus fuerzas de Ucrania, Georgia y Moldavia, donde están desplegadas sin el consentimiento de estos países”.
El secretario de Estado, así mismo, descartó el retiro de armas nucleares desplegadas en Europa o el repliegue de tropa y otros armamentos que mantiene en exrepúblicas soviéticas que ingresaron a la Alianza después de 1997.
De acuerdo con Blinken, tiene prevista una conversación esta semana con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en la que piensan discutir los pasos por seguir.
Paralelamente, los países del Formato Normandía, que incluye a Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, se reunieron este miércoles en París para buscarle una salida a la crisis.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, habla durante una conferencia de prensa tras las conversaciones bilaterales con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, sobre las crecientes tensiones por Ucrania, en Ginebra, Suiza, el 21 de enero de 2022.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, habla durante una conferencia de prensa tras las conversaciones bilaterales con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, sobre las crecientes tensiones por Ucrania, en Ginebra, Suiza, el 21 de enero de 2022.

Foto:EFE/EPA /MARCIAL TREZZINI

Al final del encuentro publicaron un comunicado conjunto en el que expresaron su compromiso para seguir buscando alternativas con el fin de reducir sus diferencias frente a Ucrania, y reafirmaron su “apoyo incondicional a un alto el fuego” en Dombás, una región en el sureste del país que está en guerra desde el 2014 y donde separatistas prorrusos intentan declarase repúblicas independientes.
Los países miembros del Formato también anunciaron una próxima cita dentro de dos semanas en Berlín.
Pese a las palabras y movimientos diplomáticos, ni las cartas de Washington y la Otán ni los acuerdos de París hacen prever que el conflicto está llegando a su fin. Por el contrario, indicarían que está por recrudecerse.
Aunque se desconoce aún la respuesta del Kremlin a las cartas de los aliados (Moscú dijo que estudiará primero las misivas), lo más probable es que no sea positiva. En buena parte porque, en esencia, la posición de ambos es la misma que han mantenido hasta la fecha, no obstante los llamados al diálogo.
Algo entendible, pues saldrían muy debilitados si aceptaran las exigencias que hace el Kremlin bajo la amenaza de una invasión a un país soberano.
“Las leeremos, las estudiaremos (las respuestas de Estados Unidos y la Otán). Los socios estudiaron nuestras propuestas durante casi un mes y medio”, dijo este miércoles el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia.
Al mismo tiempo, tanto Stoltenberg como Blinken indicaron que también se estaban preparando para “lo peor” y en Estados Unidos anticipaban que Rusia intentará algún tipo de maniobra militar en los próximos 15 días. Incluso, la embajada estadounidense en Kiev exhortó este miércoles a todos sus ciudadanos en territorio ucraniano a que abandonaran el país.
“La situación de seguridad en Ucrania sigue siendo impredecible debido a la creciente amenaza de una acción militar rusa y puede deteriorarse sin previo aviso”, apuntó la sede diplomática.
Mientras que el partido oficialista ruso, que controla el Parlamento, le pidió al Gobierno enviar “material bélico” a la región del Dombás “para contener la agresión” de Kiev.
Ambos bloques continuarán, además, elevando las apuestas. Washington anunció esta semana un conjunto de fuertes sanciones económicas y comerciales que incluirían al mismo Putin si Rusia llega a poner un pie en Ucrania.
Al mismo tiempo, tanto la Alianza como Washington pusieron en alerta a unos 15.000 hombres y anunciaron la movilización de recursos estratégicos para defender las fronteras de Europa en caso de necesitarse.
El Kremlin, por su parte, interpretó estos movimientos como una provocación. Lavrov, hablando ante el Parlamento ruso, dijo incluso que Occidente estaba dotando a Ucrania con armas nucleares y que el país debía prepararse para un conflicto mayúsculo.
Un militar de las Fuerzas Militares de Ucrania y su perro ingresan a un refugio en primera línea.

Un militar de las Fuerzas Militares de Ucrania y su perro ingresan a un refugio en primera línea.

Foto:AFP

Si bien no hay ningún reporte que confirme el traspaso de este tipo de arsenal a la exrepública soviética, las declaraciones fueron incendiarias y muy dicientes del peligroso momento que se vive. Biden, por su lado, enfrenta una difícil situación doméstica que lo obliga a pararse firme frente a Putin para evitar críticas de los republicanos.
Y el líder ruso, que ya desplegó más de 100.000 hombres a la frontera con Ucrania, tampoco puede retirarse sin sacar nada a cambio pues sería interpretado como un signo de debilidad.
“Es como dos trenes aproximándose y ninguno quiere frenar. Es claro que ni Estados Unidos ni la Otán piensan entrar en una confrontación abierta con Rusia, aun si invade Ucrania, pero no hay duda de que responderán en varios frentes, entre ellos fortaleciendo militarmente a Kiev. Si sucede, lo que parece claro es que estaremos entrando a una nueva fase en la que el potencial para un gran conflicto Occidente-Rusia, así sea asimétrico, será cada vez mayor”, explica Andrew Lohsen, experto en Rusia en el Centro para los Estudios Estratégicos Internacionales (Csis).
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
En Twitter: @sergom68

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