Barcelona estrena sus primeros contenedores inteligentes en Sant Andreu

Ante la polémica

La novedad es consecuencia de la fuerte contestación vecinal y política que tuvo la puesta en marcha del sistema puerta a puerta el pasado mes de mayo

El Ayuntamiento sigue sin aclarar cómo debe ser el futuro modelo de recogida de residuos para el conjunto de la ciudad

Nuevos contenedores de orgánica en el bariio de sant Andreu, funcionan con una llave digital. En la foto contenedores en la plaza de las palmeras- Foto Ana Jiménez

Nuevos contenedores de orgánica en el barrio de Sant Andreu, que funcionan con una llave digital. En la foto, receptáculos en la plaza de las Palmeres

Ana Jimenez

Barcelona ha estrenado este lunes sus primeros contenedores de basura inteligentes. Y lo ha hecho como respuesta a una crisis, la desatada en Sant Andreu de Palomar a raíz de la puesta en marcha de la recogida puerta a puerta, el pasado mayo, en cuya primera fase recibió una fuerte contestación vecinal que se convirtió también en un arma política arrojadiza generando, incluso, discrepancias entre los dos socios de gobierno.

Una polémica que provocó que el ejecutivo sociocomún diera marcha atrás en sus planes y que dinamitó el calendario entonces previsto para la extensión del sistema a otros barrios. Así las cosas, el modelo para el conjunto de la ciudad –o los diferentes modelos puesto que las soluciones no serán uniformes, dependerán del urbanismo de cada zona– sigue en el aire.

Mientras fuentes municipales confirman que se sigue reflexionando sobre esto último, ha tenido lugar la puesta de largo de los nuevos contenedores inteligentes; eso sí, sin representación política. Las explicaciones las ha dado un responsable técnico, Carlos Vázquez, director de limpieza y recogida de residuos del Ayuntamiento, que ha valorado el trabajo hecho en las diversas reuniones que se han celebrado de la comisión de seguimiento del puerta a puerta de Sant Andreu en las que se se han pactado cambios para mejorar el sistema y para tratar de calmar los ánimos

Pactado como mejora

Los cubiletes de orgánica dejan de utilizarse; el papel, el cartón, el rechazo y los reciclables mantienen el puerta a puerta por días y con horarios

La modificación más destacada es la eliminación de los cubiletes individuales para la materia orgánica –su uso había provocado las críticas más severas–, que se recogían tres días a la semana en un horario restringido, de ocho de la tarde a diez de la noche, y su sustitución por los receptáculos con chip, que se pueden utilizar todos los días a cualquier hora.

El resto de fracciones –reciclables, papel-cartón y rechazo– no varían. Siguen con el modelo puerta a puerta, con sus días y horarios. Y el vidrio mantiene sus recipientes específicos en la calle.

Buenos resultados

La recogida selectiva en el casco  antiguo de Sant Andreu ha pasado del 40% al 80% desde que se implantó el puerta a puerta

En el casco antiguo de Sant Andreu se han instalado 15 contenedores inteligentes para materia orgánica (de color marrón, más pequeños que los convencionales) que se suman a los 48 buzones grises, todavía más pequeños, que se han ido colocando desde octubre, que complementan a otros 22 que se pusieron inicialmente. Estos últimos artilugios, 70 en total, son para comunidades con más de 20 viviendas y se sitúan delante de sus correspondientes portales. 

Nuevos contenedores de orgánica en el bariio de sant Andreu, funcionan con una llave digital. En la foto contenedores en la plaza de las palmeras- Foto Ana Jiménez

El llavero personal con el que se abren los nuevos contenedores 

Ana Jiménez

También se han instalado ocho buzones para pañales, material sanitario de un solo uso y artículos de higiene femenina. Estos 93 receptáculos inteligentes precisan de un llavero para poderse abrir. Los vecinos pueden solicitarlo desde este lunes en los puntos de información de la plaza de las Palmeres y del Espai Bota del recinto de Fabra i Coats.

