Las estrategias de ocuparon un lugar central en los últimos meses como una reacción natural a los desafíos y restricciones que planteó la pandemia. Pero en un mundo en el que aprender a convivir con el virus es una prioridad, las ciudades, las empresas y las personas han adquirido nuevos hábitos y esperan encontrar las formas más eficientes de continuar con su vida, por supuesto, apoyándose en la tecnología.

Más allá de pensar en una (Virtual Private Network) para la computadora o las contraseñas y los nombres de usuarios pegados a un post-it en el escritorio, la revolución móvil promete mejorar la productividad y simplificar nuestro día a día, con tareas más automatizadas, accesos automáticos y controles remotos más eficientes.

Para el mundo del retail esto puede significar tener inventarios actualizados y acceso para monitorear la geolocalización de paquetes en tiempo real; y para los clientes, la posibilidad de rastrear sus envíos y compras realizadas a través de una aplicación móvil.

Para la industria de la salud, la movilidad significa realizar trámites, autorizaciones, priorizar exámenes, e incluso subir información tan sensible como el historial del paciente en las consultas domiciliarias.

De acuerdo con el informe "Un año decisivo: El estado de la movilidad de 2021" de la compañía enfocada en movilidad e IoT SOTI , los directores de tecnología mexicanos mostraron una mayor dependencia de los sistemas móviles que en otros países.

Aproximadamente 4 de cada 10 ejecutivos dijeron que más del 50% de sus operaciones diarias dependen de la movilidad , mientras que la proporción cae a 2 de cada 10 en los Estados Unidos.

Coronavirus: empujón hacia la digitalización

De acuerdo con el analista Ernesto Piedras, Director General en The Competitive Intelligence Unit ( CIU ), la pandemia se convirtió en un “empujón hacia la digitalización” en el que más que hablar de un retorno a la nueva normalidad se está viviendo una evolución a una nueva anormalidad.

“La pandemia nos obligó a actualizarnos y a ver la esencialidad de estar en línea porque trasladamos la oficina, la escuela, los comercios y universidades a la sala y hasta a la cama de la casa”, expresó Piedras, quien señaló que antes de la pandemia 2 de cada 3 dispositivos inteligentes eran de gama baja, con una resolución o capacidad de IA más limitada, mientras que hoy un 72% de los equipos son de gama media y alta. “El smartphone se ha convertido en el eje del ecosistema digital”, agregó.

Pero a medida que las personas recuperamos la posibilidad de movernos en las ciudades, Piedras insistió en que la digitalización no tiene freno ni reversa. “No es que vayamos a salir de la situación pandémica y vayamos a reducir nuestro consumo de internet. El teletrabajo antes de la pandemia rondaba un 26%, aunque no vayamos a quedar en más del 80% que se alcanzó en momentos de cuarentena total, sin duda no volveremos al 26 después de toda esta transformación”, indicó el directivo de CIU .

Movilidad ligada a smartphones

Aunque la movilidad todavía está ligada a nuestros smartphones en una gran medida, también tiene un potencial en el campo de sensores y de internet de las cosas que parece salido de las mejores películas de ciencia ficción.

Según Michell Escutia, director comercial de SOTI en Latinoamérica, la adopción de dispositivos dentro del corazón estratégico de las industrias es innegable. “Las empresas ya están experimentando los beneficios de esta revolución. No solo en Europa o Estados Unidos, sino que cada vez más empresas en México han visto que las estrategias móviles pueden priorizar la seguridad y dar acceso a ubicaciones o redes distantes, lo que por ejemplo facilita la solución remota de problemas técnicos, ahorrando recursos y reduciendo tiempo" señaló.

En los escenarios más futuristas, aseguró Escutia, las organizaciones están equipando a los colaboradores con ‘wearables’ como relojes inteligentes o pulseras inteligentes para emitir alertas preventivas en caso de que se alteren los signos vitales de alguien. Imagine la utilidad de este tipo de sensores que se encuentran en las muñecas, los anteojos o en el teléfono en lugares de difícil acceso como pozos petroleros, minas o almacenes gigantes.

Hay avances, pero aún hay pendientes

Ha aumentado la conciencia sobre la importancia de la movilidad empresarial . El informe de SOTI encontró que una gran mayoría (91%) de los ejecutivos son más conscientes de la importancia de las tecnologías móviles ahora en comparación con antes de la pandemia y el 85% destacó que los empleados mostraron un mayor compromiso al tener las soluciones necesarias a mano.

Según Eduardo Hoppensted, líder en la plataforma de educación en línea Platzi , la adopción de tecnologías móviles como teléfonos inteligentes, dispositivos portátiles (como relojes inteligentes, por ejemplo), afecta la vida de los ciudadanos de manera diferente, así como su trabajo e industrias en general.

“Para la ciudadanía, el móvil permite una conexión total para consumir y generar información. Cualquier persona puede conseguir información pertinente a cada instante, puede aprender de cualquier cosa en donde sea… Para las empresas, la movilidad trae más productividad. Por ejemplo, pueden acceder a talento que no necesariamente pertenece a la misma ubicación geográfica, eliminando barreras de adquisición de talento humano para las organizaciones”, explicó.

Sin embargo, así como el uso de internet parece no tener reversa entre los trabajadores y las familias, la digitalización y el aprovechamiento de los datos por parte de los gobiernos, las empresas y las instituciones parece venir de la mano de un modelo más híbrido en el que las experiencias presenciales también tendrán interacciones digitales móviles.

“Al no tener nada de actividad presencial, los sectores se enfrentaron a realizar cambios o quedarse paralizados. Muchos han tenido que revisar la cadena productiva, las ofertas hacia clientela, la disponibilidad de insumos y llevarlo al mundo online. Esta es la primera vez en la historia de la humanidad en las que tenemos una pandemia en condiciones de hiperconectividad y eso cambia las posibilidades”, postuló Piedras.

Sin embargo, avanzar no significa que todo esté resuelto. Para Escutia, las empresas que experimentaron una transición digital acelerada suelen sufrir dolores comunes como la adopción de sus soluciones móviles, la integración de la tecnología con otros sistemas y servidores existentes o la calidad de las aplicaciones que fueron capaces de desarrollar en cuestión de semanas. Señaló y agregó que la inversión en directores de tecnología es un ejemplo del rol estratégico que ha creado la revolución móvil.

“Actualmente, el 32% de las empresas mexicanas consultadas por nuestros investigadores consideran que su organización no se está ajustando adecuadamente a la era de la pandemia con tecnologías móviles. Pero las tendencias sugieren que las empresas quieren prepararse mejor para posibles eventualidades y quieren anticiparse mejor a los problemas del futuro. Más del 65% de los tomadores de decisiones de tecnología consultados en México dicen que necesitan mejores herramientas para diagnosticar obstáculos o para sortear problemas inesperados en el futuro”, dijo Escutia .

Los datos de SOTI muestran que en los últimos 12 meses, la inversión en tecnología móvil incluyó al 30% de los ejecutivos mexicanos invirtiendo en software de monitoreo para trabajo remoto y otro porcentaje igual invirtiendo en capacitar a sus empleados para trabajar con dispositivos móviles .

Escutia sostiene que también existe una oportunidad para la eficiencia en los modelos de negocio. “La movilidad como revolución en las industrias también implica procesos de formación más ágiles y fácilmente disponibles para los empleados, en los que la seguridad, habilitación de capacidades según rol y la actualización de cientos de dispositivos al mismo tiempo permiten que la formación se realice en minutos en lugar de a semanas. Esa es la ventaja competitiva que los líderes de la industria están avanzando a un ritmo rápido”, agregó.

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