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El melón de la financiación autonómica crece y amenaza la relación de Sánchez con sus aliados

Compromís prepara el terreno para desembarcar en el Congreso con una proposición de ley para ampliar los fondos de las comunidades autónomas, al tiempo que ERC o el BNG tienen la financiación como su principal batalla en Madrid.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Eduardo Parra / Europa Press

El carrusel electoral va tocando a su fin. El 9 de junio son las elecciones europeas y, salvo que haya repetición electoral en Catalunya, habrá terminado la sucesión de comicios que empezó el 28 de mayo de 2023. En pocos días se cumplirá un año de aquellas elecciones municipales y autonómicas y, dentro de algunas semanas, también de las generales del 23J. En campaña, por aquel entonces, varios partidos insistían en la urgencia de abrir el debate de la financiación autonómica. Se hablaba de ello como uno de los grandes melones de la legislatura

Lo cierto es que la compleja correlación de fuerzas en el Congreso de los Diputados, especialmente enconada por la tramitación de la ley de amnistía, y las semanas de vacío en la Cámara, en gran parte, inducidas por el contexto electoral han impedido introducir el tema en la agenda a las fuerzas más interesadas en la reforma. Ha habido conatos, pero sin trascendencia

Pero, ahora, el clima será otro. La aritmética parlamentaria es la misma, pero pasarán las elecciones al Parlamento Europeo, llegará el verano y empezarán a negociarse los Presupuestos Generales de 2025. Es un terreno distinto. Además, al Ejecutivo se le pide más acción. Desde sus socios de Gobierno, Sumar, hasta otros aliados minoritarios como Esquerra Republicana (ERC).

Al menos ocho formaciones con representación en la Cámara Baja tienen en la reforma de la financiación una de sus principales batallas. Compromís, Més per Mallorca, Chunta Aragonesista o los Comuns, todas ellas, fuerzas integradas en Sumar, la tienen. Por supuesto, ERC, que considera la financiación singular para Catalunya una de sus misiones clave en Madrid. Así lo han subrayado hasta la saciedad en la campaña para el 12M. También Junts per CatalunyaBloque Nacionalista Galego (BNG) o Coalición Canaria enarbolan la bandera.

Todos ellos ven en dicha reforma un objetivo de máximos, pero, conscientes de la dificultad de la empresa, la mayoría de ellas abonan otras vías "correctoras" del actual sistema, en palabras de una fuente de peso en Compromís.

De hecho, la formación valenciana ya está haciendo movimientos en este sentido. Ha registrado una proposición de ley (PL) en les Corts Valencianes para reformar el sistema de financiación, que espera que prospere y que llegue, a continuación, al Congreso de los Diputados. Fuentes del partido, en conversación con Público, confirman que el apoyo del grupo parlamentario de Sumar es total. No en vano, forma parte del acuerdo del Gobierno con el PSOE.

Con la PL, los valencianistas proponen que el Gobierno se comprometa a reformar la financiación, pero que, mientras eso no ocurra, se aumenten los fondos de las distintas autonomías infrafinanciadas. 

"No se trata de pelearnos unas comunidades con otras", apuntan las fuentes de Compromís consultadas, "sino de que las comunidades dispongan de más fondos, aunque eso signifique que el Gobierno central tenga menos". Las mismas fuentes consideran que "la reforma en la financiación es viable, pero saben que no depende exclusivamente de Compromís, sino de un gran acuerdo". Entretanto, con esta iniciativa —que deberá aprobarse, primero, en las Corts y, después, debatirse en el Congreso— pretenden "corregir" los déficits.

Consideran una incógnita, por el momento, cuál será la actitud del PSOE. "No sabemos hasta qué punto es una prioridad para ellos", deslizan. Con esta proposición de ley, Compromís situará de nuevo el debate sobre la mesa y apretará al Partido Socialista, que incluyó entre sus propuestas programáticas impulsar la reforma del modelo de financiación, pero que, por el momento, no ha dado ningún paso.

La lucha contra la infrafinanciación del País Valencià es prioridad absoluta para Compromís, que esta misma semana ha aprobado otra iniciativa en el parlamento autonómico, en este caso una proposición no de ley (PNL) junto al Partido Popular y sin el apoyo del Partido Socialista, para implantar un fondo de nivelación —una especie de compensación— hasta que se reforme el sistema de financiación.

"Pacto con el demonio si es en beneficio de los valencianos", ha aseverado Joan Baldoví, portavoz del partido en las Corts y exdiputado en el Congreso, para defender su pacto con el PP. Que Compromís apoye, sin los socialistas, la PNL que ha presentado el PP habla de la incomodidad que puede representar para el PSOE abrir el debate de la financiación también en Madrid. No por el fondo, pero sí por el timing y los matices. En Compromís apuntan que el diálogo para los Presupuestos de 2025 será clave en este terreno.

De Galicia a Catalunya, pasando por Aragón

Más allá de los valencianos, uno de los ejes en los que Pere Aragonès vertebró toda la campaña electoral para las elecciones catalanas del 12 de mayo fue, precisamente, la financiación singular. También muchas preguntas de la formación en las sesiones de control al Gobierno en el Congreso han versado sobre ese tema, como ha ocurrido en el caso de Junts per Catalunya. Es de esperar que, a pesar de que ERC se encuentre, ahora, en un proceso de reconfiguración, eleve la presión cuando las circunstancias lo permitan. 

Desde Chunta Aragonesista, formación integrada en Sumar, avisan de que "los aragoneses también apretaremos". Coalición Canaria o el BNG abundan en ello desde el principio de la legislatura. "Madrid es una aspiradora de recursos", aseveró Carme da Silva en el Senado: "Aspiramos a un modelo parecido al de Euskadi o Navarra".

La variedad en la idiosincrasia de cada una de las autonomías y, por tanto, de las reivindicaciones de las distintas formaciones territoriales habla de la dificultad de tejer un nuevo modelo de financiación. El de ahora, en cualquier caso, no gusta a ninguno de ellos. Todos aspiran a abrir el melón en una legislatura en que el PSOE ha asegurado que tiene sensibilidad con el tema y aspira a la reforma. Cuando se abra el debate, precisará de una capacidad de entendimiento (dentro y fuera de Congreso y Senado) prácticamente inédita en la legislatura.

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