Después de cuatro años de prórrogas de las cuentas públicas, el Gobierno de coalición ha consignado para Catalunya una dotación de inversiones equivalente al 16,5% del total estatal, según consta en el proyecto de presupuestos del 2021. Es una cantidad inferior al peso de la comunidad en el PIB, que en el 2019 era del 19%, pero es un porcentaje superior al 13,3% de los años anteriores.
En la rueda de prensa de presentación de los presupuestos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que las cuentas cumplen con el compromiso histórico consignado en el Estatut de Catalunya de invertir en la comunidad el equivalente a su contribución en el PIB. Montero aseguró que a ese 16,5% deben asignarse otras partidas como la derivada de una sentencia para cumplir con el Estatut y la preasignación de fondos europeos. La dotación para la comunidad catalana del año próximo es muy similar a la que se consignó en las cuentas del 2019 (16,8% del PIB en aquella ocasión), que finalmente no pudieron ser aprobadas en el Congreso.
La dotación presupuestaria para Catalunya sí que está por encima de su peso en relación con la población, ya que a 1 de enero en Catalunya vivían el 16,2% de los ciudadanos de España, según el INE. La población es otro de los parámetros que habitualmente se utilizan a la hora de estimar qué volumen de inversiones debería recibir un territorio u otro.
En este sentido, la comunidad autónoma más poblada (Andalucía) es la que recibe un mayor volumen de inversión pública: el 17,7% del total. Es una constante a lo largo de los años. En los últimos 15 presupuestos aprobados, Andalucía es la comunidad que ha recibido la mayor dotación en inversiones públicas.
En términos absolutos, en las cuentas del año próximo Catalunya recibirá 1.999,3 millones. Esa cantidad representa un crecimiento del 48,1% en relación a los presupuestos del 2018, últimos que vieron la luz. El crecimiento de Catalunya es superior al del conjunto de las comunidades, que avanzan en el 2021 un 19,7%.
En el Informe económico y financiero de los presupuestos se precisa en el caso del importe consignado a Catalunya que “a esta cuantía se le añadirían los 200 millones de euros que figuran en el capítulo 7 del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, derivados” del cumplimiento de la sentencia del 2017. Esa sentencia obliga al cumplimiento de una disposición del Estatut de Catalunya que obligaba al Estado a invertir en Catalunya en infraestructuras el equivalente a su peso en el PIB durante siete años, un periodo que ya expiró.
Montero hizo este miércoles referencia, además de a esos 200 millones, a la partida de 596 millones que recibirá Catalunya el año que viene a cuenta de los fondos de recuperación de la Unión Europea. En esa cuenta, la comunidad más beneficiada con la presasignación de los fondos europeos es Andalucía, que obtendrá 702 millones.
Como se aprecia en el gráfico adjunto, a pesar de que Catalunya no recibe la asignación equivalente a su contribución en el PIB, la dotación de este año es la más elevada de la serie histórica. Por eso, una de las reclamaciones recurrentes de parte de la clase política y de los agentes sociales y económicos de Catalunya es la de poner fin a ese déficit inversor que se alarga durante tres lustros.
Peso
Madrid recibe el 10,3% de las inversiones regionalizables
No obstante, lo que este miércoles se presentó es la previsión de lo que el Estado estima hacer el año que viene. Es muy habitual que no se ejecute todo lo que se prevé, con lo cual los recursos que llegan a cada comunidad pueden diferir de esa cifra de presupuestos. Por ejemplo, la Generalitat ha calculado con datos de la Intervención General del Estado (IGAE) que en el periodo 2015-2018 el Estado ejecutó en Catalunya el 65,9% de lo presupuestado, mientras que en Madrid el porcentaje fue del 113,9%. En el conjunto del Estado, la media de ejecución del periodo 2015-2018 es del 75,3% de la inversión prevista. Como muestra, en el 2018 Catalunya iba a recibir el 13,3% del total y en realidad obtuvo el 10,4%. Y Madrid, que en teoría solo iba a obtener el 12,2%, en realidad acabó aglutinando el 15,6% del total.
En las cuentas públicas para el 2021, Madrid se lleva el 10,3% de toda la inversión que se puede regionalizar por comunidades. En valor absoluto, la comunidad madrileña recibirá 1.250,3 millones de euros. Es prácticamente la misma cantidad consignada para el 2018, ya que sólo crece un 0,2%. No obstante, en el 2018 la inversión ejecutada fue superior a la presupuestada.
Otra manera de comparar el volumen de inversión es ponerlo en relación con la población. En ese caso, Catalunya recibirá 261,3 euros por habitante, mientras que la media española es de 256,2 euros. En Madrid, la inversión per cápita es de 185,3 euros.
Catalunya recibirá el año próximo una inversión estatal equivalente al 16,5% del total que se destinará a las comunidades, según consta en el proyecto de Presupuestos del Estado que el Gobierno ha llevado hoy al Congreso de los Diputados. Registra un ligero descenso respecto a las cuentas del 2019, cuando la asignación fue el 16,8%. Aunque esas cuentas no se llegaron a aprobar, por lo que se prorrogaron las del 2018.
En cualquier caso el porcentaje de la inversión destinada sigue por debajo de su peso en relación al PIB (19%), sin embargo sí que se aproxima a su peso en población, que está por encima del 16%.
Un año más, Andalucía es la comunidad en la que se invertirá más de toda España: un 17,7% del total. En términos absolutos, Catalunya recibirá 1.999,3 millones. Esa cantidad representa un decenso del 2,5% en relación con la cantidad destinada para el año 2019, último presupuesto aprobado.
de la participación de Catalunya en los presupuestos de inversión, la citada dotación consignada del 16,5% es la segunda más alta de la serie histórica que arranca en el año 2000. El porcentaje más alto lo consiguió en el 2019 con la llegada del PSOE al Gobierno.
En las cuentas públicas para el 2021, Madrid se lleva el 10,3% de toda la inversión que se puede regionalizar por comunidades.
Las cifras se incluyen en las cuentas con el mayor gasto de la historia para hacer frente a la crisis del coronavirus, apoyándose en la llegada de fondos desde Bruselas. Con una previsión de ingresos también récord, se incluyen subidas en los tramos altos del IRPF, en sociedades, en la fiscalidad del diésel, en las bebidas azucaradas y otras figuras relacionadas con la fiscalidad verde.