La escuela concertada remonta en Cataluña tras el fiasco de PISA

En la escuela Tecnos, concertada y ubicada en el centro de Terrassa (Barcelona), hasta el pasado curso entraban en infantil 3 (tres años) todas las familias que lo solicitaban en primera opción, independientemente de los puntos de acceso que tuvieran. Este curso, en cambio, han llenado todas las plazas con las familias de 30 puntos (las residentes en la zona escolar). “Muchas familias de otros barrios, con 20 y 10 puntos han quedado fuera. Y lo mismo ha sucedido en otras concertadas de la ciudad”, explica la directora, Júlia Gràcia. El fenómeno contrario viven algunas escuelas públicas cercanas, que ha registrado un descenso de peticiones: “Este año entrarán todas las familias de primera opción, cuando otros años algunas familias habían ido a sorteo”.

En el global de la ciudad, la tercera ciudad en población de Cataluña, las solicitudes de las familias en la etapa de infantil 3 han crecido un 4% en los centros concertados, mientras que en los públicos han caído un 6%, según datos facilitados por el Ayuntamiento de Terrassa. Caso diferente es el acceso a la ESO, en que la pública se mantiene y la concertada cae un 8%.

Los datos recopilados por este diario entre varias ciudades metropolitanas y las fundaciones del sector concertado -ni las capitales de provincia ni el Departamento de Educación los han facilitado- revelan que este curso han aumentado las familias que, en primera opción, solicitan un centro privado concertado, respecto al año anterior, aunque el fenómeno no es homogéneo y el sector admite que, a pesar de todo, “se perderá algún concierto”.

Las escuelas justifican este incremento en motivos diversos como asegurar la plaza (la concertada tiene más oferta que demanda y son institutos escuela), evitar los colegios públicos segregados o buscar métodos más tradicionales y centros con mejor rendimiento, especialmente tras el fiasco del último informe PISA o los exámenes de competencias de la Generalitat. Y es que en estas pruebas, a nivel general la concertada obtiene unos mejores resultados, algo que el sector se ha encargado de explotar para captar alumnos. “Las familias preguntan mucho por el proyecto educativo, la metodología y los resultados. Aunque asegura esto va a modas y años atrás preguntaban por otras cosas”, apunta Meritxell Ruiz, secretaria general de la Fundación Escuela Cristina, la principal patronal del sector.

Uno de los casos donde el aumento es más evidente es Mataró. Aquí, las solicitudes para entrar en el curso de infantil 3 han crecido un 2% en la pública, pero un 10% en la concertada. Los datos de 1º de ESO son más reveladores: la pública cae casi un 11%, mientras la concertada aumenta un 25%. “Sí que hay cierto repunte, aunque no en todos los casos, es lo que comentan las concertadas de la ciudad”, apunta Toni Aguilar, director de la escuela Pia de Mataró. Para este docente, las causas que explican el aumento son varias. “Las familias buscan cierta seguridad e intentan lograr plaza sin tener que ir a sorteo en la pública, además del hecho de que las concertadas son instituto escuela, así que ofrecen continuidad de primaria a secundaria”. Pero Aguilar también apunta que “el ruido mediático” por los malos resultados en PISA ha influenciado. “En 1º de ESO las familias tienen la percepción errónea que en secundaria se lo juegan todo y que es la etapa importante, y por eso aquí se nota un reclamo fuerte”.

En Sabadell, el auge de la concertada también es claro: las solicitudes para I3 se han disparado un 18% y para 1º de ESO un 9%, mientras que la pública también crece, aunque en menor medida: 8 y 7% respectivamente. En ambas ciudades se produce un paradójico aumento de alumnado que se escolarizará el próximo curso, tras años de descenso demográfico. Concretamente, en Mataró accederán 56 alumnos más, pero en Sabadell la cifra se dispara hasta los 184.

El fenómeno también se da en Barcelona. Las solicitudes en la etapa I3 han bajado casi un 2% en la pública, mientras la concertada se recupera casi un 7%. En la ESO, ambas aumentan, pero la primera lo hace un 2% y la segunda, un 3%.

Las escuelas Vedruna también han notado un repunte, aunque más irregular, solo en algunas escuelas. En todo caso, las cifras globales facilitadas por la fundación revelan un 12% de aumento de solicitudes en I3 y un 5% en 1º de ESO. Pero en esta institución destacan especialmente el fuerte aumento que han notado en las solicitudes en los cursos intermedios, es decir, los alumnos que se incorporan a mitad de etapa. “Hay casos de todo, desde los que hacen un cambio de domicilio, pero también los que cambian de escuela por un tema de metodología”, explica Josep Closa, director general de la Fundació Vedruna Catalunya Educació. Closa se mantiene prudente a la hora de valorar el aumento global de sus escuelas y prefiere esperar a tener los resultados de la encuesta que realizan a las nuevas familias en octubre.

Con todo, habrá que esperar a que finalice al proceso de matriculación para ver cómo afecta ello a la capacidad de las aulas, tras años de descenso por la caída de natalidad: En los últimos cuatro años, la concertada ha perdido 11.500 alumnos de infantil de segundo ciclo, mientras que la secundaria se ha mantenido, según los datos del Departamento de Educación.

Oferta limitada en la ESO

A pesar del aumento de peticiones en la ESO, el sector considera que el crecimiento en esta etapa se ve limitado por la reserva de plazas para alumnos vulnerables, la medida impulsada por la Generalitat contra la segregación escolar y para repartir estos alumnos de forma equitativa. “Partimos con 11 plazas reservadas, así que avisamos a las familias que vienen a las jornadas de puertas abiertas que si no tienen 30 puntos no entrarán, y ello echa atrás a muchas familias. Si no, tendríamos muchas más solicitudes”, apostilla Aguilar.

Joan Salvador, concejal de Educación de Terrassa, asegura que todavía no han analizado los datos de infantil, pero en la ESO, “la concertada se ha encontrado que entre las plazas reservadas para alumnos vulnerables y las plazas de continuidad de los alumnos que vienen de la primaria no han podido ofertar muchas vacantes, cosa que hace que las familias se lo piensen dos veces a la hora de hacer la inscripción”. Según el concejal, esta tendencia la han detectado desde que se puso en marcha el sistema de reserva de plazas a alumnos vulnerables en la ciudad, hace unos cuatro años.

Las patronales también se quejan del hecho de que las plazas reservadas que no han sido ocupadas se liberen en septiembre, cuando las familias ya han encontrado centro, así que quedan como vacantes, extremo que no ven ilógico en un contexto de falta de plazas en la ESO. Según datos del sector, el año pasado 1400 plazas reservadas que no se llenaron, mientras que hubo 500 solicitudes de familias que se quedaron fuera.

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