Chip individual

El nuevo sistema encarece en 400 euros cada contenedor: su precio es de 1.400 euros en vez de 1.000

Los nuevos contenedores cuestan 400 euros más que los de igual tamaño que no tienen chip ( 1.400 euros en vez de 1.000).

La flexibilización de la recogida de los residuos orgánicos es, ha señalado Vázquez, “una respuesta a las demandas vecinales, que demuestra la capacidad del Ayuntamiento de escuchar”, en aras de “un consenso que es imprescindible para extender el modelo a otras zonas”. Un proceso, no obstante, que la crisis de Sant Andreu ha dejado sin calendario –incluso la segunda fase de este barrio–, cuestión que ERC llevará este martes a la comisión de Urbanismo.

Una rectificación políticamente asumida y reconocida, aunque con poca autocrítica. El gobierno municipal opta, en este sentido, por sacar pecho y recordar que el sistema que a partir de ahora dejará en gran medida de aplicarse –la fracción orgánica es clave– ha hecho que la recogida selectiva en esta zona crítica de Sant Andreu haya pasado del 40% al 80%, muy por encima de los objetivos fijados para el 2025 (55%), el 2030 (60%) y el 2035 (65%) en el conjunto de la ciudad y el área metropolitana. El promedio de Barcelona está estancado en el 38%. 

Otro aspecto al que el ejecutivo local renuncia es a despejar la vía pública de barrios con calles estrechas, como Sant Andreu Palomar, de elementos molestos. Estos nuevos contenedores, aunque no son grandes, restan espacio.

Cautela en el gobierno sociocomún

El horizonte electoral del 2023 desaconseja
los cambios más radicales

Cuando en octubre el gobierno de la alcaldesa Ada Colau anunció la rectificación del sistema que ahora comienza a aplicarse en Sant Andreu, el concejal de Transición Ecológica, Eloi Badia, dijo que se abría un período de reflexión sobre cómo ha de ser la recogida de residuos en la ciudad. Eso provocó que se cayera por completo del calendario el resto del despliegues, empezando por Sant Antoni, donde la recogida puerta a puerta debía haber comenzado en septiembre del año pasado y era el lugar en el que se iban a estrenar los contenedores que ayer se acaban de presentarse en Sant Andreu.

También se quedó sin calendario Horta, barrio en el que se quería aplicar un sistema muy parecido al de Sant Andreu. Si bien en este caso, el socio en el gobierno de BComú, el PSC, llegó a verbalizar a través del primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, su oposición al sistema. De hecho, esa discrepancia y la queja de los socialistas fue la guinda que hizo que el Consistorio diera marcha atrás en Sant Andreu en la primera fase y que quedase sin calendario (prevista para octubre del 2021) la segunda y todas las que vendrían después.

Planes en el aire

Sant Antoni tenía que estrenar contenedores en septiembre y Horta el puerta a puerta
a finales de año

Ahora, lo cierto es que en el ejecutivo barcelonés, y en las filas de los dos partidos, han comenzado a aparecer voces que son poco partidarias de correr. Prefieren ralentizar los cambios, al menos hasta después de las elecciones del 2023.

En marzo comenzará a funcionar la nueva contrata de recogida de basuras con la que se espera mejorar en limpieza, queja que ganó enteros entre las principales preocupaciones de los ciudadanos en la última encuesta municipal. Y no apetece abrir otro enfrentamiento como el vivido en Sant Andreu con vecinos de otros puntos de la ciudad con nuevos proyectos pilotos, aunque ya se haya descartado por completo el uso de pequeños cubiletes para orgánica. Badia argumentó ya en octubre que, de hecho, este sistema solo representaría el 25% de la recogida de este tipo de residuo.

El futuro de todas maneras pasa, apuntan desde la Casa Gran, por los contenedores inteligentes y por los buzones de mayor dimensión de residuos orgánicos, allá donde haya capacidad. Pero sobre todo por los primeros.

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