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El tonto útil

El tonto útil

por Jose Salgado
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No me entendáis mal, creo que la labor del periodismo es algo fundamental, que la calidad democrática de un país se mide por la calidad de su prensa, pero estamos llegando a un momento donde la prensa no es más que un tonto útil en la hora de transmitir mensajes de comunicación.

Me contaron no hace mucho tiempo la historia de una empresa que no invertía en PR, lo único que hacían era enviar a los medios y periodistas que conocían, las novedades que estaban implementando. Al cabo de un año, y visto que no servía de nada optaron por dar una última oportunidad y contratar a gente que se dedicaba a estos menesteres, en menos de dos meses ya habían aparecido en los grandes medios, con reportaje incluido. ¿Que diferencia había entre lo que hacían antes y después?, a nivel de mensaje era idéntico, lo único que cambiaba es que ahora pagaban a un intermediario.

En el mismo orden de cosas, quisieron hacer una presentación a lo grande, con focos, confeti y prensa. Todo organizado en Silicon Valley y ofrecimos ir gratis a varios medios a cubrir la noticia y dando libertad para que a parte de cubrir el sarao que habían montado, pudieran entrevistar a otras empresas del sector. ¿La respuesta de los medios?, que sino viajaban en primera pasaban, lo cual les dejó bastante con cara de idiotas pero idiotas con posibles, así que aceptaron. ¿Os imagináis la contrarrespuesta de estos mismos periodistas?, que por tan pocos días no valía la pena ir.

Solo me hacía falta oír esto de alguien que valoro como profesional para que el poco respeto que les tenía haya alcanzado el dudoso honor de tener una valoración negativa.

Si a este apoltronamiento y endiosamiento, le sumamos que si tienes la precaución y la higiene mental de escuchar varios medios de comunicación diferente y que abarquen ideologías dispares, la indignación puede incrementarse con cotas logarítmicas. Es de absoluto bochorno y de vergüenza como estos supuestos periodistas no hacen más que ser la voz de su amo, no aportar información, y vomitar -si, vomitar- consignas que repiten sin haberse molestado en verificar.

Sumado a esto, nos encontramos con su posición de que ellos pueden opinar y poner a caer de un burro a cualquiera: empresa, persona, político, lo que sea, porque están en un estado superior de legitimidad moral -es que son periodistas. No aceptan una verdad aunque les venga revelada por Dios, el Monstruo del Espaguetti Volador, o la pura lógica matemática. No se conforman con insultar, vejar, mentir y difamar, sino que además, cualquier consecuencia de su propia demagogia nunca es culpa suya, siempre es de otra persona.

Realmente me espanta y me asusta la poca capacidad crítica, el mirarse al ombligo, el reconocer que del mismo modo que los políticos han perdido contacto con la realidad, ellos han caído en la misma trampa, y no son capaces de representarse a nadie más que a ellos mismos, por mucho que se les llene la boca -o la pluma- con palabras como pueblo, derechos, y demás trucos lingüísticos para vender una idea.

Lamentable, realmente lamentable. Y mientras pierden cada vez más oyentes y lectores y nos hurtan a los que si queremos pagar un una prensa seria, crítica y que aporte datos objetivos, ellos culpan a todos menos a su propia estupidez. Porque la buena prensa, el buen periodismo, no se va a producir a través de los blogs, eso es un whisful thinking de libro. Puede ocurrir que una persona lo consiga, pero no será lo habitual, con lo que los que queremos estar informados, vemos que cada vez hemos de invertir más tiempo para conseguir la misma calidad de que antes, porque los que tenían que hacer su trabajo, han renunciado y han optado por vivir a base de repartir pasquines.

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