Redacción El País
En la semana que pasó se celebraron las denominadas reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington DC (Estados Unidos). Al igual que los otros países miembros, al gobierno de Luis Lacalle Pou le tocó hacer una presentación ante los restantes 189 del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI. La misma, la realizó Uruguay a través de un integrante del gobierno de Javier Milei de Argentina.

Además de esta exposición la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche y el presidente del Banco Central, Diego Labat -que encabezaron la delegación uruguaya- participaron de varias reuniones con funcionarios de esos y otros organismos, países e inversores, además de exponer en paneles.

El encargado de hacer la presentación ante el comité del FMI fue el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, ya que ese país tiene la titularidad de la “silla” en el comité (que comparten Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay). La declaración fue preparada por la delegación uruguaya (algo habitual en estas reuniones).

¿Qué dijo el gobierno de Lacalle Pou ante el comité más importante del FMI?

La declaración señaló que “después de crecer un 4,7% en 2022, la actividad económica de Uruguay se desaceleró a un 0,4% en 2023, lastrada por los efectos de la sequía más grave del último siglo y la menor demanda externa de productos agrícolas”. Enfatizó que “se está produciendo una recuperación impulsada por la normalización de la producción agrícola, una mayor producción industrial de celulosa y un menor turismo emisivo. Para el año en curso, se espera que el consumo de los hogares siga creciendo a medida que los salarios reales se recuperen y el empleo se mantenga firme”.

“En este contexto, se espera que la actividad económica se recupere firmemente y se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 3,5% en 2024”, añadió.

Por otro lado, indicó que “a lo largo de 2023, los indicadores del mercado laboral mejoraron en promedio, lo que refleja un sólido desempeño y una adición acumulada de alrededor de 37.000 empleos netos. La tasa de empleo aumentó al 58,9%, 1,2 puntos porcentuales más que su nivel de 2022, mientras que la tasa de desempleo fue del 7,8% en diciembre de 2023, 0,1 punto porcentual menos que igual mes del año anterior”.

“Además, la recuperación de los salarios reales ha seguido ganando terreno y el índice de salarios reales aumentó un 3,7 por ciento en diciembre de 2023”, agregó.

El gobierno uruguayo recordó que “en marzo de 2024, la inflación se situó en el 3,83% (interanual), la lectura más baja desde agosto de 2005. Con esto, la inflación interanual completó 10 meses consecutivos dentro del rango objetivo del 3% al 6%. A su vez, las expectativas de inflación han disminuido, situándose en el 6%”.

El texto leído por Caputo, (cuyo país intenta desacelerar una inflación interanual de tres dígitos) se refirió también a la baja de la tasa de interés de referencia por parte del Banco Central (BCU), que ahora está en 8,5%, y al manejo cambiario (algo que Argentina tiene como un desafío).

Foto: AFP

“El BCU ha continuado realizando importantes esfuerzos para fortalecer el régimen de libre flotación, buscando asegurar que el mercado cambiario refleje la oferta y la demanda de la manera más transparente. Sobre todo, esto ha contribuido a fortalecer la credibilidad del BCU en su compromiso de reducir la inflación”, afirmó el gobierno uruguayo ante los 189 países miembros del FMI.

La declaración de Uruguay ante el principal comité del FMI, destacó la situación del sistema financiero local que “sigue estando bien capitalizado, con altos niveles de liquidez, rentable y con bajos niveles de morosidad”.

“El colchón de capital de las instituciones financieras superó en más del 9% el requisito regulatorio mínimo establecido por la Superintendencia de Instituciones Financieras (SFI) a setiembre de 2023. Las ganancias agregadas de los bancos representaron un rendimiento sobre los activos del 2,1% y un rendimiento sobre el capital del 20,1% a setiembre de 2023”, afirmó el gobierno de Lacalle Pou y añadió que “la morosidad de los créditos en general se ubicó en 1.9%, en niveles mínimos históricos”.

A su vez, remarcó que “las pruebas de estrés del sistema bancario realizadas por la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU, sugieren que el sistema bancario podría resistir un escenario de recesión importante manteniendo al mismo tiempo un nivel de capital razonablemente adecuado”.

En el plano fiscal, “las autoridades siguen plenamente comprometidas con el marco fiscal basado en reglas introducido en 2020. Por cuarto año consecutivo en 2023, se cumplieron los tres pilares de la regla fiscal que sustentan la credibilidad de la política fiscal: i) el déficit fiscal estructural preliminar se situó en 2,7% del PIB, en consonancia con el objetivo del gobierno fijado en la ley de Rendición de Cuentas del año pasado; ii) el cambio en el gasto público primario real fue de -0,4%, inferior al límite de gasto del 2,1% (dado por la tasa de crecimiento del PIB potencial real) y iii) el endeudamiento neto del gobierno central fue de US$ 2.424 millones (el límite legal aumentado para 2023 fue de US$ 2.860 millones)”, leyó Caputo por Uruguay.

“El déficit fiscal general del gobierno central -descontando los efectos del Fideicomiso de la Seguridad Social- fue del 3,3% del PIB. A su vez, la deuda bruta del gobierno central alcanzó el 58,3% del PIB, mientras que la deuda neta se situó en el 54,6% del PIB a finales de 2023”, concluyó.

Foto: Leonardo Mainé