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El aceite es cada vez más barato en origen, pero las grandes marcas se resisten a bajar precios
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Tras las lluvias de Semana Santa

El aceite es cada vez más barato en origen, pero las grandes marcas se resisten a bajar precios

El producto disponible en los almacenes es reducido. En el sector creen necesario seguir manteniendo los precios altos para controlar la demanda y subsistir hasta la nueva cosecha

Foto: Estanterías con botellas de aceite en un supermercado. (EFE/Víctor Casado)
Estanterías con botellas de aceite en un supermercado. (EFE/Víctor Casado)
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Para que el aceite de oliva sea más barato, es indispensable que llueva. Esta primera condición se cumplió durante la Semana Santa, cuando las abundantes precipitaciones frustraron la ilusión de los cofrades, pero regaron los necesitados campos de olivos que se reparten por España. Tanto fue así que el precio del aceite en origen es ahora el más bajo de toda la campaña, una situación que tardará en trasladarse a los supermercados porque las grandes marcas advierten de que el escenario todavía es incierto.

Las lluvias de Semana Santa llegaron poco después de terminar la cosecha de este año, por lo que no repercuten en la producción de la presente campaña. Hasta que a finales de septiembre se abra de nuevo la temporada de recolección, quedan por delante cinco meses en los que la demanda debe cubrirse con las existencias ya existentes, que son escasas después de tres años de sequía en los que prácticamente han desaparecido los remanentes de temporadas anteriores.

Es decir, el aceite de oliva disponible ahora mismo en los almacenes es reducido y las grandes compañías del sector creen necesario seguir manteniendo los precios altos para controlar la demanda. "Hay que tener en cuenta que las existencias son las que hay y tienen que subsistir hasta la nueva cosecha", señalan desde Deoleo, empresa que comercializa conocidas marcas como Hojiblanca y Carbonell. Insiste en que "los últimos meses de la temporada se prevén difíciles".

Lo habitual es que los precios en origen tarden alrededor de dos meses en trasladarse a las estanterías del supermercado. Sin embargo, el cambio climático obliga a mantener la prudencia y nadie se atreve a asegurar que así sucederá. "Insistimos en que la volatilidad sigue latente y, por lo tanto, hay riesgo de repuntes al alza en los próximos meses", apuntan en Deoleo. "Todavía el mercado puede tener subidas o bajadas", ratifican desde Dcoop, la principal envasadora de aceite de oliva en España.

Lo habitual es que los precios en origen tarden alrededor de dos meses en trasladarse a las estanterías del supermercado

Tras las precipitaciones de Semana Santa, la sensación generalizada es que la cosecha del próximo año será más prolífera y permitirá reducir los precios. Ahora bien, para que esas expectativas se cumplan, deben darse una serie de circunstancias que explica el director de Relaciones Corporativas de Dcoop, Esteban Carneros: "Este año ha llovido más en primavera, pero luego tienen que florecer los olivos, cuajar la aceituna, pasar el verano y haber más lluvia a principios de otoño".

Para Esteban, la bajada que observa el precio en origen se debe a que "hubo operadores que decidieron bajar los precios cuando empezó a llover sin tener la demanda asegurada". Sea como sea, lo cierto es que el kilo de aceite de oliva virgen extra —el de mayor calidad— se pagó a 7,48 euros en la semana del 8 al 14 de abril, lo que supone su nivel más bajo de toda la campaña, según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

La sensación generalizada es que la cosecha del próximo año será más prolífera y permitirá reducir los precios

Aunque la tendencia es a la baja, el precio que se abona a los agricultores es todavía muy elevado en comparación con la misma semana de temporadas anteriores. Por ejemplo, es un 43% superior a la cantidad que se pagaba el año pasado, mientras que, si se echa la vista dos años atrás o se hace una media de las últimas cuatro campañas, se observa un incremento superior al 110%.

Cabe señalar que estamos hablando de precio en origen, que dista mucho del que paga el consumidor. Desde que se recolecta la oliva hasta que la botella de aceite llega al supermercado, entran en juego diferentes empresas (envasadoras, transportistas, distribuidores) que impactan en la cantidad final. Por lo tanto, aunque el producto se abarate en el campo, hay otros factores que influyen en el coste que aparece en el ticket de compra, como el precio de la gasolina, que encadena tres meses al alza.

Así, como las marcas blancas tienen menos eslabones en la cadena de valor que puedan incidir sobre los precios son las que ofrecen el precio más barato, rondando los 10 euros por litro de aceite de oliva virgen extra en la mayoría de supermercados. Por su parte, las marcas tradicionales, que se consideran de mayor calidad, suelen superar los 12 euros, aunque en los últimos meses están apareciendo ofertas y promociones para intentar recuperar cuota de mercado a los distribuidores.

Aunque la tendencia es a la baja, el precio es todavía muy elevado en comparación con la misma semana de temporadas anteriores

No obstante, los precios en España parten de una situación más ventajosa en comparación con otros grandes productores europeos, ya que el precio en origen de nuestro territorio es ahora mismo inferior. Por ejemplo, en Italia y Grecia se pagaba un 21% y un 6% más, respectivamente, por el aceite de oliva virgen extra. Estos datos van con una semana de decalaje, por lo que en este caso se compara con las cantidades registradas entre el 1 y el 7 de abril, justo después de Semana Santa.

Para que el aceite de oliva sea más barato, es indispensable que llueva. Esta primera condición se cumplió durante la Semana Santa, cuando las abundantes precipitaciones frustraron la ilusión de los cofrades, pero regaron los necesitados campos de olivos que se reparten por España. Tanto fue así que el precio del aceite en origen es ahora el más bajo de toda la campaña, una situación que tardará en trasladarse a los supermercados porque las grandes marcas advierten de que el escenario todavía es incierto.

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