NEGOCIACIÓN PRESUPUESTARIA

Bruselas estudia vías para lanzar el fondo de recuperacion sin Polonia y Hungría

La Comisión Europea cuenta con "varias opciones" sobre la mesa que podría poner en marcha "con rapidez"

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, este jueves, durante una rueda de prensa en Bruselas previa a la cumbre por videoconferencia de los Veintisiete.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, este jueves, durante una rueda de prensa en Bruselas previa a la cumbre por videoconferencia de los Veintisiete. / periodico

Silvia Martinez

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El veto de Hungría y Polonia al nuevo marco presupuestario 2021-2027 y al fondo de recuperación de 750.000 millones, por su rechazo al nuevo mecanismo para condicionar las ayudas al respeto del Estado de derecho, ha llevado a la Comisión Europea a tantear posibles alternativas que permitan sacar adelante el nuevo fondo anticovid al margen de Budapest Varsovia. Según fuentes del Ejecutivo comunitario, existen "varias posibilidades" dentro de la legislación europea y se podrían poner en marcha con "rapidez".

Entre ellas, por ejemplo, un acuerdo intergubernamental como el del Mecanismo Europeo de Estabilidad (fondo de rescate europeo), un sistema de avales públicos de los estados miembros que permita a Bruselas emitir deuda o una cooperación reforzada al estilo del euro o el espacio de libre circulación de Schengen que implicaría solo a aquellos países que deseen avanzar por su cuenta en la creación del fondo, destinado a amortiguar el impacto de la pandemia

La solución, en cualquier caso, podría ponerse en marcha con "rapidez" y "replicar" los efectos del paquete de 750.000 millones aunque, de momento, no hay ninguna opción definida. En cuanto a los plazos, las mismas fuentes apuntan a que no tendría por qué implicar un retraso adicional y que el calendario de desembolsos podría mantenerse tal y como está previsto, con pagos a partir de mediados de año, aunque todo dependerá de un proceso de decisión rodeado de mucha incertidumbre.

Cumbre del 10 y 11 de diciembre

En todo caso, el escenario central con el que trabaja la Comisión Europea es que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del 10 y 11 de diciembre desbloquee la situación y permita proseguir con la aprobación del paquete presupuestario. Con el mensaje de este miércoles, Bruselas pretende redoblar la presión sobre Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki para que la próxima semana den su brazo a torcer. De lo contrario, habrá importantes consecuencias que también harán mella en Budapest y Varsovia. 

La primera es que, sin acuerdo, la UE no tendrá más remedio que actuar con un presupuesto prorrogado mes a mes, en base a la doceava parte de los créditos presupuestarios en el 2020, lo que en la práctica significará retrasos en los pagos previstos y un recorte "de entre 25.000 y 30.000 millones de euros" que tendrá especial incidencia en la política de cohesión. En este escenario, además, la UE no podrá aprobar la financiación, por falta de base legal, en sanidad, el fondo de transición justa o el programa Erasmus, que quedaría "paralizado". El veto, sin embargo, no impedirá la puesta en marcha del reglamento que permitirá bloquear los fondos europeos.