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Las autoridades iraníes admitieron esta mañana que habían derribado varios drones en los cielos de las ciudades de Isfahan y Tabriz, en lo que podría suponer un nuevo ataque israelí contra este país, tras el asalto aéreo contra la embajada iraní en Siria del pasado día 1.
El suceso de esa jornada acabó con la vida de varios generales de la Guardia Revolucionaria incluido uno de sus mandos más significado, Reza Zahedi, lo que propició la respuesta iraní del pasado domingo contra Israel, cuando atacó esa nación con más de 300 drones y misiles.
La actual espiral de ataques mutuos puede embarcar a todo Oriente Próximo en una guerra que "ponga en peligro el destino de toda la región", como alertó hace días un análisis del think tank, Chatman House.
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Según la agencia Mehr, controlada por el régimen como el resto de los medios iraníes, la defensa antiaérea de Isfahan derribó 3 drones que se aproximaban a la villa en torno a las 4 de la mañana. Al amanecer, el medio de comunicación difundió otra información en la que se decía que la localidad está en "completa calma y segura. La gente está siguiendo con su vida normal". Para dar más solidez a sus palabras, el periodista mostró imágenes de un atasco de tráfico en la citada población.
La propaganda oficial iraní ha intentado restar significación a la acción militar negando la presencia de misiles en el ataque como habían informado varios medios norteamericanos. Esos mismos medios admitieron que Irán ha decretado el cierre de varios aeropuertos en todo el país y que sus fuerzas armadas se encuentran en estado de alerta máxima.
La instalación de Isfahan supuestamente objetivo de la arremetida es una base de la fuerza aérea iraní -y no de la Guardia Revolucionaria, el principal adversario de Israel-, donde está estacionado un escuadrón de viejos aviones F-14.
Fuentes estadounidenses confirmaron a medios como la CNN la responsabilidad israelí en estos incidentes. Washington había solicitado a Tel Aviv que no atacara Irán de nuevo para no azuzar la espiral de violencia a la que asiste Oriente Próximo.
El régimen iraní había advertido que el ataque contra su embajada en Siria había cambiado las reglas de la confrontación entre ambos países y que ahora responderá directamente a cualquier ataque israelí algo que quedó en evidencia con el asalto aéreo que organizó el pasado domingo.
"En caso de cualquier uso ilegal de la fuerza por parte del régimen israelí, Irán no dudará en hacer valer su derecho a darle una respuesta decisiva y adecuada para hacer que se arrepienta de sus acciones. Esta es una decisión inalterable", señaló este jueves el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, en su comparecencia en Naciones Unidas.
Irán acusó a la comunidad occidental de parcialidad al no haber condenado el asalto contra su delegación diplomática el pasado día 1 y dijo que esa posición fue la que le llevó a responder con una oleada de drones y misiles el último fin de semana. Las naciones occidentales sí se pronunciaron de forma contundente en contra de la reacción iraní y EEUU y Reino Unido impusieron nuevas sanciones a la nación persa.
"El ataque de las fuerzas armadas de mi país fue limitado y mínimo, tuvo como objetivo únicamente bases militares y estuvo en consonancia con el derecho internacional, con el principio de no agresión a zonas civiles y garantizar la proporcionalidad", agregó Amir-Abdollahian.
Teherán advirtió que entre sus posibles nuevos objetivos figura la central nuclear de Dimona. Un alto cargo de la Guardia Revolucionaria, el general Ramezan Sharif, negó el jueves que sus misiles y drones hubiesen atacado esas instalaciones en referencia a informaciones aparecidas en un diario israelí que indicaban que el complejo había sido alcanzado al menos en una ocasión durante la réplica iraní del pasado domingo.
"Es una gran mentira y un esfuerzo maligno que forma parte de la operación psicológica del enemigo para engañar a la opinión pública", declaró, según afirma la emisora iraní Press TV.
Otro uniformado iraní, el general Ahmad Haqtalab, advirtió sin embargo que si Israel golpea sus instalaciones nucleares, Irán responderá intentando alcanzar Dimona. "Si el régimen sionista decide tomar medidas contra nuestros centros nucleares, enfrentará nuestra reacción. Será ojo por ojo", dijo.